Un mismo corazón

Capítulo #13

Camila

    La amaba por ser quien era pero en el fondo de mi no pude evitar sentir un poco de celos al ver como su rostro se entristecía al escuchar sobre Beatriz, sabía que  nunca podría borrarla de su vida pero yo quería ser quien formará ahora nuevos recuerdos y sentimientos en Aileen, quería que me amara de la misma manera en que amó a mi prima, eso era lo único que yo quería.
Aileen me había instado a que llamará a mis padres para preguntarles como estaba, ella parecía saber que ellos estaban preocupados por mi y había ido a visitarlos días después luego de que me saliera de casa y fuera a vivir con Aileen, ellos aún seguían sin aceptarla y mi mujer entendía ya que  porque por otro lado sus padres tampoco sabían de lo nuestro y en el fondo la notaba preocupada por esta situación, temía de que sus padres y mis tíos se enterarán y la vieran con malos ojos.

Aileen

      Desperté un tanto sobresaltada por perder a Beatriz de nuevo en mis sueños, yo me sentía aún impotente de no haber podido hacer nada para salvar su vida y eso me llevaba a tener pesadillas en ocasiones de las cuales callaba, pero con la presencia de Camila habían disminuido y hoy volvían, no pude contener el llanto y me desahogue porque sabía que estaba sola, el viaje de vacaciones sólo había hecho que mis sentimientos y emociones revolotearan como golondrinas en primavera sobre el cielo azul despejado.

    Salí de la cama una vez que cesó  mi llanto, me vestí y salí para pasar a recoger los boletos del viaje, cuando los tuve en mi mano me di cuenta de que yo estaba temblando todo me parecía tan irreal pero tan cierto, salí de ahí para dirigirme hacia el panteón en donde descansaban los restos de Beatriz hacía un mes que no iba y hoy necesita hablarle, reprocharle el porque me había dejado sola y comprado boletos para un viaje que no compartiría conmigo ¿porqué había comprado esos boletos sin decirme nada? al final le agradecí su detalle y le dije que aún la amaba, pero que también amaba a Camila de manera diferente pero la quería, estuve un rato en ese lugar hasta que me sentí relajada me marché de ahí. Cuando llegue a casa ya había oscurecido y mis ojos estaban rojos e hinchados, seguramente Camila se daría cuenta de que estuve llorando si me encontraba despierta así que preferí acostarme antes de que ella llegará y lo notará.

    No la sentí llegar pero me desperté a las dos de la madrugada y para ese entonces ella ya dormía a mi lado, me levanté a orinar y al estar de vuelta la abrase, ella se removió un poco al sentirme pero se acurruco en mi y yo en ella, quien se convirtió en mi refugio.

    Los días transcurrieron y mi turno cambio, paso hacer al de pasado el meridiano así que Camila y yo comenzamos a coincidir en horarios y convivíamos más, tanto que llegue a ser su modelo para que pintará se le miraba muy seria y concentrada cuando lo hacía, cuando vi su obra terminada me quedé sin palabras, era muy buena en lo que hacía y sin más fui a la galería de arte en donde exponían sus obras, hubo un evento en el que Camila tenía que estar presente y yo fui su invitada de honor y no dude en acompañarla, fue ahí donde conocí a sus padres quienes me saludaron no muy gustosos y en parte podía entenderlos, su hija la más pequeña y enfermiza vivía con la mujer que había sido de su prima en menos de un año de su muerte.

Camila

- Tengo que hablarte de algo – me dijo Aileen.

-Dime ¿qué pasa?

- Es sobre los boletos del viaje.. serán mis vacaciones para ese entonces y me gustaría ir contigo, si te gusta la idea.

-Umm – fingí pensarlo – esta bien, te acompaño - dije sonriéndole.

-¡De verdad! Sólo es una semana, Beatriz no era de las que pasaba muchos días vacacionando fuera de casa, así que serán pocos días.

    Aileen se relajó una vez que me dijo y yo acepte su invitación, hacía mucho tiempo que no iba de vacaciones y la idea  de ir de ir con ella me gustaba aunque no tanto el hecho de que fuera a costillas de mi prima, además acepte en parte porque me sentía mal por como la habían tratado mis padres en la exposición y sentí que debía congraciarme con ella de alguna manera aunque el hecho le recordara aún más a Beatriz.