Capítulo III: Una sorprendente, bizarra y triste historia

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Siempre me dijeron que me parecía muchísimo a mi abuelo materno que falleció hace algunos años. Quizás dos o tres no recuerdo bien. Y la verdad es que para efectos de esta historia poco importa, ya que como dice Edgar Allan Poe. La fecha no tiene importancia porque el horror y la fatalidad siempre han estado presentes.

La semana pasada revisando el álbum de fotos de mi familia descubrí una fotografía muy antigua, en ella estaba mi abuelo Manuel. En su reverso hay algo escrito; 15 de agosto de 1955, debe tener alrededor de unos 20 años no más que eso, y el parecido entre nosotros es escalofriante. Muchos podrían decir que somos la misma persona.

Después de que nací según mi mamá mi abuelo comenzó a perder la cordura, y cuando lo visitábamos siempre trataba de alertarme algo, pero nunca supe con exactitud que podría ser, quizás estaba relacionado con la demencia senil que le fue diagnosticada. Su locura aumentó un par de años antes cuando mi abuela dejo esto mundo. Finalmente terminó quitándose la vida de un disparo en la cabeza una tarde de invierno.

Mi abuela me contó una vez su historia la cual es tan intrigante y sorprendente, según ella su esposo llegó un día a la ciudad donde ella vivía. Parecía extraviado y asustado, fue en los últimos días de julio.

- Lo recuerdo bien – dijo ella – había estado lloviendo hace varios días y yo era voluntaria en una capilla que funcionaba como albergue. Cuando lo vi llegar lo encontré muy guapo. Se notaba que no era del lugar y vestía ropa extraña.

También me contó que como venía mojado por la lluvia y que palabras de él llevaba varias horas caminando, le entregaron ropa limpia, y le hicieron un corte de cabello nuevo.

Su historia de amor es complicada. Mi abuelo siempre fue un hombre misterioso, callado, actuaba como si algo no anduviese bien. Y al parecer eso fue lo que a mi abuela le gustó de él. Comenzaron a salir, se casaron tuvieron tres hijos. Mi mamá fue la menor, por años vivieron en Santiago, pero luego del golpe de Estado emigraron a Argentina, vivieron en Córdoba hasta 1976 y se regresaron luego del golpe que hicieron allá. Volvieron al país, pero esta vez fue al sur de Chile, a Concepción.

Luego de eso mi madre volvió a Santiago a trabajar conoció a mi papá se casaron y bueno, el resto ya lo saben.

Hace algunos días entre unos papeles viejos encontré un sobre, cuyo interior tenía una carta dirigida hacia mí, se encontraba algo deteriorada, pues se notaba que tenía un par de años ahí guardada. Para mi sorpresa la misiva estaba escrita por mi abuelo. Decía algo así.

Querido Daniel:

El universo es un lugar único que aguarda por secretos y misterios inimaginables. Misterios que van más allá de nuestra comprensión. No somos más que piezas de ajedrez en un tablero, piezas que son movidas por fuerzas sobrenaturales.

El tiempo es otra cosa que no logramos comprender, es manejado a su antojo, y aunque muchas veces creemos poder controlarlo, en realidad él nos tiene en sus manos, evita desafiarlo. Hagas lo que hagas no podrás ganar esta batalla. Cuando te des cuenta de que nada puedes hacer será demasiado tarde. Vaya paradoja.

Tu vida cambiará dentro de poco después de leer esta carta, nada volverá a hacer igual. Y a la vez pasará todo del mismo otra vez.

Atte. Tu abuelo Manuel.

15 de agosto.

Para ser sincero no le preste mucha atención a la epístola, y en cierto modo me arrepiento de aquello. Pues tal como lo anunciaba después de eso ya nada volvió a ser igual.

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