fake smile❁ཻུ۪۪

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La nieve se cernía sobre su cuerpo y la abundancia con la que caía se hacía más insistente conforme iban pasando los minutos

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La nieve se cernía sobre su cuerpo y la abundancia con la que caía se hacía más insistente conforme iban pasando los minutos. Por el oleaje que provocaba el viento a lo lejos de los altos pinos nevados, que se mecían incesantemente de un lado a otro, presentía que pronto ni siquiera su querida capa lo abastecería del helado clima. Mas no podía parar, por el bien de las personas que vivían ahí.

Y es que la población no sabía que las estrellas fugaces eran seres malvados desterrados de su hogar, y aun menos que al llegar a su planeta, como condena, se convertían en humanos. Humanos despiadados y vesánicos. Además, éstos muy a menudo poseían distintas habilidades debido a la aceleración y el cambio repentino de gravedad que sus masas experimentaban al caer, obteniendo, de esta manera, lo que algunos llamarían súper poderes, y podían variar desde correr a una velocidad inhumana hasta volar o poseer súper fuerza. Por desgracia, las veces que habían sido utilizados no fueron precisamente para buenos fines. Así que sí, debía seguir hasta cumplir su legado como buen ciudadano del mundo.

Jungkook abrió los ojos desconcertado ante el paisaje que presenciaban sus ojos. Le dolía bastante la espalda, así que se sentó y mareado se sujetó la cabeza porque unos pinchazos que comenzaron a apoderarse de sus sienes y bajaban hacia su nuca le estaban provocando un inesperado y doloroso malestar.

Palpó con las yemas de sus dedos aquel compuesto gélido y blanco que empezaba a cubrirle el cuerpo, y, cuando dirigió su vista hacia las palmas de sus manos, que ahora se encontraban bañadas en una sustancia líquida que reconoció como agua, cayó en cuenta. Estaba en la Tierra.

A rastras se dirigió hacia lo que había estudiado hace unos años atrás: seres vivos indefensos sometidos a los humanos, o más comúnmente llamados, árboles.
A una corta distancia un frondoso bosque relucía bajo la luz del sol que se reflectaba en la luna y dejaba escapar destellos dorados.

—Precioso —se dijo a sí mismo.

¿Y es que cómo podían aquellos individuos tan despreciables vivir en un lugar como aquel?

Podría haberse quedado horas deleitándose pero un fuerte vendaval se hizo presente repentinamente y no tuvo más remedio que seguir avanzando, como pudo, hacia aquellos altos pinos.

Se sentó, apoyándose de un tronco que denotaba su edad milenaria por su grosor. Miró sus manos y sus piernas que empezaban a colorearse de unos tintes rosáceos y violetas. Ya no sentía sus extremidades así que intentó moverlas para desentumecerlas. Su propósito fracasó, por lo que trató de cerrar los párpados para dejar de sentir aquellas desagradables sensaciones que sólo le afligían angustia. Necesitaba que la inconsciencia llegara a él rápido porque quería desconectarse del relente que lo envolvía. Obviamente no lo logró, el frío lo mataría pero lentamente.

En silencio observa el cúmulo de nieve. Tiritaba violentamente y sus dientes castañeteaban desesperados por un poco de calor, sin embargo no podía moverse, así que finalmente dejó caer su cabeza hacia un lado y continuó admirando aquellas bonitas vistas. Esperaría hasta encontrar el sueño infinito.

Taehyung estaba cualificado de un buen sentido de la orientación y unas habilidades auditivas que le dejaban escuchar hasta el más mínimo sonido. Sabía a donde tenia que encaminarse. Ya le faltaba poco para alcanzar su destino.

Cuando llegó le sorprendió que ningún cuerpo desorientado y confuso o incluso inerte se encontrara allí. Pensó, quizá, que la nieve había engullido a la desconocida y novata persona. Pero no fue así, por más que cavó y cavó no logró exhumar a nadie de aquel territorio. ¿Se habría equivocado? No, imposible, sus instintos nunca le fallaban y menos con un estruendo tan estrepitoso como lo había sido aquel.

Cansado decidió reposar unos minutos, caminando hacia el bosque para resguardarse mejor.

Fue allí cuando un brillo lejano lo deslumbró y quedó anonado ante el extraño fenómeno.

¿Qué sería aquello?

Definitivamente no lo sabía pero pronto lo descubriría.

Aceleró el paso, hipnotizado por aquella luz de colores áureos y reflejos róseos y argentados, dirigiéndose, sin darse cuenta, hacia su buscada estrellita.

Como estoy resubiendo esto me he dado cuenta de que mi manera de redactar es diferente, no sé, pero siento que falta pulir los primeros caps, incluído este

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Como estoy resubiendo esto me he dado cuenta de que mi manera de redactar es diferente, no sé, pero siento que falta pulir los primeros caps, incluído este.

Also me después de meses: editando y resubiendo por segunda vez y siguiendo encontrando cosas q no me gustan🤡🤡

En fin, sayonaraaaa

carpe diem  🀥vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora