El gran día de mi boda ha llegado al fin y tengo un miedo horrible. ¿Y si me pasa lo mismo que en Corea? No podría soportarlo.
Jin: ¿Hermana?
Miro a la puerta y me acerco para abrirla. Jong-Jin sonríe y me mira de pies a cabeza.
Jin: ¿Puedo pasar?
Asiento con la cabeza y entra. Cierra la puerta y me braza pronto.
Jin: Estás temblando, Min
Yo: Tengo miedo, Jin
Jin: ¿Por qué?
Yo: ¿Si Raúl me hace lo mismo que....?
Jin: No, hermana, no lo digas. Eso no va a pasar. Raúl te ama
Yo: ¿Pero si lo hace? No voy a soportarlo
Jin: Si lo hace, yo mismo voy y lo mato
Me separo y lo miro.
Jin: Sólo bromeo. Hermana, sonríe. Hoy es tu día!!
Sonrío y me miro en el espejo. ¿Será que debo olvidar eso?
Yo: ¿Nos vamos?
Jin: Le llamare a nuestros padres para decirle que ya vamos
Mientras él les llama, yo me acomodo el velo y retoco mi maquillaje un poco.Jin: Listo! Podemos irnos
Suspiro y lo miro. Le doy un último abrazo.
Yo: Gracias, Jin. Y si pasa lo mismo...
Jin: Ya te he dicho que no pasará.
Yo: Si llega a pasar quiero que me lleves de vuelta a Corea al instante. No quiero hablar con él
Jin: MinJi...
Yo: Jong-Jin, promételo.
Jin: Está bien, lo prometo. Ahora vámonos.
Salimos de casa y nos subimos en la limusina que nos espera fuera.
Mis nervios comienzan a ganarme. He escuchado que las bodas acá son distintas: la mujer camina al altar, ahí donde el hombre ya la está esperando. En Corea la mujer espera en el altar.
Como yo. Y vaya que espere.
Miro a Jin y me sonríe pronto. Me recargo en su hombro y cierro fuertemente los ojos.
Yo: Jin, tengo que decirte algo
Jin: Claro, Min
Yo: Me acosté con el hermano de Raúl
Se hace un silencio en el lugar y la limusina se frena. El chófer abre la puerta y nos vemos obligados a salir.
Jin me toma la cara entre sus manos y se agacha para quedar a mi altura (él mide 1,80 y yo 1,60).
Jin: Hablaremos más tarde, pero no quiero que te pierdas en eso. Hoy es tu día
Yo: Soy una zorra
Jin: Hey! No digas eso nunca más, ¿ok? No lo eres. El cuerpo es débil.
Me abraza y se separa para ofrecerme su brazo exactamente como lo hizo Marc cuando fuimos a Badalona a casa de sus padres.
Ladeo la cabeza de un lado a otro repitiéndome una y otra vez que debo de dejar de pensar en Marc, en lo que pasó entre ambos.
Jin: Tranquila, hermana
Suspiro y subo los escalones para entrar a la Iglesia. Las puertas de madera se abren y veo a Raúl arriba, en el altar de espaldas a donde yo. Todo el mundo gira la cabeza y se ponen en pie. Un suspiro saliendo de miles de gargantas pasan por mis oídos y se encarga de llenar mi cuerpo de seguridad con cada paso que doy. El Padre me mira y sonríe.
Raúl voltea cuando estoy a pocos pasos de donde está él.
Sonrío y quiero abrazarlo fuertemente pero no lo hago.
Jong-Jin y yo subimos los dos peldaños para llegar al altar y mi hermano me da un abrazo para entregar mi mano a Raúl. Jin le da un abrazo a Raúl y le da palmaditas en la espalda.
Jin: No me decepciones, Raúl
Auron: No lo haré
Jin me lanza una mirada de fuerza y luego se va para ponerse detrás de los chicos. Mis Damas de Honor se acomodan de mi lado.
Miro el lugar rápidamente y desearía detener el tiempo.
El Rubius, 8cho, Wismichu, Jorge, Luis, José y Miguel son los Caballeros de honor de Raúl.
Jessica, Ilasha, Martha, Jesira, Lisa, Sofía y Mónica son mis Damas de Honor.
Ya estoy a punto de morir.
Raúl me toma de la mano y ambos miramos hacia el Padre.
Padre: Estamos hoy reunidos aquí para unir en santo matrimonio a esta pareja.
Lo demás me es borroso y los sonidos me son casi mudos. Raúl se da la vuelta para quedar de frente a mi y tomar ambas de mis manos. Marc se acerca al mismo tiempo que Martha y nos entregan los anillos.
Auron: Yo, Raúl Álvarez Genes prometo estar contigo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad. Prometo amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe.
Y me coloca el anillo.
Yo: Yo, MinJi Galindo Kim prometo estar contigo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad. Prometo amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe.
Y le pongo en anillo.
Padre: Los declaro marido y mujer. Raúl, puede besar a la novia.
Y Raúl me besa. Siento que voy a desmayarme en cualquier momento. Nos separamos y miramos a la gente aplaudiendo y algunos llorando. Veo a mi madre, a mi padre y a mi hermano. Mis padres lloran y mi padre abraza a mi madre. Jong-Jin aplaude y la sonrisa que me regala es mi energía.
Miramos a los padres de Raúl y también se abrazan, y sólo su madre llora. Miro a mis Damas y sonríen. Miro a los Caballeros de Raúl, en especial a Marc y le sonrío.
Raúl y yo caminamos a través del pasillo mientras la gente arroja arroz y otra cosa que no sé que es y salimos. Nos subimos a la limusina y esta comienza a conducir.
Auron: Me siento feliz. Mi corazón está al mil
Yo: También yo. Gracias
Auron: ¿Por qué?
Yo: Por haber estado en el altar
Auron: Ese tipo es un idiota, y lo que te hizo no tiene nombre. Pero yo te amo de verdad y estaré contigo hasta el final
Sonrío y lo beso.
Me subo a horcajadas sobre su regazo y levanto un poco mi vestido.
Auron:¿ Qué estáis haciendo, princesa?
Yo: Ya verás
Beso su cuello y desabrocho su camisa para pasar mis labios por su pecho. Me aparto para colocarme en cuclillas y besar su abdomen. Gime y levanta la cabeza para mirar el techo.
Yo: ¿Estáis bien?
Desabrocho su pantalón y saco su miembro sin dejar de mirarlo.
Auron: Vas a matarme, Min
Me coloco de rodillas y lo meto a mi boca. Me muevo rápido y los gemidos de Raúl no tardan en aparecer. Me separo y me levanto pero Raúl me tira al suelo y levanta mi vestido.
Auron: Vamos a celebrar esto
Besa mi cuello y unos segundos luego, lo siento. Gimo*---*
El lugar de la fiesta es espectacular. Es algo privado pero al aire libre. La gente se pasea de un lado a otro con bebida en mano o sólo dan un paseo antes del Gran Brindis.
Raúl ha estado atendiendo a todo cuanto necesita ayuda.Termino de hablar con unas señoras familiares de Ilasha cuando Marc se me acerca.
Marc: ¿Puedo hablarte?
Asiento y salimos del lugar.Rag Auroner
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Amor Inefable | AuronPlay
FanfictionRaúl Álvarez, famoso YTr de Barcelona, España. MinJi Galindo, famosa YTr de Seoul, Corea del Sur. Un viaje. Una esperanza. Una vida que no creía y que no deseaba al principio. Una vida que poco a poco termina con su propia forma de pensar. Una v...