Hana, era una chica tímida,
bajo perfil, no muy lista y también muy enamoradiza, pero de un solo chico. Aunque sabía que ese amor era imposible, ella no dejaba de pensar en cómo sería su vida, si Jungkook fuera su novio. Luego de años de espera, po...
Vi bajar a un hombre vestido de negro que sigilosamente se aproximaba a nosotros. La capucha que cubría su cabeza, no me dejaba ver sus ojos y eso me intimidaba. Voltee mi mirada a Jungkook, él cual se notaba preocupado. En ese instante comenzaba a atardecer y el humo que empezaba poco a poco a salir del coche de Jungkook, hacía más preocupante el acercamiento del sujeto. Pero cuando llegó a nuestro lado, comenzó a toser y rápidamente se quitó la capucha.
—¿Qué es todo esto?— Habló, frunciendo la nariz.
—¡Idiota, Park Jimin!— Golpeó su hombro.
—No hice nada malo— Se quejó.
—Venías de negro y una capucha, ¿qué esperabas que pensaramos?— Gruñó Jungkook
—Mmm....tienes razón— Miró hacia arriba, pensativo.
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—¿Qué haces aquí?— Cuestioné.
—Mejor dime que hacen ustedes dos juntos, ¿acaso alguien los obligó? ¿o es que se acerca el fin del mundo?— Rió.
—Bueno ¿y a ti qué te importa?— Habló, Jungkook.
—Perdón, se me olvida que mi colega es un insoportable—
—Tranquilo, ambos estábamos en camino a un lugar, pero el coche falló— Hablé, triste. —Llevamos cinco horas aquí—
—Ahí viene— Apuntó Jungkook
—Al fin— Bufé. Un hombre de aproximadamente 30 años bajó del camión y se acercó a nosotros
—¿Cuál es la falla?— Preguntó
—No lo sé, de un momento a otro se detuvo y luego comenzó a salir humo— Respondió Jungkook.
—Veamos— Ambos se acercaron al coche y comenzaron a inspeccionarlo.
—Hey, así que al fin estás con Jungkook— Sonrió.
—Shhh— Cubrí su boca —No digas eso—
—Pero si es la verdad— Rió.
—Aishhh, deja de ser tan inmaduro— Bufé.
—No te molestes— Apretó mis mejillas, con dulzura.
—Bien, llevaran el coche al taller— Habló, Jungkook.
—Qué lástima— Bufé.
—Oigan, yo iré al centro comercial, si quieren los puedo dejar por ahí— Sonrió, Jimin.
—Por mí está bien— Me encogí de hombros. Jungkook, se mantuvo en silencio con sus brazos cruzados. —Ehhhh.....iremos—
—Bien, suban— Indicó, con dulzura. Estúpidamente al momento de intentar abrir la puerta del coche, tropecé con un pequeño agujero. Luego de eso, los ojos de Jungkook se encontraron con los míos, ya que había tomado mi brazo para que yo no cayera. Por varios segundos quedamos en aquella posición, hasta que la voz de Jimin nos volvió a la realidad. —Hey, tengo una cita, no me hagan llegar tarde— Frunció el ceño.
