1. Una princesa rebelde.

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Ocho años atrás...


— Por amor a Dios, Elena, ¿te quieres dormir?

— No.

— ¿Por qué?

— Porque Ayleen sigue despierta.

— Cariño, solo por eso no puedes...

— ¿Por qué ella puede y yo no?

Su madre suspiró exasperada. Esa pequeña pelea entre Elena y ella estaba a punto de hacerla estallar.

— Porque ella se porta bien. Tú te portaste mal. Ahora, duérmete -su madre apagó a luz y cerró la puerta. Elena quedó sumida en la oscuridad. Escuchó a su hermana y a su madre hablar.

— Mami, ¿y mi hermana?

— Durmiendo, mi amor.

— ¿No puede venir?

— No. No más preguntas, ustedes dos tienen esa manía.

Ayleen se calló y siguió leyendo "La Cenicienta".

— Mami, la Cenicienta se puede dormir después de las doce. ¿Por qué nosotras no?

— Mi vida, ella es una princesa rebelde. No hay que ser como ella, mira que perdió su zapato por eso.

A mi mami no le gusta, entonces lo haré, pensó Elena y sonrió mientras silenciosamente sacaba de un cajón materiales artísticos. Ella tomó pintura, una cuerda y una cubeta. Amarró un extremo de la cuerda a la lampara pegada a la pared cerca de su cama y el otro extremo a la manija de la cubeta, al tiempo que usaba otro pequeño pedazo para atarlo a la viga del techo. Llenó la cubeta con pintura roja y esperó acostada en su cama como si no pasara nada. Escuchó como su hermana bostezaba y caminaba hacia la puerta. "Buenas noches" la escuchó decir. Ayleen abrió la puerta y Helena tiró de la cuerda del lado de su cama.

Ups.

                                                                     ***

Actualmente...

AYLEEN´S POV

Escuela, estúpida y sensual escuela. Will caminaba hacia mi con la seguridad de un modelo en pasarela. Le sonreí con amabilidad y él se detuvo frente a mi.

— Mi hermana está en el bloque A, si te interesaba — le dije mientras señalaba el lugar.

Se mordió su labio inferior e hizo un gesto con la mano para despedirse. Mientras se alejaba, reí levemente. ¿Tres años saliendo con Elena y aún nos confundía? Para empezar, rara vez mi hermana sonríe, y si lo hace, es con sarcasmo. Luego está nuestra forma de vestir. A ella le gustan las cosas escotadas y cuando no tiene el uniforme escolar, negras o blancas. Faldas y pantalones apretados, o quita oxígeno como les digo yo, son lo suyo. Mamá no lo aprueba. Luego está nuestro color de cabello. Hace poco ella lo tiñó de rubio, yo lo mantengo castaño. Y el maquillaje. Parece que la atacara la crayola asesina versión gótica. Yo me visto normal, no me maquillo, sonrío a menudo y llevo una buena relación con mi madre. ¿Parecidas? Tal vez en la cara.

Al fondo del pasillo encontré mi casillero asignado y guardé mis cosas ahí. Al cerrar la pequeña puerta encontré a un chico a mi lado. Nos miramos. Era realmente guapo, como un prícipe de cuento: Rubio, ojos azules y sorprendentemente alto. Le sonreí y me fui aún con la sonrisa en mi cara.

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No olviden compartir la novela, les prometo que tendrá muchas sorpresas que les van a gustar. No se olviden que las quiero xx. Por cierto, lo siento si es muy cliché que se enamore de él en el primer capítulo, pero es sólo una atracción física.

With love, Cannxbal.

I Miss You  | l.h |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora