|Capítulo • 007|

5.3K 447 101
                                    

—¿Puedo pasar? - pregunto y me di cuenta de que tenía los ojos llorosos.

—No, ¿Que necesitas? - dude pero ella hizo caso omiso y pasó por mi lado, la mire mal y cerré la puerta y para cuándo volteé, ella ya iba subiendo las escaleras para ir a mi habitación. - Oye, no puedes entrar así a mi casa. - fruncí el ceño y fui tras ella.

Al llegar a la pieza, Dua me tomo de las muñecas y las puso sobre mi cabeza, para luego hacer que retrocediera y mi espalda quedará pegada a la pared, dejándome totalmente sorprendida.

—No tengo mucho tiempo, solo déjame disfrutar de esta pequeña ocasión. - pidió en un susurro y la mire confundida, ¿A qué se refería con que no tiene mucho tiempo?

—Vete de mi casa. - esto realmente era extraño, su comportamiento había cambiado mucho a como hace un rato era.

—No, cariño. Te pido que me dejes estar contigo un instante. - rogó rozando mis labios, haciendo que mis piernas flaquearan cuando por fin me beso. Parecía que algo le controlaba, pues no quería seguirle pero algo me impedía pararla.

Maldita sea, extrañaba tanto sus besos, ninguno de los tres labios que había logrado probar hoy, se comparaban a los de ella.

Extrañamente, a medida que el beso avanzaba, sentía como si tratará de trasmitirme amor pero a la vez deseo.

Hasta que caí en la realidad, ella me había hecho tanto daño, ella era la causante de mi depresión, ella había roto mi corazón.

Me separé de ella y forcejeamos un poco para que me soltará las muñecas.

—Dua, sueltame y vete de mi casa. - hablé tratando de sonar indiferente, cuando por fin dejo de ejercer fuerza baje mis manos y cubrí mi vientre con ellas.

No me respondió nada, solo me jalo hasta la cama he hizo que me sentará en el borde de esta, y ella se inco mirando mi pancita.

—Sé que no es Shawn y que la inseminación sí había funcionado, lo siento tanto. - dijo con pesar, metió su cabeza dentro de mi blusa holgada y me paralice cuando sentí como dejaba pequeños besos por toda mi barriguita. Pero pronto su rumbo cambio y sentí como se dirigía a mis pechos.

—¿Que mierda haces? - la separé de mi y la mire raro.

—Ya te dije que no tengo mucho tiempo, y quiero disfrutar de esto contigo. - dijo suplicante y antes de que pudiera decirle que se fuera, me beso.

Sentía que no podía soportar más no besarla de vuelta, tomé sus mejilla entre mis manos y notaba como nuestros labios encajaban perfectamente, como si danzaran al compás de una melodía.

Pero de pronto algo me detuvo, empuje a Dua a un lado y miré mi vientre.

—¿Está todo bien? - pregunto ella y me miro un poco preocupada.

—Acabo de sentir como se mueve. - no pude ocultar mi emoción y puse mi mano donde había sentido su patadita, esperé unos minutos bajo la atenta mirada de Dua, pero ya no hubo otra patadita.

—Dejame intentarlo. - probó poniendo sus manos y esperamos algo de tiempo, pero tampoco hubo respuesta.

—¿Podemos hablar? - pregunté rompiendo el silencio que se había formado.

—¿Sobre qué quieres hablar? - se sentó a mi lado mirando el suelo.

—Pues no lo sé, ¿Que sucedió? ¿Por qué me engañaste?  - pregunté y no respondió nada - ¿Hice algo mal? - por fin me miro, pero frunciendo el ceño.

—No, claro que no. Todo lo que hacías era perfecto. Solo... Paso y ya. - dijo refiriéndose a su engañó.

—¿Solo por qué te dio la gana? - pregunte.

—Pues... Sí. - me miro apenada.

—¿Y que no pensaste en como me iba a sentir? - ella negó.

—A decir verdad, no tenía planeado decirte. - la mire mal.

—¿Y por qué no terminaste conmigo antes si ya no me querías? - las palabras solo salían de mi boca.

Antes de que pudiera contestar, su teléfono sonó y pude ver que era un mensaje, pero no leí lo que decia, sentí como Dua se tenso a mi lado y guardo su móvil.

—¿Por qué no jugar un rato más contigo? - dijo como si nada y reí negando, tratando de ocultar que me había herido.

—Largate de mi casa. - pronuncie y había algo en su mirada que no pude decifrar.

Sentí muchas náuseas y corrí al baño donde volví el estómago, nuevamente me enjuague la boca y lave mis manos.

¿Que mierda pasaba con Dua? Un minuto estaba calmada y con indicios de romanticismo y al otro solo me hería con sus respuestas.

Y lo más importante, ¿Por qué permitía que siguiera entrando en mi vida y luego de esta manera?

Salí del baño y agradecí ya no ver a Lipa, lo más probable es que se hubiera ido.

¿Por qué carajos sigo cayendo a sus pies?


RUIN | Dua Lipa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora