|Capítulo • 015|

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No lo pensé más y apague mi celular, para luego dejarlo a un lado.

—¿Estás segura que quieres esto? - pregunto Madelaine, acunado mi rostro entre sus manos.

Lo único que hice fue asentir con una pequeña sonrisa, la tomé entre mis brazos y camine con ella hasta el sofá de su sala, donde la deje mientras yo me quitaba lo restante de mi ropa, dejando solo mis bragas.

Sus ojos brillaron cuando me vieron y me puse nerviosa. Ella también quito su sujetador y mi respiración se agitó.

—Espera - me detuvo antes de que la besará - Vamos al cuarto de invitados. - sonrió dulcemente y me guío hasta dicha habitación, en la cual, una vez dentro, la pelirroja me empujó al centro de la cama y se subió sobre mi.

—Eres tan linda. - murmuré mirando sus labios y tomando sus caderas con firmeza.

—No te alejes de mi, por favor. - pidió juntando nuestras frentes.

—No lo haré. - respondí y uní nuestros labios.

Media hora después, ambas tratábamos de controlar nuestras respiraciones, Madelaine estaba acostada en mi pecho, mientras yo hacía suaves caricias en su espalda.

Mire el techo y me puse a pensar en lo que había pasado, siendo franca no me arrepentía, pues había disfrutado mucho el momento con la chica pelirroja. Me había hecho sentir lo que no había sentido con Dua en todo este tiempo, me hizo sentir especial y amada.

Un ligero llanto nos hizo enderezarnos a ambas.

—¿Puedo ir yo por ella? - pregunto la pelirroja, colocándose una blusa holgada y que le quedaba bastante grande.

—Claro, aquí las espero. - le sonreí y ella plantó un casto beso en mis labios para luego salir corriendo a su habitación.

Unos segundos después, volvió con Charlie en sus brazos, y la escena era digna de admirar; Madelaine estaba hablandole con un tono de voz muy delicado, a la vez que le sonreía y jugaba con una de sus pequeñas manitas.

Me levanté de la cama y me puse mis bragas.

—Ire por nuestra ropa, ya vuelvo. - indique y fui a la sala y cocina, donde estaban nuestras prendas, y de paso tomé mi celular y lo encendí mientras subía nuevamente a la habitación.

Deje la ropa sobre la cama y me puse mi blusa, sin sostén ya que me daba un poco de pereza y además tenía que amamantar a Charlie.

—Creo que tiene mucha hambre. - dijo Madelaine sonriéndole a la bebe.

—Lo sé, ya le toca... - deje las palabras en el aire cuando escuché un celular sonar en la otra pieza.

—Oh, es mi cel. Iré por él, no tardó. - con cuidado, me entrego a Charlie y me senté en el borde de la cama para amamantarla mientras venía  Petsch.

Mientras la bebe succionaba, comencé a acariciar su mejilla con mi pulgar, mi hija es realmente preciosa, pensé.

—Listo, solo era una alarma. - respondió entrando y dejando el aparato a un lado. - se ven muy tiernas. - nos miro con una gran sonrisa y sentí mis mejillas calientes.

—Gracias, Mads. - agradecí y unos minutos después, Chalie ya había terminado y mi amiga quiso ayudar a que eructará.

El sonido de mi móvil me saco de mi trance y le mire. Nuevamente era ella.

Dua 🌺

Mire a Madelaine quién seguía dándole ligeras palmaditas en la espalda a Charlie y salí de la habitación.

—¿Que sucede? - pregunté al responder la llamada.

—¿En dónde están? - su voz se escuchaba entrecortada.

—Con una amiga. Dua, es algo tarde ¿No crees? - me recargue en una pared.

—Tienes razón, pero me preocupo por ustedes. Vuelvan a casa, por favor. - su voz se quebró y sentí algo de culpa.

—Solo te pido algo de tiempo. - dije mirando el techo.

—¡_____, ¿Me pasas un pañal y las toallitas? - pregunto Madelaine y trate de tapar la bocina del celular, pero fue demasiado tarde.

—¿Estás con Petsch? - preguntó Dua del otro lado, y su tono de voz cambio drásticamente.

—No vengas, por favor. - pedí en un susurro mientras iba a por la pañalera que estaba en la habitación de la pelirroja. Pasaron unos segundos y no hubo respuesta. - ¿Dua? - pregunté y miré la pantalla, comprobando que ya había colgado y maldecí internamente.

—Aqui están. - dije dejando las cosas en cama - Yo la cambio - dije mirando a Charlie, quién chupaba su pulgar.

—Yo quiero hacerlo - sonrió Mads y tomo las toallas húmedas y el pañal.

Asentí y fui al baño, me paré frente al espejo y me miré.

¿Que diablos estás haciendo, _____?

Me pregunté a mi misma y lave mi rostro con el agua fría que salía del grifo.

Al salir, noté como Mads ya había terminado de cambiarla, me paré en el marco de la puerta y pensé ¿Cómo sería formar una familia con ella y Charlotte?

El timbre de la casa sonó y Madelaine y yo nos miramos confundidas, la pelirroja se acercó y me entrego a la bebe.

—Ire a ver quién es. - dijo antes de salir de la habitación.

—¿Te cae bien Madelaine? - le pregunté a mi hija, mientras la miraba y está sonrió un poco, de manera muy dulce, para luego seguir chupando su dedito. - Tomaré eso como un sí. - reí.

—¡Déjame pasar! - grito una voz un tanto conocida para mí, así que rápidamente baje a la entrada.

—Dua, no es un buen momento. - dijo Madelaine y escuche algo como un golpe, así que baje más rápido las escaleras.

—No la vuelvas a tocar. - dije molesta hacia Dua, viendo como Mads tenía una mano en su mejilla.

—¿Se acostaron? - pregunto con dolor, acercándose más a mi.

—Sí - respondí, ¿Para qué mentir? Suspiré.

—Te perdono - dijo Lipa inmediatamente - Te perdono porque tú también me perdonaste a mi mis errores, solo vámonos de aquí. - pequeñas lágrimas caían por sus ojos y trato de tomar a Charlie pero la aleje.

—No, Dua. - me paré a un lado de Mads.

—_____, te lo suplico, vuelve a casa. - pidió Dua tomándome de mi mano libre, pues con la otra cargaba a Charlie.

—No, quédate conmigo, yo te puedo hacer más feliz. - hablo Madelaine y sentí su mano en mi hombro.

—No, ___. Tu me quieres a mi, solo estamos confundidas, pero en el fondo, es a mi a quien amas. - Di dos pasos al frente, acercándome un poco a Dua.

—_____, yo jamás te lastimaria como lo hizo ella, porque yo nunca he dudado de mis sentimientos hacia ti, solo que antes no había tenido en valor de decírtelo. - retrocedí un paso mirando a la pelirroja.

—Te amo - dijeron las dos al mismo tiempo y Charlie solo miraba sus manitas, mientras yo moría por una batalla interna.

¿Dua o Madelaine?

Esa era la pregunta final.

RUIN | Dua Lipa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora