El club

¿Celos?

Eran tan deliciosos y familiares, no podía apartarme de esos labios eran como una droga podía cambiar mis queridos cigarrillos por sus besos.

-Oh, parece ser que hoy no te repugno. -Interrumpió el beso para empezar hablarme al oído y después mirarme fijamente a los ojos, esos ojos... Tan penetrantes y arrogantes. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo pero no era como otros que había sentido antes era como si todo mi ser quisiera aferrarse a él.

-Y-yo... ¡Eres un estúpido marimo! - Un leve sonrojo apareció en mis mejillas, ¿que ahora no me repugna? Eso significa que.. - No puede ser ¿me violaste? ¡Pues aún así tienes que pagarme!

Se quedó en shock unas milésimas de segundos como si estuviera analizando lo que le acababa de decir.

-¿Violarte? Entonces me estás diciendo que si te hubiera violado te tendría que pagar, ¿no tienes dignidad? - Su rostro reflejaba una ira que ni a Doflamingo le había visto, y por una extraña razón sus palabras me dolieron más de lo que deberían.

-Si aquí tocas a la mercancía debes pagar.

Se quedó pensando unos segundos, no se que tanto debe pensar si anoche ya vio como era este lugar encima él...

-No se de que te sorprendes eres tú el graaaan hombre que desvirgo anoche a uno. - Mi voz sonó demasiado molesta, ¿como pude hablar así de Luffy? Como si fuera una puta...Pero por alguna extraña razón me hervia la sangre tan solo pensar que ellos...

-Suenas molesto cejillas- Esa ira que tenía se desvaneció dejando ver otra ves su arrogancia y se relamio los labios. - ¿Acaso estas celoso?

-Tsk, eres un creído. - Metí las manos en los bolsillos dispuesto a irme, tenía que alejarme de ese sujeto pero su agarre me lo impidió.

-Te quiero esta noche--Susurro en mi oído. - Anoche me dejaste con ganas... No te toque. - Esas últimas palabras las recalcó. ¿No hizo nada? Era el primer hombre que no se aprovechaba de mi borracho.

-¿Seguro?

-Lo juro.

Le mire unos segundos a los ojos, decía la verdad encima si estuviera mintiendo y algo hubiera pasado me dolería el trasero pero no fue así. Por eso le agarre de la mano yebandolo a la habitación que me dejó la noche anterior ya que en la mía descansaba Law.

Al entrar en esta miro hacia el alrededor para después sentarse en la silla que había al lado de la ventana junto una mesa de madera.

-Es bonita esta habitación pero no es la tuya.

-¿Cómo sabes que no es la mía?

-Fácil, eres un fumador compulsivo si esta fuera tu habitación al entrar se notaría el olor a tabaco o por lo menos tendrías algún cenisero en alguna parte.

No pude contestar a eso, dio en el clavo se notaba que era una persona muy observadora.

-Así que... ¿Porqué no me llevas a tu habitación?- Poso su mano en su barbilla pensando. - Ah si ya se ¿sigue allí tu amigo?

-P-pero que sabes de él...-Mi cuerpo se tenso, este sujeto era demasiado extraño como podía saber tantas cosas si solo ha venido aquí una ves.

-Que idiota eres seguro que ahora mismo estás temblando de miedo. - Rio fríamente haciendo que volvieran mis ganas de golpearle. - Tranquilo no tengas miedo es fácil, la noche anterior cuando bebimos íbamos a ir a tu cuarto pero nos encontramos con esos tres amigos tuyos por eso que ahora quisieras venir aquí me hizo sospechar que aún seguía tu amigo en la cama.

Bingo, dio justo en el clavo no podía creerlo. Pero su risa desapareció para volverse a lamer los labios mirándome con lujuria, pero no sentí lo mismo que cuando me miraban esos hombre me sentía avergonzado e incluso un poco cachondo cosa que no me ocurría nunca.