Juraba que te tenía, daba por sentado que mi vida junto a ti la pasaría. Olvidé que todo puede pasar, y nunca pensé que te pudiera perder.
Pero así fue. Un día, sin saberlo, todo quedó en el ayer. Ya no estabas junto a mí y hoy día me duele, porque te extraño. Un día me levanté y el otro lado de la cama estaba vacía, el lado que solías ocupar tú estaba frío, y yo necesitaba de tu calor.
Aún es el día que conservo nuestras fotos, a pesar de que son memorias que jamás se irán de mi mente. Tengo recuerdos que ni con una enfermedad olvido, y eso es lo que duele. Duele saber que ya no seremos lo mismo de antes.
Y te perdí, como un niño pierde a su globo.