Capítulo 5: Vínculo

192 15 4
                                    

Ambas llegaron unos minutos antes a la escuela, Maki le había prometido explicarle todo lo sucedido en cuanto la llamo. Pero con la condición de que fuera en la escuela, se reunieron treinta minutos antes de que las clases enpezaran. Al encontrase se notaba que Nico estaba enojada, de cierto modo se le veía un poco tierna. Sabía cómo tratar con ella cuando se ponía así, y en muchas otras situaciones.

-¿Ahora porque estas enojada?-inició Maki
-¿Por qué crees?-respondió con indiferencia
-No lo se-dijo para mantenerla enojada.
-¡Dijiste que me esperarías idiota!
-Sucedió una emergencia
-Eso no es una escuza, ¡podías haberme avisado! ¡Almenos dignate en responder!
-Perdí el teléfono ¿si?
-De todos modos te dije esperame y solamente tú... -las lágrimas comenzaron a brotar- tu debias hacerlo. Estaba tan preocupada por ti
-Perdón Nico, n-no sabía que te sentías así-tartamudeo- deja de hacer eso.
-¡Tu me importas mucho idiota!
-Perdón, no debí dejarte sola-se acercó a abrazarla- por favor deja de llorar.
-Te tenía una sorpresa esa noche, pero la echaste a perder.
-Lo siento mucho, no merezco estas cosas que haces por mi- Maki trato de cambiar de tema.
-Tu me gustas mucho y no te das cuenta ¿¡que tengo que hacer para que me hagas caso!?
-Yo...

Nico se separó del abrazo, la miró a los ojos y le robo un beso. Lo hizo sin pensar, sintió como si solamente tenía que hacerlo. El beso fue largo, Maki no se resistió en ningún momento. Era el primer beso de las dos chicas, se podía notar cierta torpeza y falta de experiencia, sin embargo ambas gozaron cada momento. Nico se separó para poder tomar algo de aire, aun seguía con los ojos llorosos, pero estaba mucho más calmada que hace algunos instantes. Miró a Maki y tomó sus manos estaba lista para declararse con propiedad, basta de llorar, no servía de nada si aún no lo intentaba.

-Ya dije mas de lo que debía, quizás lo hice sin pensar o me lleve por el momento, pero creo que este es el momento para decirte todo lo que he guardado. Amo todo de ti, me inspiras a seguir mi camino, . No hace mucho que nos conocemos, y desde que te conozco no he hecho nada mas que enamorarme cada día mas de ti. Te daría miles de alagos y me faltaría tiempo para poder dártelos todos. Solo quiero que formes una parte indispensable de mi vida, por eso Maki, ¿quieres ser mi novia?
-Nico... Claro que si, eres todo para mí ¿Como podría decirte que no? Te amo mucho mas de lo que podría describir con palabras.

Nico acarició su mejilla y volvió a besarla. Quería hacerlo por todo el día, sus labios eran tan suaves y delicados, cada beso les daba un placer intenso. No les importo que algunos estudiantes las vieran, era insignificante, preferían seguir. Todo iba tan bien hasta que se percataron de la hora, se les haría tarde para llegar a sus clases. Sin embargo ninguna quería separarse de la otra, ahora mucho más que nunca. Maki tenía una asistencia perfecta, pero creía que podría cometer una excepción solo por Nico.

-Nico, no quiero separarme de ti, y me gustaría estar contigo todo el tiempo posible. ¿Puedes faltar a clases?
-¿La gran estudiante Maki me está pidiendo que escapemos juntas de esta prisión llamada escuela?-dijo con humor
-Si mi vida quiero huir contigo hacia un futuro contigo, tan hermoso como la sonrisa que me brindas- le siguió el juego.
-Esta bien, pero solo por esta vez ¿eh? -No quiero que digan por ahí que por estar conmigo tus notas bajaron. ¿A donde me llevaras?
-¿Como haces para saber lo que voy a hacer?
-Nozomi me enseñó a hacer muchas cosas.-contesto su duda
-Esa chica no deja de sorprenderme. ¿A donde quieres ir?
-Dónde tu quieras cariño-dijo con una sonrisa.
-Vamos a comer pasteles ya sabes donde.
-Si adivinaste
-Pero no se supone que yo iba a es... No importa.

Salieron de la escuela tomadas de la mano, estaban tan felices de por fin ser pareja. Era necesario celebrar un acontecimiento tan importante y que mejor que invitar la comida favorita de Nico.

Olvidó por un momento las consecuencias de salir de clases, su madre iba a regañarla. Quizás porque ya no importaba por el momento, ahora estaba con una persona muy especial que hacía que olvidara de sus preocupaciones. Sus sueños se habían vuelto realidad, al fin estaba con ella de manera formal. Ahora podía hacer muchas más cosas que como amigas simplemente no podían hacer, podía consentirla más de esta manera.

En el camino no dejaban de darse muestras de amor, frases y palabras hermosas y de vez en cuando unos besos cortos. A diferencia de otros días el camino no fue tan largo como antes, llegaron sin darse cuenta distraidas por el amor que era compartido entre ellas. Entraron y Nico pidió lo de siempre, chesscake de fresa, Maki probó algo distinto y pidió
una selva negra. Al llegar sus pedidos, Nico no logró evitar su interés por el pastel de Maki.

-Si quieres, solo tienes que pedirlo-le dijo Maki.
-¿Podrías darme un poco de tu pastel? por favor amor.
-Eres tan linda cuando súplicas.
-¡Yo no estaba suplicandote!

Mientras dialogaban Maki ya tenía una parte de pastel, lista para que Nico pudiera comer.

-Eres tan tierna cuando te enojas, si quieres comer mi pastel abre la boca.
-¿No vas a decir "di ahhh"?

Maki aprovecho este momento y Nico pudo complacer su capricho.

-Hey tenías que decirlo tú.
-Te toca darme de comer.
-Ya entiendo

Pasaron esos momentos probando el pastel de la otra de la misma manera, era un acto muy tierno y a ambas les fascinaba. Una vez que terminaron de comer, Nico recordó que aún tenía el presente que iba a entregarle a ayer. Pensó que lo mejor sería dárselo, a modo de agradecimiento por la comida.

-Amor, tengo un presente para ti-le mostró el collar guardado en una cajita- es el mismo de aquella noche.
-Es muy lindo.

Nico se levantó y coloco el collar en el cuello de Maki, ella hizo lo mismo con la otra mitad. Ahora compartían un objeto que simbolizaba sus vínculos amorosos. Se prometieron que llevarían el collar cada vez que pudieran. Salieron del local sin algún destino aparente, se dejaron llevar por el viento. Su cita duró varias horas, ni tenían nada más que hacer pues volver al colegio no era una opción. Hasta que llegaron a un parque, muy bonito en todos los sentidos. Tenía un estanque, los alrededores estaban rodeados por cerezos y como detonante habían pequeños jardines con flores hetmosas. Consiguieron una banca y pasaron lo que restaba de su tiempo. Nico se recostó en el hombro de Maki viendo aquel bello paisaje.




Un futuro contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora