Mi pecho ardía, mis ojos acudían a un auxilio, mi alma temblaba, mis ganas morían.
Solo es una foto fragmentada de lo que fueron, no es nada, pensaba. Mis esperanzas nunca morían, mis esperanzas continuaban, mi fe aumentaba pero el rigor decaía. Una foto que te deja el alma acurrucada, buscando auxilio, buscando una mantita de esas calientitas que solo se encontraban en casa de tu abuela, un auxilio donde un café y una carcajada destruían el hielo creado en segundos en tu imaginación. Una foto donde lo que una vez sintió, se viralizo, de desdoblo, y se multiplico.
M u a.