|Capítulo • 002|

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El reloj en la pared marcaba que era las 11:37 am. Hace aproximadamente 5 minutos que había despertado. No tenía ganas de levantarme de la cama, estaba fatigada y sin apetito.

Tenía un gran vacío en mi interior, sentía solo me invadía la tristeza y soledad.

Hace una semana que ya estaba en mi departamento, no había querido ir a la casa donde había vivido con Dua porque me recordaría a ella y tal vez  ella seguiría ahí.

Me enfermaba pensar en que durante nuestros años de relación, alguien más la tocaba de la manera que se suponía que solo yo debía hacerlo, detestaba la idea de que mientras yo me enamoraba más de ella, ella se enamoraba de otra persona.

Pero odiaba más, creer que solo había jugado conmigo. Qué tal vez nunca me amó.

Realmente no sé cuánto tiempo pase sumergida en mis pensamientos, volví mi vista a las manesillas y ya era la 1:05pm.

Sin ánimos, me levanté de la cama y fui a tomar una relajante ducha, el agua tibia caía sobre mi cabeza y hombros, y está a la vez, resbalaba por todo mi cuerpo.

Cuando salí, me seque el cuerpo y me fui a mi armario para sacar algo de ropa; una blusa blanca y un short holgado, no me puse sostén puesto que no me daba la gana, además no iba a salir a la calle, como en estos últimas días, solo me la había pasado encerrada, pensando en Dua, comiendo, viendo TV, llorando y durmiendo. Esa era toda mi rutina.

Me acerqué al espejo y me miré, mis ojos estaban hinchados de tanto llorar, mi rostro estaba un poco más delgado, aún que no sabía porque, sí había estado comiendo bien, mi cabello estaba perdiendo brillo y tenía unas notables ojeras.

Mire mi vientre y sonreí levemente.

—Hola, ahí adentro. - di suaves toquecitos en mi barriga. Aún no crecía mucho, pues solo tenía unas tres semanas.

Tomé un peine y comencé a peinar mi cabello, terminé y justo mi celular empezó a sonar.

Caminé a mi mesita de noche y tomé el aparato entre manos.

Papá 🕺

Decía en la pantalla, suspiré y arrastre el dedo hacia arriba para atender.

—Hola, hija. - escuché su voz.

—Hola, pa. - saludé mientras bajaba por las escaleras para ir a la cocina.

—Tu madre y yo nos preguntábamos si te gustaría venir a comer con nosotros esta tarde. - pregunto con ilusión, pues hace mucho no nos veíamos, hablábamos por teléfono pero solo eso.

—Lo lamento, hoy no puedo, pero les agradezco la invitación. - me disculpé.

No era que no pudiera, si no que simplemente no tenía ganas de salir de aquí.

—Oh, está bien. - hubo un silencio durante unos segundos.

—___ - escuché la voz de mi madre, llamandome por mi apodo que solía usar en la infancia - sabes que no tienes que pasar por esto tú sola, podemos superarlo juntos, hay muchas personas que te amamos, pero no nos permites ayudarte. No nos apartes de tu lado, hija.

Mis ojos se llenaron nuevamente de lágrimas, mi mamá tenía razón.

—Esta bien ma, no trato de alejarlos a propósito, es solo que quiero estar sola. - respondí sintiendo un nudo en la garganta.

—Y muchas veces es bueno pasar tiempo a solas, pero este no es el caso, cielo. Sé que no es fácil, pero tampoco es imposible. - dijo mi papá.

—¿Podría ir mañana con ustedes? - pregunté tomando un vaso.

—Seria perfecto, ___. ¿A las 2:30pm está bien? - escuché cierta emoción en las palabras de mi madre.

—Claro, allá estaré. - afirme sirviendome un poco de jugo de naranja.

—Te amamos, cariño. - dijeron los dos al unísono.

—Yo también los amo. - respondí y colgué.

Solté un suspiro algo largo, tomé el vaso entre mis manos y subí nuevamente a mi habitación, pero a mitad de las escaleras, me percate de que había un pequeño marco con una foto mía abrazando a Dua por la cintura y ella besaba mi mejilla.

Cogí el marco con cuidado y la observé durante unos segundos.

Ay, Dua...

Entre a mi habitación y bote la foto sobre mi cama.

Bebí un poco del jugo y tomé mi celular, entre a Twitter y vi qué a una semana de lo ocurrido, aún era tt #WeAreWithYou _____ y también #Dua___IsOver

Negué levemente con la cabeza al ver había comentarios hirientes tanto dirigidos a mi, como comentarios de odio para Dua.

No todos eran así, pues la mayoría eran palabras de ánimo.

Me metí a instagram y por curiosidad, entre a su perfil y me lleve la sorpresa de que había borrado todas las fotos donde salíamos juntas, realmente no quedaba ninguna.

Apague el celular y me senté frente a la ventana de mi cuarto, admirando  como brillaba el cielo despejado.

RUIN | Dua Lipa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora