Pequeñas historias de Chris y sus personajes.
Ninguno de los personajes que aparece es de mi propiedad,excepto los personajes femeninos en los que se centra la historia.
Ni siquiera el propio Chris Evans me pertenece,por mala suerte.
La portada fue...
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— ¡No te alteres Naiara! — gritaba alterado mi novio mientras corría a lo largo del salón con las manos en la cabeza.
Mi mirada se encontró con la de Mary,la cual parecía estar tan sorprendida como yo por el comportamiento que tenía su tío quien no paraba de coger bolsas para luego soltarlas y así el suelo estuviese lleno del contenido que había en dichas bolsas.
— Frank,tranquilo,he roto aguas y el hospital está a unos minutos — dije intentando mantener la calma,este hombre no ayudaba para nada para calmar a alguien.
— ¡Que estoy tranquilo! — gritó moviendo los brazos bruscamente para luego entrar en nuestro cuarto seguido de un portazo provocando que el pobre Fred mirase asustado la habitación en la que estaba el hombre.
— Voy por la bolsa,¿no? — me preguntó Mary a lo que no dudé en asentir.
Después de nueve meses de dolores en el estómago, vómitos, naúseas, quejas matutinas y comilonas a altas horas de la madrugada había llegado el momento de traer al mundo otra criaturita fruto del amor entre Adler y yo.Sonará muy bonito todo eso,pero no lo es.
Ninguno de los meses fue un paseo por la playa,no.Frank me había ordenado,no aconsejado, que me estuviese quietecita en el sofá las horas que estuviese despierta y las horas restantes en la cama para dormir. La comida era otra de mis quejas.El médico me dijo que debía comer explícitamente unos alimentos para que bebé estuviese sano,que de eso no tenía queja,pero Frank nuevamente se lo tomó tan literal todo que solo me dio los alimentos que contenían las vitaminas que dijo el doctor.Ya os podéis imaginar la tortura de tener que despertarme de madrugada para comer a escondidas algo de bollería que teníamos para Mary,obviamente ella me encubría.
— Aquí tienes la bolsa — dijo la pequeña de pelo rubio tendiéndome una bolsa de gimnasio.
¿Qué había en esa bolsa? Pues lo esencial para un maldito apocalipsis mundial.Cojines,mantas, comida,cubiertos,papel higiénico,toallitas,agua y otras más cosas que no vale la pena detallar.
— ¡La bolsa! — gritó el mayor de los Adler al salir de su cuarto con una gran sonrisa,que se borró al ver que la tenía en mi mano.
— Frank,mi vida,entiendo que te preocupes pero no hace falta llevarnos todo esto. — Dije intentando sonreír.Una contracción acababa de venir. — Mary,cariño,ve a llamar a Roberta y dile que me lleve al hospital,tu tío no reacciona.
