𝐁𝐫𝐚𝐯𝐞𝐫𝐲 [𝐍𝐞𝐰𝐭]

File 11.

El silencio de la caminata era aún más críptico que antes. Newt y yo íbamos en la cabecera guiando al resto, ambos en un semi estado de piloto automático mientras intentábamos olvidar el hecho de que sólo hace minutos tuvimos que abandonar a un amigo y ahora intentábamos guiar al resto de ellos hacia las montañas con la promesa de poder seguir todos juntos y a salvo.

Pero el sonido del disparo proveniente de la pistola de Winston solo nos recordó que a cada segundo parecíamos estar más jodidos que antes.

Ya no se escuchaban pasos, ni arena deslizándose por las dunas con cada pisada, por lo que supuse que todos nos congelamos al instante y nos clavamos en nuestras posiciones.

Di un pequeño salto en mi lugar ante la sorpresa del estruendo. Newt se tensó como roca varios segundos, pero eso no impidió que apretara mi mano de forma protectora y como señal de contención. Yo por mi parte también reforcé el agarre para devolverle el gesto en una clase de pacto silencioso entre ambos donde nos entregábamos seguridad mutua para seguir.

"Shuck"
Blasfemo Minho.
"Está hecho"

Y por más crudas que fueran sus palabras tuve que concordar con él pues era la verdad... Winston ya estaba muerto.

"Debemos seguir"

Miré al rubio con disimulo mientras, incluso en mi mente, me forzaba a hablar sin que la voz se me quebrara.

"Lo sé..."

Apretó sus labios e intentó atisbar una sonrisa ínfima.

Sabía que ya había leído mi mente, y en respuesta a mi tentación de darle una "última mirada" al que había sido un buen amigo nuestro, pronuncio la siguientes palabras con el dolor de su alma.

"...sigue mirando hacia adelante amor"

Y una vez más comenzamos a mover nuestros pies en sincronía, uno adelante del otro, porque el desierto no era el lugar adecuado para nosotros, porque teníamos a CRUEL pisándonos los talones y porque detenernos no era una opción, no importaba las circunstancias.

Sabíamos que alejarnos de Winston no era un mensaje simbólico que nos decía que nos alejábamos de nuestros problemas o que dejábamos atrás el pasado, al contrario, dejarlo solo nos recordaba lo frágil que era nuestra situación.

Era un memo que nos decía constantemente que a veces y sin importar cuánto lo intentáramos, no podíamos protegernos de la manera en que realmente deseábamos, y que sin importar cuán cuidadosos fuéramos, nuestra pequeña familia podía desaparecer con la misma velocidad con la que pareció esfumarse la humanidad en este planeta...

Y podía tomar sólo un segundo.

(...)

El calor del fuego de nuestra fogata era bien recibido por nuestros cuerpos, a pesar de haber caminado bajo el calor abrazador que entregaba el sol en este desierto que parecía ser infinito.

Las noches eran crudas, y en este lugar el término medio simplemente no existía y vaya que se hacía notar.

Estábamos en un semicírculo al rededor de las brazas, todos muy cansados física y mentalmente como para verbalizar alguna palabra. No obstante, debía llegar un punto donde teníamos que hablarlo, y entre más pronto fuera, mejor.