Pequeñas historias de Chris y sus personajes.
Ninguno de los personajes que aparece es de mi propiedad,excepto los personajes femeninos en los que se centra la historia.
Ni siquiera el propio Chris Evans me pertenece,por mala suerte.
La portada fue...
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El día había llegado y tu ansioso corazón lo sabía.
Mary Adler, la menor de la familia dicha, finalmente iba a a cumplir sus tan esperados ocho años de edad y se te había encomendado la honorable misión de celebrarlo en tu casa pequeña y adorable casa a petición de su tío y Roberta, quienes aparecieron en la puerta de tu casa hincados sobre una rodilla para pedirte que realizaras algunos de los preparativos más importantes de la fiesta como el horneo de la tarta y diversos pastelillos que volvían completamente loca a la menor; obviamente se ofrecieron a ayudarte, pero rápidamente te negaste al ver los ojos curiosos de la rubia que miraban hacia vosotros con tanta intensidad que podrían haberos evaporado en cuestión de segundos.
Habías tenido el placer de conocer a la pequeña familia Adler, formada por Frank y Mary, un día en el que la más pequeña, tras una larga jornada como scout, había intentado abrir la puerta de tu casa pensando que era la suya; luego te enteraste por su tío, que se presentó en tu casa un cuarto de hora más tarde por no haber visto a su sobrina aparecer por casa, que la joven debía haberse confundido debido a lo similares que eran las casas del barrio y es que, si te fijabas bien, en realidad eran algo diferentes entre sí, pero no llegaste a mencionárselo por lo incómodo que el pobre hombre se veía en ese momento por la forma tan repentina y extraña que tuvisteis que presentaros al otro.
Desde ese entonces te encontraste con la pequeña Mary en la puerta de tu casa todos los martes y, muy usualmente, os acompañaba su tío.
Volviendo al tema que acontecía, miraste la larga lista de la que Frank te mencionó un mes antes del cumpleaños de la menor en la que Mary había anotado todo aquello que tenía pensado esperarse comer en su cumpleaños con las tres personas más importantes de su vida, aunque realmente no te esperaste encontrar entre aquellas peticiones la tarta con un dibujo de las princesas Disney, cupcakes con forma de unicornios y un pastelillo especial para que su gato Fred, junto a sus otros dos gatos, pudiesen comerlo; tendrías que sacar tus dotes artísticas en el horneado y buscar demasiado en Internet porque nunca habías hecho algo así y, además, habías dejado todo para casi último momento, cosa que realmente te martirizó toda la tarde.
La fiesta comenzaba a las cinco, por lo que suponías que literalmente estarían en la puerta de tu casa a esa hora, y eran casi las tres y media cuando habías terminado de refrigerar los pastelillos para los gatos y finalmente tenías la masa para la tarta para solo tener que hornearla, mientras que habías dejado a un lado los cupcakes que todavía no habían empezado a prepararse. Mediste la masa de la tarta que metiste al horno con su respectivo molde mientras que el resto que te había sobrado, que había sido bastante para tu sorpresa, te habías decantado para usarlo para los cupcakes a los que añadirías algo de chocolate para que no fuera un simple bizcocho de tarta.
