Pequeñas historias de Chris y sus personajes.
Ninguno de los personajes que aparece es de mi propiedad,excepto los personajes femeninos en los que se centra la historia.
Ni siquiera el propio Chris Evans me pertenece,por mala suerte.
La portada fue...
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No era un secreto para los fanáticos saber que Chris quería una mujer, que quería niños, pero que se le hacía muy complicado conseguir algo así tanto por su trabajo como por la ansiedad que le provocaba pensar que alguna fémina pudiese hacerle daño después de su última relación de la que pareció salir peor que nadie. Los insultos constantes a su novia, el rechazo de todo el mundo e incluso a él mismo cuando le decían que estaban decepcionados porque estaban saliendo con Slate le hicieron llorar por días, ¿por qué nadie le permitiría ser feliz si tanto decían que se lo merecía?
Aquel sentimiento de angustia perduró en su cuerpo por meses hasta que sucedió lo menos esperado, encontró a la mejor chica que podría haber pedido. Ella era dulce, amable, cariñosa y un encanto andante allá por donde fuese.
La mañana en la que la conoció él estaba paseando con Dodger por las calles de Boston. El canino caminaba alegre por toda la calle que estaba frente a ellos, moviendo su peludo rabito a los lados mostrando una gran sonrisa mientras que tenía la lengua sacada de la boca y estornudaba levemente por el polen que salía de los árboles de la primavera, ya con sus flores rosas en las ramas para dar sus futuros frutos.
Chris se mantenía escondido tras sus gafas de sol y su gorra típica de la NASA, cubierto con una chaqueta vaquera que tapaba los músculos de sus fuertes brazos que se mantenían tensos por la presión que estaba soportando por culpa de su agente al pedirle audicionar para una nueva película de a saber qué, no había tenido ni tiempo para saber de qué iba aquel largometraje y ya estaba estresado.
Pero aquel día no podía ir a peor, por lo que cuando se quiso dar cuenta paró en un quiosco para comprar el periódico, pero Dodger parecía haber encontrado algo que le llamaba la atención y salió escopetado por toda la calle hacia delante. Chris se asustó de sobremanera y se fue corriendo tras el perro sin haber pagado el periódico en su mano izquierda, cogido de tal forma que las hojas se iban cayendo al suelo mientras gritaba el nombre del canino.
- ¡Dodger, para! - Gritaba asustado al ver que el perro iba encabezonado hacia un pequeño mueble que estaba junto a una tienda, fuera de ésta -. ¡Quieto!
El perro, sin comerlo ni beberlo, se paró se golpe frente a la puerta de la tienda mientras movía el rabo con tal fuerza que una de las macetas que había en el mueble que estaba en la calle cayó al suelo rompiéndose en pedacitos, con toda la tierra desparramada por el suelo y una pequeña orquídea tirada bajo el montón de tierra.
- Joder, Dodger tío, ¿qué has hecho? - Susurró Chris cuando estaba ya junto al perro, quien miraba fascinado el interior de la tienda.
Chris no esperó que de la tienda saliese una mujer cuya mirada estaba perdida en él, Evans esperaba que ella le dijese algo o le sorprendiese, le regañase o incluso le echase de su tienda con patadas y gritos. No esperó que ella se arrodillase frente a Dodger para acariciarle la cabeza con alegría, provocando que el perro solo le lamiese la mano.
