Cap. 27 : Pánico

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*Amalia Badía*

Entro al despacho donde me había llamado Seth, toco l a puerta y escucho un "Adelante" con voz cortante y fría

-Hola... ¿Me llamabas?

-Sí, ven siéntate, necesito preguntarte algo

Me siento y lo veo mientras el revisa unos papeles sin tomar mayor importancia a mi presencia, espero hasta que me habla y lo hace de forma cortante, como es su costumbre

-Bueno, quiero preguntarte si has hablado con Tobías- por fin levanta la vista y me observa escaneando mi reacción

-No, o bueno, hemos hablado pero no mucho, ¿Por qué?

-Salió muy temprano esta mañas na y llevaba un humor insoportable, pensé que tal vez tu sabías algo, o te dijo algo de su motivo de salida

-No, me temo que no sé nada, si hablamos pero no me mencionó nada así

-Y quería decirte algo, no tiene nada que ver con el tema pero necesito que sepas... -- me emociono ante las palabras

Escuchamos como se abre la puerta y entra la chica rubia con los labios y ojos maquillados de forma exagerada, la miro y la analizo un poco, cuando se acerca y se sienta a en una de las piernas de Seth y se aferra a su cuello y me mira con cierto asco y desprecio, no bajo la cabeza y Charlotte de molesta ante eso, y le hace presión en el cuello a Seth para que haga o diga algo, pero el solo suelta un suspira y jala con la mano libre otra silla que se encuentra cerca y la sienta el ella para quitarla, trato la manera de aguantar la risa pero una sonrisa se muestra y la rubia se enfurece

Todo queda en un silencio, y uno muy incómodo a decir verdad, estoy para irme, cuando voy a levantarme de la silla escucho que la puerta se abre y veo como Tobías entra por la puerta con una cara algo preocupada aunqur trata de ocultarlo con una sonrisa nada creíble

--Tenemos que hablar... -- escucho decir a Seth agotado mientras se recuesta en el escritorio
Volteó a ver a Seth para ver su respuesta y de forma seria dice "habla"

--Charlotte, por favor vete de aquí, es algo importante y personal
La chica se levanta enfadada y sale dejando la puerta con un golpe muy duro
Veo como suelta un suspiro fuerte y pesado, y empieza a contar todo lo que pasa

--Mira... Amalia, seré claro y contaré todo como es, pero necesito que seas fuerte, debes recordar que prometí cuidarte y estaré siempre para ti

-- Dímelo... quiero saber

--Sabía que tenías un mal presentimiento y quise averiguar que pasaba, y pensé en tu familia, sé que los extrañas y busqué, mandé a investigar, me enteré que hubo un fuerte accidente en tu casa, se incendió, tus padres no aparecen, ni sus cuerpos, ni rastro de ellos

--¿Qué?-- Pregunto incrédula ante la situación--y ¿Samanta? .

--Ella está en el hospital, está herida, y no puede ser sacada de ahí hasta que llegue un familiar legal, no yo quise hacerme cargo pero no me dejaron por no ser familiar. Me dieron su estado actual y está grave. Amalia, tengo un mal presentimiento y debemos sacarla de el hospital cuanto antes. Todo es muy sospechoso, nada concuerda, y creo que hay algo más detrás de la repentina desaparición de tus padres, estaré apoyándote en todo y prometo que averiguaré que sucede.

Me quedo callada, pensando, buscando una solución para todo esto, y no encuentro. Escucho todo lo que dice sin interrumpir, ni preguntar nada, sólo siento como con cada palabra los ojos me arden y miro más borroso, mi mirada se pierde en algun punto de suelo de aquella habitación, y solo busco la forma de controlar mi reacción, junto con mis lágrimas

Siento como los brazos de Tobías me levantan y dejan de pie para abrazarme y dejar que suelte todas las lágrimas, suspiros, llantos y hasta gritos que tengo retenidos. Siento como empiezo a perder control de todo, y lloro como niña pequeña en brazos de su madre, pierdo el control de mi respiración y me cuesta jalar aire.

Tobías me agarra de los hombros y hace que levante la cabeza y me habla con voz firme

--Amalia, debes controlarte y ser fuerte tú, para poder ser fuerte para tu hermana, que es la única persona que importa ahora, debes estar con ella

--Vamos al hospital

--¿Prometes estar bien?-- cuestiona con mucha preocupación y dudo un poco antes de dar mi respuesta

--Lo estaré para ella

Eso basta para que Tobías observe a Seth, quien no ha dicho ni una sola palabra desde que empezamos a hablar con su amigo. Lo mira y se da cuenta que él está perdido en sus pensamientos, le llama por su nombre y Seth voltea algo sobresaltado, nos mira y con un movimiento de cabeza le da la autorización para arreglar todo para el viaje

Me quedo sentada nuevamente mientras Tobías sale de la habitación y a lo lejos se escucha su voz dando ordenes a todos los que están afuera. Quedamos en silencio, trato de controlar mi llanto, y Seth se pone de piede forma repentina y brusca, se acerca a una librera que tiene en el despacho y saca un folder con unos documentos, me parece muy extraño todo, en especial su comportamiento, así que decido aproximarme a él y observo que son documentos con muchas cifras y resultados de algunas cuentas, y atrás unos papeles de algunas personas son el mismo apellido que Seth. Trato de asimilar qué tiene eso que ver con lo que me está pasando, pero no me menciona ni una sola palabra para tratar de hacerme entender

Vuelvo a sentarme, recargo mis codos con mis piernas y agarro mi cabeza con desesperación, estoy demasiado confundida, y dolida
Siento que todo esto es mi culpa, por haber venido, por no estar con ellos, por no cuidar a Samanta

Esto es mi culpa, y quiero arreglarlo, o al menos mantener viva a mi hermana, voy a protegerla de ahora en adelante.

Cierro los ojos ya que me dificulta mucho abrirlos por el ardor, escucho como la puerta se abre y Tobías entra por la puerta con cara sería, al levantar la vista y encontrarse nuestra mirada, su mirada se vuelve tierna, dulce y llena de preocupación se acerca poco a poco y me habla mientras lo hace

--Ya está todo listo, ¿Nos vamos?-- antes de que pueda responder, se para firme Seth y responde

-- Vámonos ya

Me levanto ya más tranquila y con más fuerza que nunca, con más ganas de recuperar lo que perdí. Camino antes que ellos y salgo de la casa para ver una camioneta negra con algunos hombres con los que he cruzado palabra alguna vez, y un carro deportivo azul obscuro. Empiezo a caminar y siento la mano de Tobías posicionarse en mi cintura y llevarme hasta el carro deportivo, subo y escucho a Tobías decir a Seth que el esté vigilando la otra camioneta.

Seth no muestra su molestia en su total resplandor, ya que desde hace rato, está callado y perdido en sus pensamientos

Tobías enciende el carro y lo pone en marcha, detrás viene la otra camioneta en la que Seth viaja, voy pensando e imaginando en cómo encontraré a mi hermana, en la camilla, herida, golpeada e indefensa...

Sigo pensando hasta que sin pensarlo pregunto en voz alta

--¿Qué haré ahora?

--No sé, no tengo nada claro... pero te prometo, que estarás bien, lucharé porque así sea...

Dice mientras toma mi mano y me da un calido apretón, siento un alivio, y emoción al saber que lo tengo a él, y que el me estará apoyando...

Desviando el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora