Pequeñas historias de Chris y sus personajes.
Ninguno de los personajes que aparece es de mi propiedad,excepto los personajes femeninos en los que se centra la historia.
Ni siquiera el propio Chris Evans me pertenece,por mala suerte.
La portada fue...
Advertencia: Spoilers enormes de la serie, ligero tono de engaño, accidente
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Con la muerte de Ben Rifkin la familia Barber se puso cabeza arriba, todo su mundo dio un giro de 180º tras ser acusado el niño que tantas alegrías le habían dado. El joven Jacob, hijo de Andrew y Laurie Barber, había sido acusado de asesinato a su compañero de clase tras encontrarle en un sendero del parque cercano a su instituto.
Andy, desde el primer momento en que todos los ojos fueron a su retoño, defendió con espada y escudo cada vez que alguna acusación era lanzada hacia el menor pero, para su buena o mala suerte, consiguió una de las mejores abogadas de todo el país gracias a Joanna, la que iba a ser en un principio quien defendiese a Jacob.
Ella fue el pequeño rayo de esperanza que necesitaba la familia, además de que tampoco les cobraría mucho por los servicios, por lo que les vino como anillo al dedo. Fue bastante conocida a edad muy temprana en Boston, habiendo ganado cinco casos tras su salida de la universidad, para posteriormente mudarse a Nueva York y probar suerte en la gran ciudad, obteniendo una gran recompensa al haberse aventurado a irse allí, se hizo un nombre muy famoso como fiscal y como abogada dentro de la ciudad que muy prontamente se extendió a la mayor parte de los estados.
Claro que ya estaba aburrida del típico caso de asesinato, de robo o lo que fuese. Ella necesitaba algo fresco y distinto, algo también para pasarlo bien y no buscar siempre el mismo patrón en los acusados o sus clientes, y llegó con la llamada de una vieja mentora, Joanna, quien la pidió volver a su ciudad natal por un caso excepcional.
Como ya he dicho antes, sucedió un asesinato entre dos chavales de catorce años, eso a Andrea le sorprendió. ¿Cómo en un cuerpo tan pequeño podía haber tanta maldad como para hacer eso? Aunque, claro, ella no iba a señalar a su cliente, sobre todo después de la entrevista que tuvo con él y sus padres.
— Eres Jacob, ¿verdad? — Preguntó la mujer sentada frente a los tres miembros de la familia Barber.
La mujer que iba a ser abogada del adolescente habló con sus padres para que contratasen a la castaña, quien no se negó en ningún momento a ayudar al pequeño y Andy y Laurie tampoco se negaron por la ayuda extra que le proporcionaba la otra mujer más joven.
— Si — afirmó con simpleza el chico, mirando hacia sus manos entrelazadas sobre sus piernas.
Una pequeña mueca hizo la abogada para posteriormente mirar a las figuras paternas, que esperaban alguna pregunta por parte de la mujer que iba a defender a su pequeño. Jacob solo quería que el juicio fuese lo más temprano posible para tener una vida normal, tranquila, como la había tenido siempre, solo que sin el bullying de aquel compañero de clase tan patético que solo quería atención.
