thank u, next❁ཻུ۪۪

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Las cuatro de la mañana eran y el resplandor rosáceo de la aurora ya había comenzado a sobresalir entre las montañas

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Las cuatro de la mañana eran y el resplandor rosáceo de la aurora ya había comenzado a sobresalir entre las montañas. El cerebro de TaeHyung era un buen reloj despertador así que a esa hora ya estaba en pie, vistiéndose y preparando un poco de pan con aceite y frambuesas recién recolectadas para no pasar hambre por el camino; después de todo, los separaban del pueblo costero unas horas de viaje. Por suerte, si encontraban un carruaje que pudiera llevarles, el trayecto sería menos pesante. Así bien, decidió guardar en su saquito de seda color borgoña un par de ducados de oro y media decena de monedas de bronce que equivalían a un cuarto del primero mencionado. Finalmente, metió algunos instrumentos más que le pudieran ser útiles y la comida en una bolsa de tela. El dinero lo llevó consigo mismo, escondido bajo sus ropas.

Había pasado media hora cuando todo estaba casi listo y reparó en que había de despertar a Jungkook, que probablemente yacería durmiendo tan pronto.

Sorprendentemente cuando fue a lo que era, antiguamente, la habitación de su abuela encontró al niño sentado en la angosta cama. Leía aquel libro. El libro de las especies del planeta. ¿Estaría él allí? No. Lo dudaba

—¿Kookie? —El contrario, que absorto leía, abrió los ojos dirigiendo su mirada a TaeHyung, enarcando las cejas.

—Espera, espera espera... ¿si? —cuestionó.

¿Realmente saldremos?

Kim, que pareciera haber escuchado sus pensamientos por arte de magia, contestó:

—Sí.

—¡Sí! —exclamó Jeon con regocijo dirigiéndose a abrazar a TaeHyung con una fuerza desmesurada que lo levantó del suelo levemente— ¡Sí, sí, sí! —, y dando brincos se encaminó hacia la entrada dispuesto a salir.

Taehyung, que vio que ya vestido estaba y divisó sus claras intenciones de escapar al exterior lo paró a tiempo persiguiendo al chico, que al darse cuenta de que lo seguía escapó de él riendo y esquivando todo objeto que estuviera a su alrededor. Era veloz, y ágil. Cayó al suelo. Digamos que era simplemente veloz.

Kim, llegó jadeando hasta Jungkook, lo ayudó a levantarse y no supo si reír o preguntarle cómo se encontraba cuando percibió los acuosos ojos del de cabellos argentados.

—No tienes remedio ¿eh?

El otro negó en respuesta puchereando inconscientemente.

—Vamos, nos queda un largo viaje por delante. —Le ofreció una mano y Jeon se impulsó hacia arriba—. Bien, pero antes de todo...

Taehyung fue a su habitación y volvió con su capa roja, aquella que anteriormente lo había resguardado del frío, y a la que, si estuviera viva, Jeon reverenciaría incesantemente.

Le colocó la capa con suavidad sobre los hombros y con la capucha le cubrió los cabellos y gran parte del rostro.

—No queremos sorpresas —dijo ante la expresión de desapruebo que invadió la cara de Jeon al no poder ver—. Brillas mucho, porque estás feliz; eres especial y no sabemos que va a pasar si los demás se percatan de tu resplandor —explicó.

—Pero si tan solo soy u-... —Sus palabras cayeron muertas antes de ser filtradas por sus cuerdas vocales debido al acaramelado dedo que irrumpió sobre sus labios.

—Shh, debemos salir ya.

Casi, pero no.

Llevaban dos horas seguidas caminando cuando...

—Hyung estoy cansado —habló Jungkook dejando olvidado el silencio y frunciendo levemente el ceño al ver que el mayor hacía caso omiso de sus palabras—. Hyung, hyung, hyung, hyung, hyung ¡hyung!

—¿Y qué quieres que haga?

—¿Descansar? —propuso.

—Deja de decir sandeces. Eso no va a ser posible si queremos llegar temprano al pueblo.

—Hyung, me duelen los pies, llévame en brazos.

—A mí también, así que va a ser que no.

—¡Hyung, hyung, hyung, hyung, hyung! —El contrario se volvió con brusquedad y Jungkook con una sonrisa pícara continuó— ¿Porfis?

Oh no, otra vez esa mirada de corderito degollado, no.

Jungkook unió sus manos y batió las pestañas reiteradamente tratando de intensificar su súplica.

Taehyung puso los ojos en blanco. ¿Y qué remedio?

—Sube, pero no más quejas ¿entendido?

Jeon asintió eufóricamente cogiendo la bolsa de tela que Taehyung portaba y colocándosela en la espalda para, seguidamente, dar un salto que desestabilizó ligeramente al contrario.

—¡Listo, mi capitán! —dijo, imitando lo que un personaje había exclamado en uno de los libros que había leído, y es que la imaginación de Jeon estaba que volaba desde que había descubierto el mundo literario.

—Pues navegando.

Vale, si no me equivoco, creo q los ducados de bronce no existían buuuut esto es ficción :)

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Vale, si no me equivoco, creo q los ducados de bronce no existían buuuut esto es ficción :)

Haber 6 ducados de bronce es 1/4 de los de oro, so 6x4= 24, por lo que 24 ducados de bronce es un ducado de oro, y los de plata, que no los he puesto aún, son 1/2 de un ducado de oro, por lo que 12 de bronce son uno de plata y dos ducados de plata son uno de oro.

Oc, sé q suena muy lioso.

Yyyy creo que ya he pillado los signos de puntuación y los guiones de los diálogos, so los caps anteriores están mal.

Algún día, cuando acabe esto, editaré la historia :V seguro q me traumo.

Chauu

carpe diem  🀥vkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora