16. La diva Hemmings.

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AYLEEN´S POV

Al otro día llegué a la escuela y me dirigí a mi casillero. De nuevo Luke no estaba. Suspiré y saqué lo que necesitaba, cuando sentí que unas manos cumbrían mis ojos. 

— Si no me dices quién eres me veré obligada a golpearte en un lugar donde no quisieras —dije y me giré para encontrarme a Tony pálido y con los ojos muy abiertos.

Solté una carcajada que cesó al ver el color de su camiseta. Tragué duro y volví mi vista al casillero respirando con dificultad.

— ¿Pasa algo? —dijo él poniéndose a mi lado. Giré la cabeza para no mirarlo— Oye... ¿es por el beso? 

— No —dije rápidamente— No tengo nada —mantuve la mirada fuera de él. 

De hecho, ni recordaba el beso hasta que él lo dijo.

— ¿Haz visto a Luke? —dije para cambiar de tema.

— No, ¿por qué? —respondió y lo imaginé frunciendo el ceño como cuando vió aquel mensaje en mi casa— Ohhh, ya recordé por qué, picarona.

— No me gusta —puse los ojos en blanco— Es atractivo y todo lo que quieras, pero no me gusta.

— Gracias —escuché una voz conocida a mis espaldas. 

Volteé inmediatamente y tuve que mirar hacia arriba para ver al gigante, perdón, a Luke, que estaba parado en frente de mí.

— ¿Escuchaste todo? —pregunté rogando por un no.

— Sólo la parte en la que dijiste que soy guapo, hermoso, divino, pero que no te gusto —se encogió de hombros.

— Bueno, es que mirense a los dos —señalé a los dos pero sin mirar a Tony— Fácilmente podrían ser modelos. Bueno, más Tony.

Luke se puso una mano en el pecho con la boca abierta como si estuviera ofendido. Alcé las cejas y se puso una mano en la cintura, labios de Megan Fox e hizo el ademán de tirarse el cabello hacia atrás.

— A la diva Hemmings nadie le dice eso— chasqueó los dedos  y pestañeó reptidas veces.

— Ajá... —volví a poner los ojos en blanco y divisé a Julia caminando con un libro en sus manos. Sonreí y corrí hacia ella. Cuando alzó la vista sonrió.

— Hola —dijo y apretó el libro contra su pecho asegurándose de tenerlo bien sujeto.

— Hola —respondí— Oye, ¿vienes? Estamos charlando en mi casillero antes de que empiecen las clases —ella se encogió de hombros y caminó junto a mí hasta llegar con los chicos.

Cuando llegamos Tony tenía la misma pose que Luke y hacía como si mascara chicle ruidosamente.

— Hey, par de subnormales, les presento a Julia —ellos pararon de mirarse y y pusieron sus ojos en Julia, que se encogió por lo menos diez centímetros al ser el centro de atención —Julia, te presento a Luke y a Tony. 

— Diva Hemmings para ti, cariño —dijo el que ya se imaginan y extendió su mano, la cual Julia estrechó con timidez.

— Bueno, quedó claro que ella es la diva mayor, así que soy solo Tony —sonrió y le estrechó la mano.

— Si te preocupan a ti, imagínate a mí. Los conozco desde hace como tres días —le susurré a Julia lo suficientemente alto como para que los otros dos escucharan.

Ella rió y el timbre sonó indicando que teníamos clase. Nos quejamos todos al unísono. Me tocaba clase con Tony. Mierda. Mientras nos dirigiamos al salón él mantuvo su distancia conmigo, aún sin entender por qué de repente me había puesto así. Nos sentamos y comencé a tamborilear los dedos en el pupitre. Era vicio de Elena y yo. Ahora que la mencionas, no te habías preocupado por ella en un largo tiempo. Buen punto.

— Oye... si dije algo malo, lo siento —dijo Tony, con la cabeza gacha hasta donde pude divisar con el rabillo del ojo.

— No es tu culpa —dije parando el movimiento de mis manos y mirándolo a los ojos para evitar el resto de su cuerpo— Luego te contaré, pero... no ahora. Yo lo siento.

Él asintió y el profesor entró a empezar a dictar clase.

TONY´S POV

Dios, ¿qué hice? Ella no me quería mirar más. Toda la clase estuvo anotando y mirando al frente. Nunca a mí. Me dolía de verdad. Ella dijo que lo sentía, pero no sé que sentía exactamente. Lo que si sabía era que la iba a sorprender al final del día, y todo se le olvidaría. Se le olvidaría Luke.

Esa fue la única clase que compartimos juntos en el día. Pero en otra me tocó con Julia, la chica que nos había presentado hace un rato, un poco tímida pero agradable. Decidí hablarle.

— Hey —dije cuando se sentó.

— Hola... Tony —me miró como esperando que confirmara, así que asentí.

— Te quería hacer una pregunta —dije— ¿Desde hace cuanto conoces a Ayleen? 

— Un día o algo así —dijo— ¿Por qué?

— Por nada.

De Julia no iba a poder sacar información de Ayleen. Pareces un loco acosador. Oye, no, sólo quiero conocer mejor a la chica. Si, cómo no. Oh, cállate.

Antes de que sonara el último timbre, le dejé a Ayleen una nota en su casillero.

"Búscame en el estacionamiento. Por favor. 

                                              Tony xx."

Caminé hacia el lugar indicado, lo que implicaba perder la últma hora, pero valdría la pena.

Cuando sonó el último timbre corrí hacia la puerta hasta que divisé a Ayleen. La tomé por atrás y le tapé los ojos como en la mañana.

— Tony, sé que eres tú —dijo riendo.

— Efectivamente —sonreí aunque ella no pudiera verme— Te tengo una sorpresa. Mantén los ojos cerrados, ¿si?

— Ajá.

Corrí de nuevo hacia mi motocicleta y tomé el ramo de rosas rojas que le tenía preparado atado con un lazo rojo. La escuela ya se había vaciado en su mayoría, por esta puerta casi no salían alumnos. Tomé aire y me arrodillé ante ella con mi mayor cara de ternura. 

— Ya —dije y ella abrió sus ojos azules. Me miró a los ojos sonriendo y luego bajó hacia el ramo. Su sonrisa se esfumó. Fue de mi camiseta hacia el ramo, y del ramo a la camiseta. Lo único que ella pudo pronunciar antes de salir corriendo fue:

— R-r-rojo.

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¿Qué creen que habrá pasado? Tony es una ternura, ñañañaña. ¡Lectoras fantasma! A nadie le gusta eso. ¡Comenten!

With love, Cannxbal.     

I Miss You  | l.h |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora