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Capítulo 12

Día 58

Andrei siempre había querido ir a Tailandia, era uno de sus destinos soñados que imaginaba recorriendo con alguien especial, en una ocasión especial; no había llegado ahí como siempre había pensado que llegaría, en un viaje con su novio donde este le pediría matrimonio, pero sabía que estaba con una persona aún más especial y en la mejor ocasión, donde finalmente era el Andrei que quería ser y que no necesitaba la aceptación de otros para sentirse validado.

Tailandia también era una parada especial porque el crucero estaría detenido ahí por dos días dándoles la posibilidad de pasar la noche en tierra y abriendo una nueva gama de actividades que realizar y experiencias que vivir juntos.

A Hernán todas las paradas le llamaban la atención, creía que cada ciudad tenía algo que ofrecerle y que en cada una de ellas podía descubrir algo de él mismo que no conocía, pero desde su cumpleaños que Andrei no dejaba de mencionar Tailandia y había logrado contagiarlo de su entusiasmo.

Recorrieron las calles del pueblo y se perdieron en una de las rutas turísticas cercanas a la playa, Tailandia era paradisíaco, lleno de cascadas y aguas cristalinas, puentes colgantes y pequeñas casitas en medio de las colinas. Andrei no perdió ni un detalle e inmortalizó con su cámara cada cosa que llamó su atención, Hernán entre los regalos que le había dado para su cumpleaños le había dado nuevas tarjetas de memoria luego de que un día le comentara que necesitaba comprar más, y había sido el mejor regalo, porque además de permitirle fotografiar la belleza del lugar le había dado la posibilidad de seguir registrando los matices de la sonrisa del moreno. Tailanda era bello, pero luego de tantos lugares bellos recorridos, Hernán seguía siendo su cosa favorita que fotografiar.

Comieron en un pequeño restaurante cerca de la playa y se inscribieron en un tour en bote para el día siguiente, Hernán había bajado del barco con una pequeña mochila con lo necesario para convencer a Andrei de pedir una habitación de hotel y pasar la noche en tierra para disfrutar al máximo el tiempo y panorama nocturno de la ciudad, ambos eran de la misma talla por lo que la ropa para el día siguiente no era un problema y nunca habían necesitado mucha cuando estaban juntos en la habitación, pero sentía que era una jugada arriesgada, si Andrei aceptaba quedarse nada decía que no podía pedir su propia habitación para que así cada uno pudiese escabullirse durante la noche, pero eso no era lo que había cruzado por su cabeza cuando había armado esa mochila y por eso se sentía algo nervioso caminando tras Andrei que iba a paso firme hacia el puerto donde su transporte de vuelta al barco llegaría.

- No puede ser... - escuchó murmurar a Andrei cuando se detuvo de golpe, perdiendo todo el color de su rostro, estaba mirando en dirección donde se encontraba un grupo de personas, muchas de ellas pasajeros del crucero que buscaban retornar a él y parecía que tenía su vista fija en alguien o algo, pero no podía identificarlo.

- ¿Qué pasa? ¿qué viste? Andrei...

- No puedo creerlo, ¿cómo...? ¿por qué...? - continuó mirando hacia todos lados buscando la forma de salir de ahí y preocupando cada vez más a Hernán.

- Andrei me estás asustando.

- Hola mi amor - una voz frente a ellos hizo que Hernán dejara de observar a Andrei y se volcara de lleno al hombre, definitivamente no le hablaba a él, pero sabía quien era y estaba sorprendido - te he esperado todo el día.

- No me digas mi amor - respondió Andrei dándole la cara - nosotros no somos nada.

- Andrei por favor...

- Andrei nada, ¿qué haces aquí? no te bastó con investigar mi tarjeta y ahora me estás siguiendo, ¿estás loco?

- Quiero hablar contigo y aclarar las cosas - le respondió entre dientes observando a Hernán, Alonso sentía que la sangre le hervía con sólo verlo tan cerca de Andrei - podemos hablar en privado por favor, esto es un asunto de pareja.