Plática pendiente...

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Emilio

Tengo más de la hora queriendo dormir, dando vueltas en mi cama. No puedo, sigo pensando en aquel casi beso.

Se que ya pasó rato, pero no puedo, no puedo dejar de pensar. Es como si se me quedara marcado. Pienso en aquel casi beso y se siente... Bien, se que no está mal.

Le tengo que hablar a Nikolas. Él sabe de esto. Eso creo. 

Agarre mi teléfono y le marqué. Dos pitidos, tres...

-¿Bueno?- se escuchaba medio agitado.

-¿Nikolas? ¿Estás bien? Te escuchas agitado.- dije con preocupación. Duró un rato en contestar.

- Oh no, nada Marcos. Estaba corriendo, me venía persiguiendo un perro.-  se escuchaba más calmado, yo me reí.- Ahora si, Emilio, tú no me llamas porque sí. A ver ¿Qué pasó?- No sabía si preguntarle o no. Dude un rato.

- Ay Emilio, suéltalo ya.- dijo con fastidio.

- Okey.- Inhale y exhale.- ¿Es posible que te guste una persona en tan poco tiempo?- lo solté. Es una duda, a lo mejor siento atracción, no sé. Ayuda...

Su respuesta no fue inmediata.

- Pues la verdad... No sé que decirte. Cuando una persona realmente te gusta, debes saber identificarlo. Ejemplos; te gusta cómo sonríe, solo quieres hablar con él, solo quieres mirarlo, sientes mariposas en el estómago; por cualquier cosa que haga, hasta lo más sencillo. Quieres...- lo interrumpí.

- Okey, muchas gracias Nikolas, me fuiste de mucha ayuda.- algo pareció hacer click en mi mente... Y en el de Niko también.

- Ah no mames, ya se por que me preguntas esto...- se calló.- Emilio Marcos ¡EXPLICATE AHORA MISMO! O SI NO, VOY A TU CA...

Le colgué.
Le debo una explicación.
Suspiré, frustrado. Sé que siento algo por Joaco, pero no sé qué es. No sé si le agarré mucho cariño por el favor que me está haciendo con lo de la cita. Nunca me ha gustado nadie, así que me será difícil.

Me me levanté, fui al baño, volví a salir. Estuve dando vueltas por toda mi habitación, decidí volver a acostarme.

Pero...

Tenía la necesidad de llamar a Joaco. ¿Porqué? Ni idea. Así que le llame.

- ¿Joaquín?- dije. Más pendeja la pregunta no se puede.

- Si soy yo.- se rió.

- Buenas noches mi bello, Joaco. Solo quería decirte que pases buenas noches y que...- tuve que sacar mi lado coqueto. Me interrumpió.

-¿Que quieres Emilio?- se rió levemente.

- La verdad...- me quedé callado, suspiré.- Solo platicar contigo.- no dijo nada y seguí hablando.- Es que no puedo dormir.- mire al techo. ¿Eso era una araña?

- Ah... Bueno pero, márcame en un momento. Me agarraste bañándome y luego bajaré a cenar.- se escuchaba apenado. La verdad debí preguntar por mensaje si podía hablarle.- Si quieres yo te marco cuando me vaya a acostar.-

- Si está bien. Lo siento por las molestias.- fue lo último que le dije y colgué.

Dejé mi teléfono en mi pecho y cerré los ojos un momento. Y mala idea porque el casi beso volvió a mi mente.

¿Pueden darme un sape, porfa?

°°°
Joaquín

Terminé de preparar el té de mi mamá. Agarre platos para cenar los tres ya que Renata se fue a quedar con sus amigas. Pijamada entre semana, nomás a ella se le ocurre.
Los puse en la mesa y puse el té en el lugar en el que ella siempre se sienta a comer.

Un tropiezo con el amor (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora