Eres arte...

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Joaquín

Mi humor tuvo un cambio drástico de la escuela a casa de Emilio; el abrazo y los besos por toda mi cara por parte de Niurka, alegraron mi día.

Amo a esta mujer, la admiro demasiado. No sé cómo tanta gente puede odiarla si es un amor.

-Joaquín qué bueno que llegas.- Sonreía a manera de saludo.- No sé cuál es tu comida favorita pero preparé lasagna.- dijo mientras levantaba el traste donde estaba la lasagna.

-Muchas gracias, señora. No era para..- Emilio me interrumpió.

-Ay hola, mamá. Yo también estoy muy bien, me fue bien en la escuela. Gracias por preguntar.- dijo con sarcasmo.

-Ay Emilio, ¿Tu que? Te tengo en casa todos los días, y es el primer amigo que traes a la casa.- Niurka dejaba la lasagna y agarraba los platos, paró sus movimientos en seco, mirando a Emilio.- No, corrijo; Es el primer amigo con el que no llegas subiendo a tu cuarto.- se volteó y se fue directo al comedor.

Abrí la boca con asombro. Voltee a verlo, Emilio tenía cara de póker y solté una carcajada al ver su cara. Me tape la boca al ver como Emilio me fulminaba con la mirada.

- Que descarado eres, Mailo.- dije en modo de burla. Emilio me reprochó con la mirada. Volví a reír y me voltee para ir al comedor.

Todos llegamos a la mesa, me senté enfrente de Emilio y su mamá.
Nos dispusimos a comer mientras hablábamos.

-Y ¿De dónde eres, Joaquín?- preguntó Niurka.

-Soy de Toluca. Viví allí desde que tengo memoria.- sonreí al recordar de donde provengo. Metí un pedazo de lasagna a mi boca. Es delicioso.

- ¿Y porque decidieron mudarse a la ciudad de México? Es un lugar muy bonito allá en Toluca. No es que sea malo que te mudaras.- mi sonrisa desapareció.

-Bueno... Yo... Yo...- me aclaré un poco la voz.- Tuve... Mhm problemas... Y...- tartamudeaba, aún no estoy listo para decirlo en voz alta. Niurka pareció darse cuenta de que no podía hablar, así que decidió interrumpirme con una sonrisa.

-Sí no quieres contar porqué, no lo hagas, no te puedo obligar.- dijo de manera cariñosa. Yo solo sonreí y susurré un pequeño gracias.- Bueno Joaquín, ¿Tienes hermanos?-

- Sí, solo tengo una hermana y se llama Renata, es más chica que yo; tiene 16 años.- metí un bocado de lasagna. ¿No he mencionado que es demasiado bueno el sazón de esto?

Hablábamos de cosas sin sentido, hasta llegar al tema de Emilio cuando era un bebé.

Niurka nos estaba contando una anécdota de Emilio cuando estaba más bebé.
-Entonces, Emilio.- Niurka se moría de risa. No podía terminar de contar.- Emilio, se.. se... No puedo.- todos estábamos riendo. Excepto Emilio.- Se fue de boca al balde lleno de agua.- yo exploté en carcajadas. Emilio río un poco.- Salió del balde todo asustado.- más carcajadas se escucharon por todo el comedor.

-Ay no... No puedo, mi panza.- no podía respirar, mis mejillas dolían y también mi estómago. Sentí el bolsillo de mi pantalón vibrar. Trate de calmar mi respiración.- ¿Les molesta si contesto la llamada?.- pregunté para no verme grosero y levantarme de la nada.

-Claro que no, cariño. Adelante.- Niurka se sirvió un poco más de lasagna. Un pequeño gracias fue lo único que dije para luego levantarme de la silla e ir a la sala.

- ¿Bueno?.- dije.

JOAQUÍN BONDONI GRESS! ¿¡DONDE CARAJOS ESTAS!?- separé el teléfono de mi oreja al escuchar los gritos de mi abuela.

Un tropiezo con el amor (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora