Cap. 29: Apoyo incondicional

82 8 4
                                    

--Mami... -- dice Samanta aún con los ojos cerrados, el doctor que siempre está con la familia Abad se acerca y empieza a revisarla, le toma el pulso y verifica que todo esté en orden.

Siento una emoción, cuando dice que está todo en orden, y que antes de salir le inyectó anestesia para que pueda tener el viaje tranquilo, todo el camino voy con la cabeza llena de pensamientos absurdos, sobre las miles de posibilidades de como liberarme de esta gente, sin embargo todas acaban con un final fatal, ya que, sé que no son los únicos que nos quieres atrapar, así que veo a los Abad como una protección hasta cierto punto.
En un momento el doctor que me mira de forma curiosa me pregunta si todo está bien, sin saber que responder, me quedo callada.
El me dice que no debo tener miedo, que los Abad no son malas personas, solo han tenido qie adaptarse al mundo que los rodea, procuro no sonar muy cortante, pero sólo me sale un patético

--Lo sé, les agradezco su ayuda

Todo el camino voy pensando en que haré para mantener a mi hermana fuera de peligro, porque en este momento es lo único que me importa, su bienestar y seguridas, el doctor me da unas pastillas para el dolor de cabeza, y lo quitan dándome así mucho sueño. Llegamos después de un viaje cansado y bajan a mi hermana para entrarla a la cabaña, la habitación que le da está cerca de la habitación de Elif, así que ellas salen a ayudar con la instalación de Samanta, excepto Charlotte 
Todas mencionan el poco parecido que tenemos con mi hermana, procuro reír y seguir cada broma, aunque me causa demasiada preocupación lo que pasará con la salud de mi hermana

Salgo de la habitación junto con Rouse y Elif para ir a la cocina por algo de tomar, para quitarme el sueño, prepago un vaso de café muy cargado hasta que escucho a Elif preguntar si me encuentro bien, algo angustiada ya, del motivo de su pregunta hablo para saber

--¿Por qué? ¿Tengo algo raro acaso?

--Sí... bueno, desde que veniste has estado más distante con todos

--Menos con Tobías-- Dice Rouse contradiciendo a Elif

--Con todos menos con Tobías-- Ríe de forma burlona a lo que no me hace gracia alguna el intento de hacerme reír-- ¿Ves? A eso me refiero, ya no te ríes, ni tienes esos gestos

--No es nada, estoy bien, algo cansada es todo

--Bueno, si tu lo dices, cualquier cosa estoy para apoyarte-- habla Rouse de forma tierna y trato de forzar una sonrisa para no ser descartes

--Si quieres puedes quedarte en mi habitación mientras se recupera tu hermana, así podrás estar más al pendiente de ella-- propone Elif y acepto con algo de dolor nuevamente

--Voy por mis cosas, gracias, sólo serán unos días, espero.

Salgo de ahí y voy por las cosas más importantes, entre ellas, la ropa para dormir y lo que usaré mañana por la mañana, los medicamentos de mi hermana para tenerlos siempre a la mano, y mis cosas de limpieza personal, salgo de la habitación y camino a la de Elif a dejar las cosas.
Nuevamente entro a la cocina y encuentro a Tobías buscando algo por todos lados

--¿Qué buscas?-- Pregunto en tono neutro de sin más palabras para agregar

--Busco algo para comer, pero ya veré que cocinar, no te preocupes linda

--También cenaré antes, quiero aprovechar a dormir todo lo que pueda, cambiaremos temporalmente de habitación con Elif, para poder estar más cerca de mi hermana

--Me parece perfecto, bueno, entonces, ¿Cena para dos?-- pregunta con una sonrisa en los labios haciendo sonreir a mi también

--Será un placer degustar la comida de tan buen cocinero-- hablo algo burlona

--No sé mucho, pero sé no morir de hambre

Reímos y hablamos un poco de lo ajetreado que estuvo el día, hasta que recuerdo en preguntar la duda que tenía.

--¿Así que soy tu novia?

--Ojalá así fuera... -- responde en tono bastante bajo, pero lo bastante fuerte para escucharlo yo

--¿Qué dijiste? Me hago la distraída para ver si vuelve a decirlo

--Nada, que tenía que buscar alguna forma de que me dieran información, y no encontraba manera creíble, así que tuve que verme en la obligación de decir que eramos pareja, pero, no volverá a pasar

--Oh bueno, lamento haberte tenido que poner en tan mala posición. Puede que espantaras a la enfermera, que se nota quería contigo

--No, no quería dar a entender eso. Al contrario, fue un gran honor decir que eras...

--¿Qué eras que de quién?-- se escucha la voz dulce de Rouse en la puerta

Volteo y la veo caminar a la nevera y sacar lo que parece ser un vaso de yogur, se ríe, y pregunta algo desconcertada
--¿Qué pasa? ¿dije algo malo?

--Claro que no, sólo estabamos hablando de lo que pasó hoy en el hospital-- le responde Tobías mientras sirve la comida en los platos, sin verla a la cara

--Bueno, eso no es nada malo. Por cierto, Amalia, tu hermana es hermosa despertó justo cuando saliste y te estaba buscando. Me vio y no dejaba de preguntar que había pasado

--Debo ir a verla, ¿qué le dijiste tú?

--Le dije que ya regresaría, se nota que es muy agradable

--Dame un rato Tobías, vengo en unos minutos. Empieza a comer si deseas

--Te esperaré, tranquila

Salgo de ahí con la mirada de Tobías sobre mi, camino rápido y cuando estoy en la puerta la abro para encontrar a Samanta con los ojos cerrados, estos se abren al escuchar la puerta y al verme los ojos se me llenan de lágrimas, me acerco y la abrazo con tanta alegría y paz de saber que ya la tengo conmigo.
Y siento crecer el deseo de cuidarla y protegerla sin importar lo que venga.

--Amalia, me da demasiado gusto verte... te extrañé demasiado-- dice entre sollozos

--Yo te extrañé más. Siempre estaré para cuidarte

--Mis papás... Amalia, están muertos-- la escucho romper en un llanto tan desgarrador

--Lo sé, estaremos bien, me encargaré de que así sea...

La abrazo más fuerte hasta que su llanto se vuelve un poco más liviano, me trato de calmar mis lágrimas cuando escucho la puerta abrirse y veo a Tobías entrar con unos pañuelos. Me da satisfacción saber que me está apoyando, siento como se acerca y se para detrás al lado de la cama y me pone una mano en el hombro, y dice "Todo estará bien me encargaré de eso, estoy con ustedes, no lo olviden"

Lo abrazo, cuando me alejo de él me doy cuenta de que Samanta me da con una mirada de picardía.
Ambos reímos y le doy un leve apretón en la mano para que deje de verlo tanto
Después de unos minutos salimos junto con Tobías, ya que Samanta no tiene hambre y se quedo dormida
Llegamos a la cocina y me siento para comer todo lo que Tobías cocino, no puedo negar que si sabe cocinar muy bien. Hablamos de mi hermana y reímos por lo del hospital y su pequeña mentira cuando suena su mensaje y pone una cara de preocupación y miedo, le pregunto si todo está bien, y me dice que sólo necesita hablar con Seth

Veo como los ojos se vuelven cristalinos y sale, no sin antes darme una pequeña sonrisa forzada.
Me quedo ahí sentada cuando escucho como Seth le grita algo a Tobías, y él le responde igual, entran al despacho dejando la puerta cerrada de un gran golpe.
Y ese mismo mal presentimiento de otros días, vuelve a apoderarse de mi cuerpo, alma y corazón

Desviando el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora