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Evangeline caminaba con sus amigos por el bosque, huían como podían de los dos mandamientos pero la herida de Lena cada vez era más grave e impedía que siguiera el paso de los demás así que en un abrir y cerrar de ojos ella se desplomó en el suelo...

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Evangeline caminaba con sus amigos por el bosque, huían como podían de los dos mandamientos pero la herida de Lena cada vez era más grave e impedía que siguiera el paso de los demás así que en un abrir y cerrar de ojos ella se desplomó en el suelo y por ende Ban también cayó.

-Hermana- se acercó a ella Helena.

-¿Está bien?-

-Tiene una herida que no sanó, del todo- dijo preocuada Helena y prosiguió a cargar a su hermana en su espalda mientras Jericho cargaba a Ban y a Elaine.

Ambas chicas caminaron con sus 'cargas' correspondientes en los hombros, ambas intentaban huir pero Melascula y Galand parecían divertirse jugando con las chicas.

-Debemos darnos prisa, yo, yo juro que voy a protegerlos- continuó cansada Jericho.

-¡Cuidado!- Helena lanzó con su magia a Jericho para evitar que esta fuese aplastada por una de las rocas que Galand lanzó.

-Mierda, estan jugando con nosotros-  chequeo la lengua Helena.

-Adelante- balbuceó Lena -L...León- señaló débilmente con su dedo y así, Helena y Jericho continuaron su odisea con la esperanza de encontrarle sentido a las palabras de Lena. Justo cuando parecían estar saliendo de este tortuoso viaje, una roca estuvo a punto de aplastar a Helena y al no tener tiempo de reacción, Jericho devolvió el favor, lanzó a Ban y Elaine al suelo y con su espada recibió el impacto.

-¿Jericho?- preguntó la pequeña hada mientras veía el polvo dispersarse -¿Estas bien?- la ayudó a levantarse.

-Sí, no debes subestimar a una aprendiz de caballero sacro- continuó su camino mientras era admirada por Helena.

Nuevamente las chicas continuaron el camino, Ban y Elaine ya estaban conscientes pero Lena no.

-Debemos seguir por aquí-

-¿Por qué?- habló Jericho.

-Lena lo dijo- sonrió mientras llegaban a un risco y en ese preciso instante una roca cayó detrás de ellos y los hizo caer.

-Ira imperial del Céfiro- disminuyó el golpe Elaine.

-Mierda- habló Helena al ver como la sangre escurría de casi todo el cuerpo de Jericho y claro, eso no era lo único que salía a flote pues en su interior Helena desvordaba admiración al ver como un humano, un mortal estaba dispuesta a dar su vida.

-¿Por qué haces esto?- se levantó y ayudó a la mayor a levantarse.

-¿A qué te refieres?- continuó cargando los cuerpos.

-¿Por qué dar tu única y vulnerable vida por nosotros?-

-Se los debo- acomodó a Ban- Lena fue la mujer que me enseñó a poner en alto mi nombre y enseñarme que las mujeres pueden ser fuertes, es mi amiga y la aprecio y admiro mucho- continuó - y Ban, Ban es el hombre que amo, salvó mi vida en varias ocasiones y me ayudó a ser mejor, por eso...por eso no puedo rendirme, debo seguir aunque ellos no puedan- la castaña solo siguió caminando en silencio mientras pensaba cada palabra salida de la chica de nombre peculiar.

La reencarnación de nuestro amor... (Ban y tú)(terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora