Finalmente

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"Tú que sin tocarme
Sabes cerrar heridas"

*Creditos al autor*

Muchos  años después.

Sonó la alarma del despertador haciendo que gruñiera, no le gustaba levantarse temprano y menos los estudios.

Se dio una ducha, se preparo y bajo a tomar el desayuno junto a su padre, al terminar se despidió de él y se dirigió a la escuela.

El día transcurría normal, aburrido sin nada nuevo pero ese día iba a cambiarle la vida.

Estaba sentado en su pupitre mientras echaba una cabezadita pero un compañero suyo le despertó.

-Oe Zoro  ya llega el profesor.

Este gruño pero se incorporó, vio entrar al profesor con una carpeta.

-Buenos días chicos, hoy os quiero presentar aún alumno nuevo por favor sean amables con él. Por favor pase.

El chico entró al aula y cuando Zoro lo vio su corazón dio un vuelco.

-Buenos días, mi nombre es Sanji Vinsmoke un placer conocerles.

El profesor le dio permiso para que se sentará en el asiento que había libre justo al lado de Zoro Portgas D.

Este no pudo perder detalle del recién llegado se sentía fascinado,no se perdía ningún   movimiento del rubio y el rubio lo noto.
Sanji al ver a Zoro algo en su interior se removió por eso mientras caminaba a su nuevo sitio intentaba no mirarle pero obviamente notaba su mirada.

La clase transcurría con normalidad o eso se veía a simple vista pero en esas cuatro paredes dos alumnos estaban inquietos, sentían algo que no sabían explicar.

Zoro no pudo más y se le quedó mirando descaradamente Sanji al notarlo le miró, los dos mantuvieron la mirada fija hasta que...

-Tú...

-Tú...

-Ceja de Sushi.

-Marimo.

Los dos hablaron al mismo tiempo y justo en ese momento surgió una chispa de ira.

-¡¿Cómo que marimo?!

-¡¿Cómo que Ceja de sushi?!

Los dos empezaron a discutir haciendo reír a toda la clase por cómo se habían llamado, todo era risa hasta que el profesor les echo fuera de clase y castigo con que deberían quedarse limpiando solo ellos dos el aula.

-Todo esto es por tu culpa Marimo estúpido. - Le dijo Sanji algo nervioso era su primer día y ya le habían castigado eso no le iba a gustar a su tío.

-Estas equivocado ha sido culpa tuya imbecil. - Zoro estaba irritado tenía clases de kendo después de clases y no podría asistir por culpa del castigo.

Los dos no volvieron a dirigirse la palabra pero no por nada en especial si no porque sabían que si lo hacían acabarían peleando y no les convenía a ninguno de los dos.

Las demás clases transcurrieron algo intensas, evitaban pelear pero era como si algo dentro de ellos les tirara a hacerlo, en algunas clases hubo rosecillos, algunas risas procedentes de algún error del otro provocando a este.

Al terminar se quedaron completamente solos en el aula. Zoro empezó a mover los pupitres para poder barrer mejor pero paro cuando vio al rubio sentarse en uno junto al lado de la ventana, estaba fumandose un cigarrillo. Zoro se le quedó mirando, como la brisa ondeaba su cabellera como el azul de sus ojos se volvía más claro con la luz del sol, era del mismo color del mar y sobre todo miraba sus labios entre abiertos por el cigarro, esos labios rozados sentía una necesidad de probarlos.

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