Había llegado cansado a mi casa luego de un largo día en la universidad; estas últimas semanas han sido tortuosas por decir lo menos. Así que, luego de cambiarme de ropa comí lo que había quedado del almuerzo del día de ayer y me dediqué a ordenar mi habitación. Mientras lo hacía me encontré con un viejo estuche de esos donde se guardaban los cd, en su interior había algunos de música, películas, y algunos juegos que jugaba cuando era chico.
Uno de los que me llamó la atención fue el Grand Theft Auto: San Andreas. De inmediato se me vino a la memoria esas tardes de colegio cuando jugaba el GTA después de clases en mi viejo Play Station 2, en el cual nunca pude terminar el modo historia. Posteriormente, me lo compraría para jugarlo en pc, pero terminaría perdiéndose en los innumerables formateos que le hice al computador.
Sin pensarlo dos veces, y más que nada debido a la nostalgia de mi niñez decidí instalar el juego en mi notebook y así volver a vivir esos momentos de felicidad máxima, y sin duda alguna, esta vez estaba obstinado a dar vuelta el juego.
Luego de un rato las imágenes del juego se mezclaban con mis pensamientos, ahí estaba frente a la pantalla, Rockstar game... Rockstar North... Grand Theft Auto: San Andreas y la música de fondo tan característica.
Esta vez, a diferencia de cuando era niño, no me salté las cinemáticas para así comprender mejor la historia. Desde luego, hubo misiones que no pasé de inmediato, tanto así que no me percaté que se oscureció mientras jugaba. De hecho, hubo varias me costaron superar, pero hay una en especial que se me dificultó bastante, me refiero a la misión en la que se introduce el personaje de Cesar Vialpando; la de los autos lowrider. Ya frustrado en el cuarto intento me dediqué a hacer algo demasiado inmaduro. Descender del vehículo y comenzar a disparar contra todo aquel que estuviese ahí en ese momento.
Con una masacre tipo Columbine, como era de esperar, la policía llegó casi de inmediato, yo aún más enrabiado seguía disparando a peatones, policías, y miembros de Varrios Los Aztecas, sin notar que uno de ellos era Cesar, no le di importancia y lo maté sabiendo que no pasaría nada, ya que al reiniciar la partida él volvería a estar con vida. O eso creía yo.
Luego de dispararle a Cesar, se inició una cinemática.
- Que raro – dije algo confundido – no recuerdo esto.
En la cinemática el cielo se tornaba rojo, y comenzaba a llover, el ambiente era realmente perturbador, por un momento quise saltarme la cinemática, pero otra parte de mi no deseaba hacerlo para ver que ocurría. Finalmente opté por lo segundo. En ella Cesar estaba tirado a un lado de su auto con su mano intentaba cubrirse la herida de bala. De pronto levanta la mirada hacia el jugador y le dirigía unas palabras.
- Te vas a arrepentir C.J.
- No le creo – le respondió.
- No debiste hacer esto... Kendl... CJ que Kendl no se entere.
Luego de eso Cesar muere, la indicación del juego me decía que fuera a mi casa, el cielo seguía rojo y la lluvia no paraba, la gente en las calles huía hacia todos lados, como el clima me perturbaba intenté cambiarlo con algunos trucos con el teclado mas no se podía, pensé que se trataba de un bug, y terminé por no darle importancia.
Ya al llegar a la calle donde vive C.J. hubo otra cosa que me llamó la atención, en el piso estaban los cuerpos de Ryder y Big Smoke, ambos cubiertos de sangre y en dirección a la casa de Sweet, era como si estuviesen huyendo hacía allá. Frente a ella había un círculo rojo. No podía creer lo que estaba pasando, me dirigí hasta allí, al ingresar a la casa se inició una nueva cinemática.
Dentro de la casa CJ buscaba a su hermano, llamándolo por todos lados, se dirigía hacia la cocina, en ella se encontraba Kendl, sosteniendo una subametralladora.
- Oh Carl ¿Qué has hecho? – decía llorando.
- Kendl, no es lo que parece, yo no...
- Cállate – le interrumpió apuntándolo con el arma.
- Cálmate Kendl – le dijo levantando los brazos.
- Los Varrios te buscan, estás atrapado.
- ¿Me vas a entregar?
- No, mataste a Cesar, haré lo mismo contigo.
De pronto Sweet aparece detrás de ella con una M-4 y dándole tres disparos acaba con su vida. La escena se corta, la pantalla se vuelve negra y después de un rato CJ reaparece en un cementerio en el funeral de Kendl, el cielo sigue lluvioso y rojo, a lo lejos se puede apreciar la silueta de alguien conocido, se trata de Cesar quien se acerca con un gran número de pandilleros riéndose.
- ¡Cesar!
- Sabía que esa puta sería útil alguna vez.
- Tú no deberías estar aquí... Tú estás...
- ¿Muerto? No tronco, solo fingí.
- Pero ¿Por qué?
- Para conquistar Los Santos desde luego, debía destruir a los Families desde dentro.
- Oh no, Kendl... Ella... Pensó que....
- Que tú lo habías hecho.
- No puede ser.
- Llegó tu hora, pendejo y luego la de tu hermano, si es que ya no está muerto, cabrón.
- ¿Que le hiciste?
- Mis muchachos se encargarán de él.
Luego de eso Cesar le dispara a Carl en reiteradas ocasiones, para que seguido a eso todos le disparen. La cinemática se vuelve a cortar y se ven a los miembros de Varrios Los Aztecas bailando en el barrio de los Families con los cuerpos de CJ y Sweet descuartizados.
Poco a poco la pantalla se oscurece y comienzan los créditos del juego con la música del inicio, pero una versión distinta, esta versión es más sombría.
El Juego se cerró y volví al escritorio, perturbado por lo que acaba de vivir, nunca creí eso de los espíritus en los juegos, pero luego de esto, no sé si es tan falso después de todo.
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Un puñado de historias
De TodoUn tipo que tiene un sueño extraño y siempre despierta en el mismo punto, una chica que debe cuidar a unos niños y suceden cosas extrañas en la casa, un par de amigas que viven una aparición demoníaca, una extraña experiencia jugando al GTA San Andr...