Al escuchar como que alguien pegaba a la puerta me levante de la mesa, me había quedado dormido, al girar la cabeza aún Law y Luffy dormían pracidamente.
Fui abrir la puerta antes de que se despertarán y al hacerlo vi a Nami-Chan con dos trajes uno blanco y otro negro.-Al ver que Luffy no estaba en su habitación te traje su ropa para esta noche...-En sus ojos se notaba la tristeza que le suponía tener que traer esta ropa. Aún que no lo aparenta Nami-Chan es una chica muy fuerte, tener que aguantar a Cocodrilo, tener que limpiar esas sábanas llenas de sangre algunas veces y comentarios de algunos hombres cuando la ven es duro pero ella hace todo esto para pagar las medicinas de su madre Bell-mére.
Antes robaba a ricos junto a su hermana Nojiko pero un día Cocodrilo la pillo intentando robarle pero Nami se lo a camelo un poco para dejar que su hermana se fuera y a cambio ella trabajaría para él y haría que ganará un poco más de dinero, como ella se ocupó de limpiar todo es fácil para ella robarle las tarjetas de crédito de los clientes y hacer chantajes a algunos que son capaces de pagar lo que sea para que sus esposas no se enteren de lo que hacen aquí. Obviamente todo bajo el anonimato si no Cocodrilo perdería clientes si se enteraran que es todo obra de él.
Cuando Nami se percató de la escena entre Law y Luffy se le escapo algunas lágrimas, ella era la única que conseguí ver a Law mientras estaba encerrado, algunas veces salía Nami con un odio en su mirada increíble o otras veces corría al baño a vomitar aún no me he atrevido a preguntarle que cosas veía allí dentro.-Law al fin ha salido un tiempo, pero fue llegar y se quedó dormido luego al ratillo vino Luffy y ya los ves. - Le dije con una pequeña sonrisa.
-Entiendo, siempre le gustaba a Luffy dormir junto a Law se sentía más seguro. - Se limpio una pequeña lagrima y dejó los trajes en la silla. - Bueno tengo que irme ya es tarde, mañana a primera hora volveré espero que... - Su mirada se nublo, no podía aguantar las lágrimas por el pequeño Luffy.
La abrace para consolarla pero en verdad yo tampoco pude aguantar las lágrimas, estuvimos unos minutos llorando hasta que nos percatamos que Law se había despertado.
-¿Qué ocurre chicos? - Law se incorporó de la cama despacio para no despertar a Luffy.
-Law... Esta noche es la noche de Luffy... - Dijo Nami entre lágrimas abrazándome, Law se quedó quieto sin mover un ápice de su cuerpo, se había quedado en shock.
-Law... Cocodrilo se entero del plan para sacar a Luffy de aquí y como castigo adelanto su acontecimiento... -
Law abrió los ojos y después un destello de ira apareció, empezó a dar puñetazos en la pared que había detrás de él.
Luffy se despertó de un salto.
-¡Torao! - Se levantó sujetandole en un abrazo, Law a verlo tan preocupado paró y rompió a llorar, esto hizo que el pequeño Luffy hiciera lo mismo y ahí estábamos los cuatro en una habitación llorando desconsoladamente, esto es lo que pasaba en el club, esto es lo que había aquí dolor y sufrimiento.La noche llegó pronto, Law ayudaba a Luffy a ponerse su corbata, había un silencio cortante en la habitación, Law tuvo que vendarse la mano derecha no quería pensar en la reacción de Doflamingo al ver la mano, solo él podía hacerle sangrar, solo él podía hacerle lo que quisiera por eso era su dueño.
Dieron dos golpes en la puerta antes de abrirla, era Robin-San con un vestido negro precioso y tenía el pelo recogido en un moño alto.
-¿Listos? - Dijo con una pequeña sonrisa, a ella no le gustaba este club era repugnante decía pero no le quedaba otra que estar aquí hay algo entre ella y Cocodrilo nunca especifico el que era.
-Si querida. - Me atreví hablar el primero ya que parecía que ninguno de ellos dos iba hacerlo, sujete la mano de Luffy para tranquilizarlo pero no daba buen resultado pero aún así Luffy me dedico una sonrisa pero se notaba que estaba triste.
-Kuroashi-ya ¿podría quedarme aquí unos minutos más? No quiero entrar aún en mi habitación... - Miraba al suelo con las manos temblorosas.
