La reencarnación de nuestro amor... (Ban y tú)(terminada)

15.

La oscuridad caminaba al lado del León mientras que los recuerdos y el amor la veían distante. El disturbio tocó las puertas del reino y dentro, una pelea con otros dos demonios se daba a cabo.

¿Lo sientes? - Lena no pudo evitar sonreír - Es maldad pura - estiró sus brazos mientras su oscuridad formaba una armadura en su cuerpo. La de cabellos violetas notó que faltaba algo en su cintura y eso era una espada que hace mucho le habían otorgado.

¿Qué sucede? - Helena se acercó a su hermana.

Hay problemas dentro - movió las manos y destruyó una de las paredes del castillo para así poder entrar - Pero miren que tenemos aquí - sonrió ladina.

¿Pero qué? - comentó el zorro al ver a muchos sirvientes y personas del castillo dentro de unas burbujas.

J...Jericho - comentaba con pesadez un chico al cual anteriormente le habían rogado a Evangeline curar, pero, sus recuerdos no solo limitaban su capacidad de amar, si no también, su poder...

¿En serio Grayroad? - Lena rió y movió sus manos para que un aire frío comenzara a recorrer el lugar - ¿Vas a usar eso? - suspiró y vio que el de cabellos negros quiso moverse para atacar - Ni lo pienses - detuvo a su hijo.

Pero si es la traidora - rió Fraudryn .

Cállate si no quieres morir - frunció su ceño - Aún no te he perdonado - sintió odio en su corazón al recordar que este había asesinado a su retoño, lástima que no recordaba haberlo revivido ni tenerlo a su lado.

¡Cómo te atreves! - un chico lanzó flechas a los huevos, cortando así a los que dentro estaban y exponiéndolos a la temperatura del ambiente.

¡No! - Lena pateó el suelo y este de inmediato congeló una poca cantidad de huevos. - ¡Nadie toque ningún huevo! ¡Si lo hacen, aceleraran el proceso! -suspiró.

Sir Ban - llamó Gill y el de ojos rojo decidió activar su poder mágico.

Es en vano - Lena murmuró mientras veía el fallido intento de sacar los bulbos. - ¿A caso nunca se han enfrentado con demonios antes? - Lena se elevó en el aire y comenzó a recitar palabras poco entendibles al oído humano.

¿Pero qué hace? - preguntó Gill.

¿Harás eso? - Helena susurró en su interior - ¡Protejan a Lena! - sacó una espada y se puso al frente mientras Gowther sacaba su arco.

Mientras los mandamientos dirigían ataques a Lena, Dogedo decidió asesinar a uno de los monstruos, causando así que la juventud y la vida se fueran de su cuerpo. Lena frunció su ceño pero se concentró en seguir haciendo su ritual.

Soy el mandamiento de la paz - comentó - cualquiera que amenace la paz, perderá sus años de vida frente a mí - comentó mientras Helena creaba un escudo en forma de girasol para evitar que cualquier ataque llegara o fuese enviado. 

¡Apresúrate hermana! - El cabello de Lena comenzó a tornarse oscuro al igual que ciertas partes de su cuerpo.

¡Campo congelante! - de la nada escuchó el último aliento de un caballero sacro, que ayudó a que más huevos se congelaran pero no lo suficiente.

Que pena desperdiciar su vida de esta manera - de inmediato picos de hielo crecieron del suelo y Lena dejó de flotar.

No es desperdiciar la vida de nadie - movió sus manos y todos los huevos e incluso el castillo se congelaron, pero al cabo de un momento, los dedos de Lena también comenzaron a congelarse.

Lady Lena - 

Estaré bien - sintió como el vaho salía de sus pulmones al no poder cargar con el peso de ese hechizo debido a que según su mente, había una gran diferencia de poder.