File 12.

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-tú sabes que es lo correcto Teresa...

La voz del joven de tés blanca parecía colarse en su mente como humo que la cegaba temporalmente y alteraba su realidad.

-...y que es lo que debe ocurrir para que todo esto acabe
-ya cierra la boca

Lo amenazó la chica.

-no quiero escucharte
-no quieres pero una parte de ti sabe que debes hacerlo, de otra forma no estarías acá
-solo sigo acá porque si entro a dormir tú terminarás siguiéndome y no quiero estar cerca de ti
-¿por que sigues intentando alejarme?
-¡por que no me agradas!
-¿no te das cuenta? ¡Soy el único que entiende por lo que estás pasando!
-¡ya cierra la boca Aris! ¿Por que no puedes dejarme tranquila?
-¡no soy tu enemigo tes!
-¡no me llames así!
-hey

Llamé la atención del par mientras salía del refugio y me acercaba al sitio donde se encontraban.

-¿qué ocurre aquí?

Miré de mala gana al flacucho de Aris mientras me colocaba del lado de Teresa.

-¿me estás preguntando a mi?
-claro que no larcho ignorante, le estoy hablando a la roca que está a tu lado

No podía explicar mi rechazo rotundo al chico aún cuando nos había ayudado a escapar. Pero si algo había aprendido los últimos días era a seguir mis instintos y en aquel momento me decían que él no era de fiar, así que los obedecí.

-deberías ir a dormir, partiremos en unas horas
-¿me estás enviando a la cama?

Si quería retarme estaba cavando el agujero de su propia tumba.

-estoy advirtiéndote. No me molestaré en despertarte para poder seguir la marcha
-¿tú también me ves como alguna clase de enemigo?
-¿debería?

Y aquella pregunta retórica fue suficiente para eliminar al chico recién llegado de la escena, pero no sin antes quedarse mirándonos a ambas en silencio y suspirar de forma pesada.

De hecho, había mirado a Teresa por más tiempo del necesario. Y aunque pareciera una ridiculez, para mi, aquel detalle no pasaba por alto.

-¿por que discutían?

La silueta de mi amiga que siempre destacaba por sus rizos rebeldes, se acercó a la roca más próxima para tomar asiento mientras ignoraba temporalmente la pregunta.

-¿te despertamos?
-no...

Me acerqué a donde estaba ella y también me senté.

-...simplemente me desperté y no te vi

Abracé mis piernas ante el frío del ambiente.

-¿estuviste aquí toda la noche?
-no

Habló unos cuantos decibeles más bajos.

-cuando regresé a dormir ustedes ya estaban roncando

Ambas soltamos una pequeña risa.

-bueno, en realidad solo Sartén
-¿lograste descansar?

Pregunté con preocupación.

-un poco, luego volví a despertar y preferí salir a ver las estrellas

Seguí la mirada de mi amiga que ascendía hasta el cielo. No lo había notado, pero se veía realmente hermoso.

-vaya

¿Como no habíamos notado algo tan majestuoso sobre nuestras cabezas?

-increíble ¿no?

Apostaba a que mi rostro era un poema.

𝐁𝐫𝐚𝐯𝐞𝐫𝐲 [𝐍𝐞𝐰𝐭]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora