Me puse una venda alrededor de mi muñeca que ya no sangra, la lave con anterioridad y agregue alcohol que * diablos* - pensé- ardió como el fuego ya que la cortada fue profunda. Enjuague el lavabo y regresé a mi cama daban las 4 am y me paró a la escuela 5:30 a lo cual decido perderla jugando un rato.
Ya saben de la típica rutina así hasta aquí lo dejo..
Que puedo decir, me levanté y me dirigí a como pude al baño aunque con un dolor infernal en la mitad de mi brazo izquierdo desde mi muñeca hasta mi codo ha sido una joda esto desde ese momento, me arrepiento pero quería aunque sea limitar mi vida en algo tan pequeño, terminarla y dejar todo es el gran sueño que he anhelado puesto que siempre lo recalcó.
Lavé la herida, me ardió nuevamente pero no podía hacer algo tal cual así que lo que hice fue terminando tomar otra venda limpia y la puse como la anterior sobre mi herida mientras la otra la limpie y la dejé secando. Hecho ello tome un baño tibio, tomé mi uniforme y me lo puse, arreglé mis tobilleras y finalicé con mis zapatos. Bajé hice mi desayuno y me fui a la escuela al llegar simplemente recorrí el patio sola con audífonos reproduciendo - Vuelve de Beret y solté una lágrima traicionera sin saber el porque de ella pase mi mano por mi mejilla y cuando bajaba mi mano sentí un tacto cálido de una palma de alguien sosteniendo la mía haciéndome girar y dar en su pecho...
- Aruna, no llores...
- Reconocí su voz en el instante. Tocó por accidente mi muñeca libre (la lastimada), pero sólo la baje aguantando el dolor. Con la derecha me aferre a su suéter olvidando que había más personas.
- Eres tan linda, tus ojos son tan hermosos pero no cuando están húmedos - paso su mano por mi cabello-.
- Emiliano, mejor vámonos no es bueno que nos vean.
- No importa, que se vayan por un tubo si les afecta, más respetare lo que me digas.
- Sólo... Vamos al salón, por favor.
- Esta bien - me abrazó tiernamente-Algo cortó esos inolvidables momentos, únicos, confiables y de parte de mí traicioneros ya que no tendría que hacerlos puesto que sé aquella promesa...
Emiliano, perdoname si me alejo, no me odies lo haré por tu bien - pensé-
Llegamos a nuestra aula me dirigió a mi asiento y se sentó a mi lado, minutos transcurridos llega Luna con Giovana como siempre con cara de estar molesta conmigo aunque siga sin saber el por qué, simplemente cuando me ve desde que conocimos a Emi me mira de ese modo al estar con su amiga se oían sus cuchicheos y eso que estaba 4 mesas de distancia al frente de ellas ya que las mismas se encontraban en la penúltima fila como si tramaran algo posiblemente malo, no lo sé, lo único que sé es que al terminar el periodo escolar de hoy me iré a escondidas y más rápido que inmediatamente a mi casa.
Historia, matemáticas, 2 horas de filosofía, formación, química, taller... El timbre de salida, a como pude agarre mis cosas y posiblemente una tortuga seria en estos momentos más efectiva que yo en el escapé pues las mencionadas al ver que no había nadie cerraron la puerta dejando me a su posible merced, alterada, aterrada y mis lágrimas delatandome; se acercan y yo me inco en mi posición y siento un fuerte dolor en mi pierna derecha Giovana ha pateado en esa parte, Luna por su lado me jala el cabello haciéndome alzar mi mirada, viendola fijamente observé en sus ojos que hace años parecían inocentes, de hermoso color en algo frío y tenebroso.
Grita “mira a quien tenemos aquí", mi estupenda amiga Aruna. ¿ Qué pasa hermosa?, ¿duele?, ¿ en verdad?. Es una lástima que no a guantes unos simples golpes, total eres un simple saco al cual cualquiera puede llegar a desquitarse. ¿ O no Giovana?, tienes razón Luna está no sabe controlarse, una simple estúpida niña solitaria que suele refugiarse en sus audífonos, que por cierto ¿ dónde los tienes?, ¿EH?, contesta maldita.
Ya no respondía en ese momento, me percaté que abrieron mi mochila y Luna los agarró con tanto desinterés y a la vez con tanta malicia en su siguiente acto, alguien empezó a tocar la puerta, me hicieron callar con mi cinta que estaba en mi bolsillo del frente. Al ver que no se emitía sonidos abrieron las puertas y se escondieron en las mesas que se hayan oscuras por lo cual no se veían en eso veo no solo al maestro sino a Citlalli otra vieja amiga que pensaba no volver a encontrarla se encontraba con Emiliano la primera mencionada vino a abrazarme pensaba que ya no me reconocería y el otro me quitó la cinta despacio sobando mi cabello como hace rato, fue un milagro, en eso el maestro saca de su inutil escondite a la que se hacia llamar “amiga" con su compañera las agarro de sus brazos y las llevo a lo que parece a la dirección. Yo estoy llorando en el hombro de Citlalli, ella sigue abrazandome y Emi recoge mis cosas y pone mis audífonos en mi cuello soba en ese momento mi espalda.
Me sacaron de ahí, aunque me dolía mi cuerpo habían abusado violentamente con sus golpes.
Después...
- La llevaré.
- No te preocupes yo veré a estas idiotas para ver que harán con respecto a esto.
- No deberían preocuparse, estoy bien.
- Calla amiga, deja que Romeo te ayudé.
- Romeo?, yo? - se tornó de color-
- Citla, no digas eso
- Ya anden, no andas de posición de estar aquí
- Me ocuparé de ella, te llevaré a casa para que descancesAl salir de la escuela, sentí como me llevo en su espalda era corto el camino aproximadamente 10- 15 min, sinceramente me sentí de la jodida aunque con esto agradezco su gesto de ellos.
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La vida continúa
Teen FictionNadie sabe quien entra y sale de nuestra vida. Está en ti el poder cambiar tú historia