¿Crees en la reencarnación? pues en esta historia de los ocho pecados capitales y aquí encontrarás la trágica historia de dos amantes que vieron morir al amor de su vida pero con el paso de los años se reencontraron junto con las respuestas a las in...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El rey de Camelot y la reina de las hadas estaban a la defensiva, él con su espada y ella con su lanza sagrada apuntando a la oscuridad sin saber si sus vidas estaban en peligro hasta que una voz diferente resonó en el eco de la cueva.
-Arthur Pendragón, el rey de Camelot y Evangeline, la reina de las hadas- habló una rubia que se hizo presente.
-¿Quiénes son?- habló Arthur mientras ponía a Lena detrás de él para protegerla.
-Pueden bajar eso, somos amigos- dijo una mujer de cabellos castaños.
-Somos Jenna y Zaneri- se presentó - somos las druidas que resguardan este lugar así como tu poder- completó la rubia.
-¿Es aquí el lugar en el que esta mi magia?- bajó con duda el cetro.
-Así que tú eres la dueña de este magnífico poder- sacó una esfera de color violeta la mujer rubia.
-¿Ese es mi poder?- intentó tomarlo pero Zaneri lo evitó.
-Para que devolvamos tu poder debes pasar nuestra prueba, después de todo te los quitaron por algo-
-¿Quién se los quitó?- cuestionó Arthur.
-Fue Merlín- se quitó su capa la dejó en el suelo -Estoy dispuesta a recuperarlos sin importar qué- enderezó su postura.
-Según sabemos este poder fue resguardado porque la última vez perdiste el control y destruiste muchos pueblos- agachó su cabeza como señal de vergüenza - mataste muchas personas- tensó la mandíbula - mutilaste a muchos hombres, dejaste a muchas viudas y a una infinidad de huérfanos- una lágrima recorrió su mejilla.
-Sí, lo sé, era un monstruo que no tenía control sobre sus actos pero ahora estoy dispuesta a luchar- apretó sus puños y encaró a las druidas -ahora lucharé por las razones correctas, protegeré a los que amo y enmendaré mis actos- puso su mano en su pecho, justo en su broche rojo y este empezó a brillar -Lo prometo por cada persona que amo, por mi vida y por mi muerte- Les pido me devuelvan mis poderes demoníacos- dijo para que luego un resplandor más intenso saliera del broche y cuando este se dispersó mostró a dos personas, las personas a las que ella más amaba sin saberlo, Ban y King.
-¿Qué hacemos aquí?- decía sorprendido King.
-¿Cuervo?- escondió su mano detrás de su espalda para que esta no viera que llevaba puesta su pulsera.
-¿Cómo han llegado aquí?- preguntó- ¿Qué hay de Jericho, la han dejado sola?- se exaltó.
-No lo sabemos, estábamos en camino al bosque de las hadas y de pronto aparecimos aquí- se acercó a ella King.
-Ese broche- la miró Jenna- ¿de dónde lo sacaste?-
-Era de mi hermana- fue consolada por King causando un sonrojo por parte de la de cabellos violetas.
