Maki sintió algo pesado en su estómago cuando despertó. Al instante se dio cuenta de que se trataba del brazo de Nico. Y no era para nada parecido a un abrazo. Simplemente su brazo estaba ahí.
Entendió que Nico no era para nada sofisticada a la hora de dormir. Estaba completamente desparramada en la cama. Maki movió el brazo de la pelinegra con cuidado, evitando que se despertara. Fue a cambiarse y salió de la habitación.
Se dirigió a la cocina para prepararle un desayuno en agradecimiento por lo sucedido ayer. Hizo lo mejor posible para hacer un platillo que le gustara. Menos mal habían renovado las provciones de la casa de campo ace poco.
Decidió hacer algo simple. Unos pancakes acompañados por una salsa de arándanos, que ella misma logró hacer luego de un par de intentos. Y para beber simplemente agua. Sabía que un café sería algo ideal. Pero considerando lo ebria que estaba ayer, probablemente no sería lo mejor para ayudarle a que se le quitara la resaca.
Llevó el desayuno en una mesita para que pudiera comer en la cama. La decoró con pétalos de rosa, que sacó del jardín. Cuando volvió al dormitorio, Nico aún seguia dormida. Aún era temprano como para obligarla a despertar. Así que dejó su desayuno en la mesa de noche y se quedó observándola. Se veía muy linda en ese estado.
Nico despertó y lo primero que vio fue a Maki observándola con una sonrisa.
—Buenos días, princesa. ¿Cómo te sientes?
—Buenos días, Maki. No me siento muy bien, tengo sed. ¿Puedes traerme algo de beber?
—Hice algo para ti mientras dormías—dijo mientras acomodaba a Nico para que pudiera comer—. Ten.
—Gracias, no hay nada mejor que algo dulce en estas ocasiones.
—Si necesitas algo más puedes decirme.
—No realmente, salvo... ¿Podrías decirme que pasó anoche? La verdad es que no recuerdo mucho.
—Sobre eso... —aún no se sentía cómoda para contarle lo que había sucedido—. Te lo diré después de que termines de comer, necesitas recuperar energía para sentirte mejor.
—Esta bien, no puedo esperar para saber cómo terminé vistiendo tu ropa.
—Solo no quería que se arruinara tu vestido—respondió desviando la mirada con un leve sonrojo.
—Oye, ¿puedo preguntarte algo?
—Si.
—¿Por qué eres tan linda?
—¡No lo sé!—respondió completamente sonrojada.
—Lo logre—río—. ¿Ya desayunaste?
—No, pero está bien si como después de ti.
—¿Que estas diciendo? Quiero desayunar junto a ti, te espero aquí.
—Solo lo haré por que tu lo dices.Salió y volvió en cuestión de minutos. Nico le indico que se sentara junto a ella con un ademán típico. Una vez estuvo a su lado beso su mejilla y le agradecio lo mucho que se preocupaba por ella. Rodearon el tema sobre lo sucedido anoche, hasta que ambas terminaron de comer.
—¡Ahora no tienes ninguna escusa!, cuéntame todo.
—Pues... Solo estabas ebria y tuve que obligarte a dormir.
—Falta algo, se nota en tu mirada.
—No es nada importante.
—¡Vamos!—insistió frotando su cabeza con el brazo de Maki, como si de un gato se tratara—, se que quieres contarme.
—De verdad, no es nada relevante.
—No te dejaré de molestar hasta que me digas toda la verdad. ¡Cuéntame!—repitió esa palabra por varios minutos logrando que la pelirroja cediera poco a poco.
—¡Ayer tomaste mi virginidad!
—¿Eh?—quedó tan sorprendida que no pudo articular otra palabra.
—¿¡Ya estas feliz!?
—¿E-estas bromeando, verdad?
—¡Cómo podría bromear con algo tan serio!
—Y-yo...Poco a poco comenzó a recordar lo sucedido anoche. Eran fragmentos de un recuerdo entero. Recordaba a Maki atrapada bajo ella, un apasionado beso, gemidos angelicales y por último un poco de sangre en sus dedos. Temiendo que aún tuviera sangre en los dedos, los observó enseguida. Pero no había rastro alguno. Maki decía la verdad, y ahora se sentía muy mal creyendo que había actuado en contra de su voluntad.
