angelus ; jordan parrish I.

capítulo trece.

013: fratris.

Al escuchar esa voz, todos voltearon hacia arriba pero no encontraron seña de alguien. A Grace le pareció una voz tan conocida.

Una luz blanca apareció frente a ellos y una silueta entre ella también. Todos miraron curiosos lo que estaba pasando frente a sus ojos, hasta que la pequeña iluminación se fue esfumando dando a revelar la identidad de aquella voz.

– ¿¡Demian!?– preguntó Grace sorprendida al ver a su hermano frente a ella. Él le sonrió y la castaña corrió hacia él para abrazarlo con todas sus ganas.

Su hermano está ahí, con ella. Era algo que jamás lo hubiera imaginado.

– Es el hermano de Grace– les avisó Lydia a los otros chicos, quienes miraban la escena de ellos dos abrazándose.

– ¿Qué haces aquí? ¿Cómo pudiste venir?– lo cuestiono Grace cuando se separó de su abrazo.

El joven rió.

– Ocupan mi ayuda– respondió Demian– y el Señor me permitió venir, no por mucho tiempo, sólo hasta que encuentren a Stiles.

Demian y Grace se parecían tanto, los dos eran castaños y sus rostros tenían algunas semejanzas, como los pequeños lunares que tenían. Sus ojos también se parecían. No podían decir que no eran hermanos.

– ¿Cómo nos ayudarás?– preguntó Lydia mirándolo con una ceja arriba.

– Digamos que tengo un poder especial– soltó Demian viendo a la manada– si ustedes me dan cualquier cosa que pertenezca a Stiles, lo que sea puedo encontrarlo con un tipo de estado psíquico profundizado...

– ¿Qué significa?– lo cuestionó Liam interrumpiéndolo.

– Que no importa dónde se encuentre, podré llegar a él a través de mi mente. Cuando lo haga, ustedes sólo tendrán que ir por él.

– Suena como una locura– habló Malia.

– Pues no lo es– reprendió Demian. Él era mucho más confidente para hablar que Grace cuando recién llegó a la tierra.

– No había leído acerca de esa habilidad en el bestiario– comentó Lydia cruzándose de brazos.

– Tu bestiario no dice todo lo que podemos hacer– Demian se acercó a su hermana– escuchen, deben confiar en mi. Sólo vine para ayudarlos. Ese tal Stiles será de gran ayuda para su pelea contra el Asag.

Scott suspiró y asintió.

– Está bien– soltó– iremos a su casa y buscaremos en su habitación.

[...]

Habían agradecido con su vida que Mason pasara por ellos a la entrada del bosque, porque si no hubiera tardado una eternidad en llegar. Aunque el camino a casa de Stiles fue incómodo, debido a que apenas y cabían en el coche. Pero al final llegaron y el Sheriff y Parrish se encontraban de camino a ellos.

– Okay, la habitación de Stiles está arriba– comentó el alfa– ¿qué necesitas?

– Lo que sea– respondió Demian– una camisa, una foto, su almohada o algo que signifique mucho para él, ayudará más.