El club

El Guarda Espaldas

Habitación de Law

Law cómo todos los días se despertaba de la cama para dirigirse a su pequeña biblioteca, después de pensar varios segundos al fin se desidio que libro leeria el día de hoy, ya que tenía que aprovechar la ausencia de Doflamingo y poder disfrutar un poco de su soledad. Pero sus pensamientos no le dejaban concentrarse en la lectura ya que había vuelto a soñar con él... Después de aquella desastrosa noche donde Doflamingo casi lo mata, mientras estaba inconsciente soñó que volvia a ver  Kidd, que volvía a sentir sus labios pero obviamente todo fue un sueño producto de su estado pero lo sintió tan real.

Un fugaz recuerdo apareció, recordó la primera ves que rio junto a Kidd por una tontería sobre medicina, estaban hablando de un famoso médico italiano y Kidd empezó a decir uno de sus chistes que hizo que Law sonriera cuando esto pasó Kidd se acerco al oído de Law susurrandole que era la melodia más hermosa que había escuchado en su vida haciendo que este se sonrojara como un tomatito.

Law sentía una pequeña calidez en su corazón a recordarlo pero esa calidez se transformó rápido en amargura.
¿Que habrá sido de él? ¿Estará con alguien? ¿Se habrá olvidado de mí? ¿Habrá formado una familia?
Se preguntaba con un nudo en la garganta.

Tantas preguntas, tantas sensaciones que le provocaba imaginar las respuestas, le empezaba a faltar el aire.
Se levantó de golpe buscando alguna salida, necesitaba salir de esas cuatro paredes necesitaba tomar el aire.

-V-Vergo... Por favor... dejame salir un momento... - Su respiración se entrecortaba, Law intentaba calmarse pero le estaba costando más que otras veces.

-No puedo.

-P-por favor... Es urgente...

-Dije que no.

-Maldito... - Se puso la mano en el pecho y miró a su alrededor, nada no había nada más que cuatro paredes que parecían que cada ves se volvían más pequeñas.

Se tumbó en la cama cerrando los ojos en un intento para calmarse pero no podía no había nada que le calmara todo a su alrededor estaba lleno de malos recuerdos... Toda su vida estaba llena de ellos y los únicos buenos ahora son dolorosos también. ¿Esta sería su vida siempre? ¿Todo se basaba en esto? ¿Ser violado y olvidado como un animal? ¿Qué vida era esta? Y la pregunta que intentaba no hacerse volvió aparecer, ¿y si acabará con ella?

-No... Otra ves no... No... No... - Apretó su puño. - No quiero... Pensar en eso otra ves... - Law empezó a sollozar.

No podía creer que volviera a pensar en la posibilidad de suicidarse después de lo que ocurrió la última ves. Pero sonaba tan tentadora la idea y esta ves no cometería errores.

Después de asimilarlo decidido se levantó de la cama aún con lágrimas en los ojos. Regusto debajo de su colchón hasta dar con un bote de somníferos, lo miró por unos instantes recordando las palabras de sus amigos, recordando aquel suceso, apretó el frasco mordiendo su labio inferior, no no iba hacerlo.

Volvio a guardar el frasco y se tumbó en la cama intento dormirse para poder tranquilizarse.

Kidd me besaba apasionadamente, me despojo de mi ropa con fiereza, otra noche más entre sus brazos estaba tan contento pero algo iba mal de pronto Kidd se detuvo y me miró con una sonrisa malévola.

-¿Enserio crees que aún te espero?

-¿Qué?

De pronto todo se volvió negro, me encontraba en una habitación que no reconocí hasta que alguien abrió la puerta, era Dofly que entraba con una sonrisa y detrás de él estaba Kidd sonriendo también.