Suspiré rendido no por el echo de que se quede si no que soy incapaz de proteger a mis amigos de este dolor, asentí con la cabeza y nos fuimos los tres hacia la azotea allí llevaban a los empresarios importantes ya que la azotea estaba muy bien ambientada y era discreta.
Robin se colocó detrás de la barra mientras nosotros 6 nos pusimos en un escenario delante de una mesa rectangular, en ella había 8 hombres con un aspecto asqueroso menos cuatro hombres; uno era muy delgado se le notaba porque el traje le quedaba demasiado ancho y tapaba medio rostro con un sombrero marrón, el que estaba detrás de él destacaba una nariz muy alargada y juraría que estaba temblando, a la izquierda de la mesa había uno trajeado de arriba abajo con gafas no se podía ni ver con claridad su rostro, enfrente de él era el único hombre que se le veía el rostro me había llamado la atención desde el primer momento como no hacerlo con esos tres pendientes y esa cabellera verde que parecía un marimo.-Bueno caballeros, hoy es la primera noche de Luffy. - Anuncio Cocodrilo sacándome del tranze. - Haremos una puja quien proponga más dinero probará a esta delicia- Luffy dio un paso hacia delante.
Luffy con paso lento se colocó el primero de nosotros, algunos hombres se lamieron los labios me entró una arcada al verlo y aparte la mirada no podía soportarlo hasta que me percaté que alguien me miraba a mi en ves de a Luffy era ese hombre de pelo verde, al mirarle sentí como mi corazón daba un vuelco.
Nos quedamos los dos mirando al otro de pronto sentía como si no hubiera nada más solo él y yo pero el sonido de una campana me volvió a la cruel realidad.
-¡Vendido al hombre del fondo por 7000€!- Anuncio Cocodrilo y el hombre se levantó era gordo, calvo y estaba sudado se le notaba en el traje, sonrió y se podía ver que tenía los dientes amarillentos. Observe a Luffy estaba al borde del llanto también le repugnaba aquel hombre, me mordí el labio de la ira no podía permitir que aquel hombre se acercará a Luffy simplemente no quería que aguantara ese dolor tenía que ser algo aún que me provocara la muerte pero el hombre del pelo verde se levantó haciendo que todos posaramos la mirada en el menos Luffy que la tenía mirando al suelo en estado de shock.
-Ofresco 10.000€ por el joven de pelo negro. - Todos nos quedamos con la boca abierta en ese momento Luffy le miró con ojos de alivio pero aún de preocupación no le conocía y no quería hacerlo pero tenía algo que le daba tranquilidad como que todo iba a salir bien, sonreí aliviado pero también dolorido en el fondo quería que esta noche fuera yo quien estuviera con ese hombre, quería conocerlo más.
-¡No! Fui yo quien gane la puja. - Grito ofendido el hombre gordo.
-Aquí gana quien pone más dinero ¿sube la puja?
El hombre callo y Cocodrilo ordenó que se lo llevarán era muy escandaloso.
El hombre de pelo verde se acerco a Luffy susurrandole algo al oído que no alcance a oír. Cocodrilo ordenó a Robin a llevarlos a la habitación y dos hombres se fueron el de la nariz alargada y el del traje ancho me pareció algo raro puede que solo le interesaran un virgen, a mi me escogio el hombre que iba tapado entero, no hablaba me invito a una copa pero no dirigió ni una sola palabra asi que decidí no intentarlo más estaba nervioso por Luffy ¿cómo le ira? ¿Será un depravado ese hombre de pelo verde? Muchas preguntas en mi cabeza y ninguna respuesta empece a beber un poco más hasta que el hombre me hizo un gesto para irnos al cuarto, estaba un poco mareado.
Al llegar a mi habitación me senté en la cama y el hombre se quedó enfrente mía mirándome, no se que es lo que le pasaba tendría que ser yo quien coja la iniciativa y eso que está noche estoy desganado, me levante para besarlo pero se apartó eso me inquieto más entonces porque había pagado por mi.
-¿Ocurre algo señor?
-Por favor no me llames señor, Sanji vengo hablar de Trafalgar ¿cómo está? - Sabía de quien era esa voz pero lo confirme cuando se quito el sombrero dejando ver esa distinguida cabellera roja, era Kid.
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El club
RastgeleEn este antro oscuro y mugroso los días eran monótonos, hombres podridos de dinero venían y se iban cuando sus deseos más oscuros se habían cumplido. Pero el destino es caprichoso y de eso un joven rubio se daría cuenta de antemano al encontrarse co...