I Miss You | l.h |

11. ¿Confías en mí?

LUKE´S POV

Cuando Ayleen me dio la dirección tomé mis llaves y salí de la casa. Ella era una chica agradable y talentosa. El día que hablé con ella por primera vez la vi muy sola. No me acerqué a ella, me aconsejaron que no lo hiciera. Bueno, aconsejaron suena a cantidad, más bien Eric Douglas fue. 

Flashback

— Es la hermana de Elena Ford —me dijo como si hablara de una criminal o algo así.

— ¿Y? —pregunté.

— Vamos, ¿no has visto a Elena? Es guapa, pero el diablo en persona —dijo "diablo" he hizo un par de cachos con los dedos sobre su cabeza. Reí y miré a Ayleen en una de las mesas del fondo, sola y comiendo con lentitud.

— Deja de juzgar a la gente por quien conoce —le reprendí — Ella es una buena chica.

— No te fíes de las caras bonitas —se levantó — O bueno, las que aparentan.

Fin Flashback

Llegué a la que parecía ser su casa y llamé al timbre. Me abrió la chica rubia que había visto cuando fui a acompañar a mi primo en la discoteca. Tenía cara de demacrada y el rímel derramado por sus mejillas. ¿La famosa Elena? ¿El mismísimo diablo? Me recorrió de arriba a abajo y sus ojos se abrieron como platos. 

— Tú... —empezó a decir, pero una Ayleen apresurada la interrumpió, la empujó a un lado y se plantó frente a mí extendiendo la palma de su mano.

— En mis tiempos se saludaba —murmuré y disfruté del espectáculo de ella sonrojándose.

— Um... hola —sonrió debilmente— Lo siento.

— Era una broma, tranquila —sonreí de vuelta y le entregué los audífonos. Ella los tomó con rapidez y los apretó contra su pecho suspirando.

— Te debo la vida entera — dijo y yo cambié el peso de un pie al otro. Abrió los ojos con lentitud— ¿Quieres pasar?

— Claro —mi papá me había dado el día libre después de la clase. Entré y Elena, ahora bien maquillada, nos miraba expectante.

— Primero con Tony y ahora con este —dijo burlona— Pero si que eres perra, Ayleen.

— No estés sentida porque tu "amigo" — Ayleen marcó comillas con los dedos— te puso en tu lugar. Yo si digo que voy a charlar con alguien, hago lo que digo.

Y dicho esto, me agarró del brazo y me arrastró escaleras arriba. ¿Qué había sido eso? Llegamos a lo que supuse que era su cuarto. Sentí como mi boca se abría al ver los posters de Green Day, Nirvana, Fall Out Boy y los CD´S de My Chemical Romance y Aerosmith. Y eso solo era una pequeña parte. 

— Dime que bromeas —musité parado, más bien, petrificado en el marco de la puerta.

— ¿Bromear con qué? —frunció el ceño y yo le señalé sus paredes y ella rió y murmuró un "oh"— ¿Te gustan estas bandas?

— Dios mío, Ayleen, son mis bandas favoritas desde que tengo memoria — caminé por su habitación mirando todo, obviamente asombrado de que una chica que parecía tan fresa le gustaran ese tipo de cosas. Miré su armario abierto. Había mucho negro, pero también azul, amarillo y verde. Pocos vestidos y poco rosa. Me sorprendió que no hubiera rojo— No tenía ni idea de que te gustaran.

— Estoy segura de que te sorprende que una niña bien como yo no se mantenga escuchando baladitas bobaliconas —sonrió, pero la sonrisa no le llegó a los ojos. Bajó la mirada. Algo no estaba bien.