Pequeñas historias de Chris y sus personajes.
Ninguno de los personajes que aparece es de mi propiedad,excepto los personajes femeninos en los que se centra la historia.
Ni siquiera el propio Chris Evans me pertenece,por mala suerte.
La portada fue...
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Toronto en esta época del año era bastante frío, tan solo había que ver a cada persona ir con abrigos que les llegaba por las rodillas y un gorro que les conseguía tapar las orejas, además de llevar siempre un par de guantes en sus manos y una bufanda que conseguía taparles hasta la nariz.
Este era el caso de (T/N) Wells, hermana pequeña de Wallace Wells y vieja amiga de Scott Pilgrim.
Ambos hermanos eran muy parecidos físicamente, el pelo lo tenían negro y corto, además de tener unos ojos marrones oscuros que cautivaban a cualquiera si ambas esferas incrustadas en los ojos brillaban, cosa que solía ser bastante común en el mayor al ver a su amor platónico heterosexual.
La puerta del departamento que compartían ambos amigos se abrió rápidamente y el muchacho de veintidós años entró sin su típico gorro en su cabeza, limpiándose posteriormente la suela de sus zapatillas en el felpudo que estaba dentro de la casa, arrastrando ligeramente los pies hacia atrás.
― Antes de que alguien te cuente alguna sucia mentira,si. ― Afirmó el muchacho mientras se giraba ciento ochenta grados manteniendo aún los pies en el felpudo. ― Salgo con una de diecisiete años.
― Ah,¿es guapa? ― Preguntó Wallace manteniendo su mirada fija en el periódico que estaba leyendo a lo que el joven Scott soltó una risa irónica provocando que su compañero de piso levantase momentáneamente su mirada del papel. ― ¿Significa que se acabó dormir juntos?
― ¿Ves otra cama por aquí?
Mientras esto sucedía, Pilgrim colgó su abrigo en el perchero que tenían junto a la entrada de su casa, se quitó las zapatillas dejándolas bajo su abrigo, y caminó hacia la puerta del baño que estaba junto a su cama.
― Si, siempre serás mi guarrilla ― comentó Wallace volviendo su mirada al periódico.
Si te posicionabas frente a la puerta de la casa podía tener una vista bastante pobre de lo que era en realidad el piso de los amigos. Un poster pegado a la pared y ropa tirada por el suelo de Scott y una lamparita pegada a la pared, un sillón reclinable y una alfombra circular del propio Wallace.
Creo que con eso se podía entender quién era el limpio y ordenado del lugar.
― Oye,lo de la chica de diecisiete años no lo cuentes ― pidió el joven muchacho de pelo ligeramente rizado saliendo del baño mientras frotaba sus manos.
