Beatriz
Era la primera vez que Aileen me pedía que comiera sin ella, luego de que saliera del coma quería estar siempre pegada a mi y yo a ella, tanto que temía dormir y que al despertar fuera todo un sueño, además de eso tenía miedo salir de compras o a otros lugares pero en cambio salía sin problemas al trabajo o a casa de nuestros padres.
Note que Aileen se mostraba rara cada que veía a Camila y a Valentina, yo nunca había sentido celos, sin embargo cuando me contó lo que vivió en sueños con Camila los sentí por primera vez, pero no los sentí cuando recién me lo dijo sino después cuando mi prima llegaba a casa y yo notaba a Aileen un tanto confundida, aturdida, y cuando le preguntaba me decía que ella ya había vivido la escena de una manera diferente, yo no podía imaginarme a Camila y Aileen juntas, porque me hervía la sangre, me llenaba de celos, sabía que aquello había sido sólo por su inconsciente, pero que para ella fue muy real y lo entendía, así como entendía perfectamente el dolor que había sentido el saber que su pareja había muerto y que el corazón de su ser amado ahora lo poseía ni más ni menos que Camila. Yo sentí el mismo dolor de tan solo pensar perderla, agonizaba cada día por pensar en que Aileen podía morir, pero Dios escucho mi plegaria de cada día y aquí estaba, viva, tan consciente y sin ningún defecto, porque tuvo el riesgo de quedar con daños colaterales.
La seguí a la hora de la comida pues había estado rara estos dos últimos días y hoy para colmo me decía que comiera sin ella, así que la seguí sin que se diera cuenta y la mire tocar a la puerta de la especialista en fertilización, me quedé paralizada, no sabía que ella quisiera ser madre, yo me sentía feliz sólo con ella, no necesitaba de algo o alguien más que sólo Aileen. Me quedé ahí hasta que la vi salir, pero no salió sola sino que salió con Camila y de tras suyo la doctora, ambas se miraban sonrientes y entusiastas con mucha confianza entre ellas, eso me hizo hervir la sangre ¿Qué hacían juntas?¿acaso habían quedado de verse? Me quedé ahí escondida por un momento sin saber que hacer o si debía salir a decirle algo, pero al final no aguante más y salí al pasillo en donde estaban hablando, al verme acercarme las tres guardaron silencio un breve segundo, pero retomaron la charla y cuando llegué justo donde estaban ellas Camila intentó saludarme pero yo ignore su saludo.
-¿Por qué esa grosería Beatriz? – me dijo Aileen por mi conducta hacia mi prima - ¿Por qué no la saludas?
-¿Qué haces aquí? ¿qué haces con ella? – le pregunté enojada, llena de celos, ella lo noto y trato de mostrarse calmada.
-¿Qué crees que hacemos aquí? – preguntó irónica.
- No lo sé, dime tú que haces aquí.
-Seguramente te estoy engañando con ella – me dijo – y la doctora Francis es nuestra cómplice.
Los celos me cegaron al escucharla decir eso y sin pensar la golpee en la mejilla, la doctora y Camila sólo miraron sorprendidas mientras que la mirada de Aileen me mostraba el dolor y la gran tristeza que yo le había causado y se marchó de allí casi llorando.
-¿Qué te pasa? – me pregunto Camila indignada - ¿Por qué ese arranque de celos? No entiendo tus celos hacia mi.
-Perdóname – le murmure, pues ni yo misma podía creer lo que había hecho.
- Yo no soy quien debe perdonarte, es Aileen, nos encontramos aquí por causalidad cuando vine a pedir información sobre la fertilización asistida y la doctora nos explicó a los dos sobre este tema – me miro intensamente a los ojos y dijo una vez más – no entiendo tus celos – y se marchó.
Me quedé ahí parada como una tonta y como una gran miserable ante los ojos de la doctora y Camila luego de bofetear a mi esposa ¿Qué había hecho? Me reproche una y otra vez ¿cómo fui tan estúpida en dejarme llevar por mis celos? Jamás se me cruzó hacerle algo así, comencé a llora ¿como podría pedirle perdón? ¿cómo podría mirarla a la cara después de lo que le hice? Las horas transcurrieron lento para mi luego de lo que hice, no me atreví a ir a buscarla a su estancia de trabajo, sin embargo a la hora de salida de la clínica ella me esperaba en el lugar de siempre para irnos a casa, yo francamente no esperaba eso, creí que se iría por su lado. No nos dijimos nada, sólo subimos al auto y el trayecto de regreso a casa fue en silencio, yo no tenía el valor para hablarle y ella se mostraba indiferente, una vez entrar a casa lo primero que hizo Aileen fue devolverme la bofetada y de cierta manera me sentí aliviada, si mi error lo borraba mil cachetadas la dejaría hacerlo, pero eso sería imposible pues la ridiculice y maltrate enfrente de dos personas.
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Un mismo corazón
Roman d'amour¿Como poder olvidar al único y gran amor de tu vida cuando muere y alguien muy cercana a tu ser amado tiene su corazón? Pues esto es lo que ocurre con Aileen que pierde al mor de su vida, pero el destino las vuelve a juntar.