Silent | Colin Shea

3.8K 114 40
                                    

╔════════════════════════╗

╚════════════════════════╝

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

╚════════════════════════╝

Eres conocida en Boston por muchas cosas, sobre todo en el bar más cercano a tu residencia actual más que nada por tu timidez y tu poco hablar, pero si hay algo con lo que la gente te pueda caracterizar es el hecho de ir a ver cada sábado los conciertos que hacía tu vecino, Colin Shea, en el parque a las seis de la tarde con sus cuatro amigos.

Te hiciste alguien en quien confiar para él cuando te mudaste siendo él, junto a tus amigos, quienes te ayudasen a mover los muebles hacia el sexto piso o a colocarlos una vez llegados a esa parte del edificio, pero el castaño se quedó contigo para hacerte compañía y ver si caías en su pequeña red de conquistas. Claro que le pareciste guapa, ¿para qué negarlo? Pero en el momento en el que te apartaste con una mirada hacia él que expresaba más asco que aceptación a tener algo el primer día de conoceros.

Durante las primeras semanas en aquella instancia ignoraste cualquier tipo de charla con él, puesto que las veces anteriores solo te había hablado de lo bueno que era el sexo con su persona, que se movía de una forma magistral y tres mil cosas más que mejor no detallar, pero hasta tú misma podías verificar eso gracias a los gritos que pegaban las chicas cuando traía alguna a su casa.

Pero claro, cuando fuiste a quejarte de ello, empezaste a mover la boca y hacer un montón de gestos que Colin interpretaba como si estuvieses enfadada, por lo que puso sus manos en tus hombros para calmarte y luego te preguntó cual era el problema que estaba asediando tu pequeña cabeza. Al darte cuenta de que él no te comprendía, porque tampoco podías decir nada, empezaste a mover tus manos con la velocidad de un rayo, pero al ver igualmente su cara de desconcierto, sacaste tu cuaderno azul y le escribiste.

— Deja de acostarte con chicas — tenías escrito en tu hija a cuadros, la cual leyó el muchacho para luego reír colocando sus manos en su pecho.

— Eres muy graciosa, bombón, pero no puedo quitarme esos placeres — te dijo con una sonrisa socarrona una vez se había calmado de su ataque de risa.

Tú, enfurecida hasta las trancas por no haber podido dormir estas primeras semanas en las que habías estado en el alquiler, te metiste por el pequeño hueco que había entre su cuerpo y la puerta, metiéndote como un pequeño bichillo y encontrándote con lo que ojalá no hubieses visto jamás.

Una mujer, desnuda completamente, estaba en la posición de perrito llamando a Colin con voz seductora. Su cadera se meneaba suavemente hacia los lados, por otro lado tú estabas completamente congelada por lo que tus ojos estaban viendo, incluso sentías que en ese momento podrías vomitar.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒  ➽ 𝐂𝐇𝐑𝐈𝐒 𝐄𝐕𝐀𝐍𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora