Heart of rock -Jungkook-

Capítulo 74

(...)

Narra Hana

—¿Crees que aceptaré una cita por lástima?— Rió, con ironía.

—No, no quise decir eso— Intenté detenerlo —Solo.....quería....—

—Hana, olvídalo— Volteó hacia las escaleras.

—¡Espera!— Tomé su antebrazo
—Lo dije porque quiero salir
contigo— No entiendo en que momento aquello salió de mi boca, pero era la verdad, yo sí quería salir con él.

—¿¡Tendrán una cita?!— Habló, la pequeña hermana de Jungkook, desde la puerta de su recámara.

—Bueno, Jungkook no quiere
aceptar— Musité.

—¡Oppa, hazlo!— Ella, comenzó a agitar el antebrazo de su hermano

—No entiendes nada de la situación, así que te pediré que me sueltes— Bufó.

—Quizá no entienda nada, pero de verdad me gustaría que fueras— Sonrió.

—Aishh.... Bien— Rodó los ojos
—Mañana después de clases—

—Me parece— Sonreí —Entonces me iré. ¡Adiós!—
Salí de la casa de Jungkook. La sonrisa que hace un instante estaba en mi rostro, se disminuía poco a poco. Dentro de mí sentía que no debía haberle dicho que saliéramos, pero tampoco quería perderlo. Tenía dos polos dentro de mí, luchando entre ellos.
Aquella noche lo único que mi cerebro procesó fue: <<No puedes volverte a enamorar de Jungkook>>

(...)

Estaba tomando mis libros del casillero, cuando él pasó por mi lado, sin siquiera mirarme. Al parecer seguía molesto, pero preferí no darle importancia y simplemente entrar al salón.
Es cierto, hoy no debería haber venido a la escuela, ayer me acababan de dar el alta, ¿pero qué más da? Un día que no venga a clases, no hará que me recupere.

—Hana— Habló, Hoseok
—Te llamé toda la tarde, ¿por qué no respondías?—

—Porque estaba ocupada, además no fuiste a verme— Fingí estar molesta.

—Perdóname, tuve una reunión en la empresa de mi padre—

—Te entiendo, tranquilo— Sonreí.

—Pero esta tarde te lo recompensaré con un helado, ¿te parece?—

—Emmm....No puedo, saldré
con alguien— Murmuré.

—¡Espera!— Sentí la voz de Taehyung, llegar a mi lado —¿¡Con quién?!—
Hoseok, rápidamente se aproximó a mi lugar.

—¡Yo también quiero oír!— Jimin, corrió para escuchar la conversación.

—Guarden silencio— Indiqué, llevando el dedo índice a mis labios.

—¿Será Jin?— Preguntó, Hobi.

—No— Negué.

—Mmmmm....— Taehyung, colocó la mano en su mentón —¡No!— Se colocó de pie, asombrado —¿¡Acaso saldrás con Jungkook?!—
Cuando Tae mencionó aquel nombre, Jungkook, giró su rostro hacia nosotros.

—¡Cállense!— Ordené.

—Aquí, no hay que guardar silencio, ¡qué todos sepan que...— Jimin, al darse cuenta de que Jungkook, nos observaba desde su lugar, cubrió la boca de Hoseok.

—JAJA... Yo me lo llevo— Fingió una pequeña risilla, para luego alejarse con Hoseok y Taehyung.

Las clases, pasaron demasiado lento. Quizá la razón de la lentitud de las horas, era mi ansiedad y preocupación de salir con Jungkook, ya que normalmente el tiempo solía pasar muy rápido.
Cuando finalmente aquella eternidad pasó, salí de la escuela.

—¿Nos vamos?— Vi su figura detenerse delante de mí

—Bien— Asentí.
Jungkook, me guió hasta su coche

—¿Dónde iremos?— Pregunté

—Solo diré que es un largo camino—
Ambos guardamos silencio. Hasta que pasadas varias horas de viaje, nos detuvimos en Busán

—¿Qué hacemos acá?— Sonreí

—¿No te gusta?—

—No, sí me gusta, solo era una pregunta— Jungkook, cogió mi antebrazo y me condujo a una avenida. Allí había un hombre vendiendo algodones de azúcar. Me quedé como una niña pequeña, mirando cómo los hacía.

—Señor, deme dos, por favor— Habló, Jungkook. El hombre le entregó los algodones, con una sonrisa
—Gracias—

—Jungkook, no debiste hacerlo, pero aún así te agradezco tu.....—

—¿De qué hablas? Los dos son
para mí— Rió

—Oh... ya veo...—

—Bueno, come un poco— Se sentó en una roca.

—Gracias— Tomé uno y comencé a comer. En ese momento, alcé la mirada y vi un poco de algodón en la comisura de los labios de Jungkook.

—Hay algo en tu boca— Señalé

—¿Dónde?— Preguntó.

—Ahí— Me acerqué a su lado y lentamente froté mi pulgar en sus labios. Aquella cercanía, me hizo querer besarlo, se veía realmente tierno. Creo que tuve mucha voluntad para alejarme de él, sin devorarlo a besos. Jungkook, bajó la mirada, algo avergonzado, por la situación.

—Lo siento, lo hice sin preguntarte— Suspiré

—No te preocupes— Accidentalmente dejó caer su mano sobre la mía, la cual estaba apoyada en la roca. De inmediato ambos levantamos nuestros ojos, mirándonos fijamente el uno al otro.

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