Como cometer un delito, así fue su encuentro, tan prohibido, tan erróneo, tan ilícito. Pero a la vez tan excitante, tan estimulante, y tan afrodisíaco.
Era un algo que los incitaba a serlo todo aún sin ser nada. Sin pudor, sin desenfreno, sin tapujos. Cómo un imán terminaba uniéndose, aunque con fuerzas luchaban por separarse, pues era algo que no debía ser.
... pero lo haría otra vez.
xx.