Contempló el rostro de la pelirroja, estaba sonrojada, desvío la mirada en cuanto cruzaron miradas. Sabía que era muy pronto como para dar ese gran paso, sólo tenían un mes. Y peor aún ella era su mayor por dos años, ¿que clase de madurez representaba?. Solo pensó en hacer una cosa.
—Lo siento mucho Maki.
—No es tu culpa, yo fui la que te ofreció alcohol.
—¡Aún así, esa no es escuza!
—Lo sé, pero no deberías sentirte mal por lo que sucedió anoche.
—¿Como que no? Aún no se muy bien lo que pasó, pero se que no lo hiciste porque tu querías. Yo te obligue. No me pidas que me sienta bien con eso.
—No es del todo cierto. Yo no supe como detenerte y también me deje llevar.
—No trates de hacerme sentir mejor.
—Digo la ver...—Nico sello los labios de Maki con su dedo índice.
—Calla, solo acepta mis disculpas. Haré algo para compensarte.Maki iba a decirle que de cierto modo lo disfruto. Pero cuando vio el rostro apenado y avergonzado de Nico, decidió dejarlo ahí. Nunca la había visto en ese estado. Probablemte no cambiaría de opinión por más que le dijera lo que en verdad sucedió.
—¿Puedes dejarme un rato a solas? Necesito pensar en lo sucedido.
—Claro, llamame si necesitas algo. Estaré en la sala.Una vez cerró la puerta, Nico se levantó para comprobar si no estaba espiando. De verdad se había ido. Volvió a la cama y deseo no haber preguntado nada a Maki sobre lo sucedido. Seguía consternada, nunca se había imaginado que haría tal cosa.
Las dudas y inseguridades le hacían sentir mucho peor. Tenía miedo a que Maki la dejara. Y no era para menos, tomar la virginidad de alguien en contra de su voluntad merece un castigo severo.
Lo hecho, hecho estaba y nada cambiaría eso. Lo único que podía hacer era complacer y tratar de la mejor manera a Maki, con la esperanza de que algún día olvidara de esa noche.
Sintiendose un poco mejor, se vistió y se dirigió a la sala. La pelirroja estaba viendo televisión con el volumen muy bajo que casi no se escuchaba. Los sonidos de sus pasos alertaron a Maki, quien inmediatamente fue a acercase a Nico creyendo que se encontraba mal.
—¿Te sientes bien?
—Si, quería preguntarte si podemos irnos ya.
—¿Por qué? ¿Hay algo que necesites?
—No, solo—hizo una breve pausa—quiero irme.
—Esta bien—dijo antes de darle un beso corto—. Se que aun te sientes culpable, pero quiero que sepas que...
—¡Maki! ¡Ya basta! No trates de hacerme sentir mejor, lo que hice estuvo mal. Tu no merecías esto, por mas que halla estado ebria no debia hacerlo.Nico estaba muy afligida. No iba a escuchar a Maki por más que lo intentara. Solo lograría empeorar las cosas.
Así que Maki cogio el teléfono y llamo a su madre para que alguien pasara a recogerlas. Volvió al sofá y se quedó viendo el programa, ignorando a Nico. Que le gritara de ese modo hizo que se enojara, detestaba cuando era, tan testaruda como para no escucharla. Por experiencia lo mejor era dejarla así, en algún momento se le pasaría y todo volvería a ser como antes.
O eso fue lo que creyó.
Durante el camino no se dirigieron palabra alguna. Cada una de ellas estaban perdidas en sus pensamientos. Y cuando finalmente llegaron al destino, se despidieron como si se hubieran conocido hace poco. Algo que empezó como un gran paso para la relación terminó en una gran pelea porque dejaron las cosas como estaban.
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Un futuro contigo
FanfictionLos cambios en la vida Maki al pertenecer a μ's son demasiados para ella. Últimamente ha empezado a pensar más en Nico que en cualquier cosa, y tiene dudas sobre qué es lo que verdaderamente siente por aquella chica, quizás simplemente confunda una...