Te haré feliz toda la vida...

92 10 10
                                    

3/3

Joaquín

-¿Huelo a miel?- le pregunté a Emilio.

-Sí, tienes un olor muy rico, dulzón pero no empalagoso, como a miel.- dijo acercándose un poco más hacia mí.- Ayer pude comprobarlo.- Una sonrisa se hizo presente en el rostro de Emilio.

-Gracias, supongo.- dije volteando al otro lado de la calle para que Emilio no viera que me sonroje.

A veces sus cumplidos me toman por sorpresa.

Llegamos al restaurante unos 5 minutos después de lo acordado.
Ojalá la tal Yulissa haya llegado.

-Buenas tardes. Bienvenidos a El cardenal. ¿Ya tienen reservación?.- preguntó un señor de traje blanco con porte elegante.

-Sí, ya tenemos reservación lista. Yulissa la ha echo.- habló Emilio.

-Claro, la señorita Sánchez los está esperando, síganme por favor.-

Seguimos al mesero hasta la mesa del lugar y nos señaló que mesa era.

°°°

Emilio

-Mierda...- susurré. Mis pasos se detuvieron al ver quién estaba a lado de Yulissa.

-¿Que pasa?- susurró igualmente.

-Es Patrick...- mi voz tembló un poco.

-¿Quien? Yulissa nos dijo que así se llamaba su novio ¿Acaso lo conoces?- preguntó Joaco. Me quiere dar un ataque de ansiedad.

-Sí, e-es mi... Mi...- me aclaré la voz, trate de calmarme.- Mi ex novio.- empezé a hiperventilar.

No tengo muy bellos recuerdos de él. Aún no entiendo cómo pude "amar" a alguien que me trataba como nadie se merece.

Creo que es verdad de que el amor ciega, pero a mí, me apendejó.

-Hey, hey, tranquilo.- habló Joaquín en un susurro, agarró mi rostro con  suavidad, logrando calmarme.
Voltee a verlo, me miraba con ternura. Sonreí al verlo.

Sé que Yulissa dijo que su novio era un tal Patrick. ¡PERO HAY MUCHOS PATRICK'S EN LA ESCUELA! No pensé que ese en específico. Tenía mucho que no lo veía, desde que corté con él no le he hablado y ni tengo ganas de hablarle.

Sí que pasé desapercibido ese detalle...

-¿Quieres que nos vayamos?- asentí. Nos dimos la vuelta para que Yulissa no nos viera. No tuvimos éxito.

-¡Emilio! ¡Joaquín!- Yulissa nos gritó con mucha alegría, nos giramos hacía ella y la saludamos con la mano.- Vengan vamos a cenar, tenemos rato esperándolos.- dijo con una sonrisa en su rostro. Llegamos a la mesa y nos sentamos, frente a frente.

Acabamos de llegar y ya me quiero ir de allí.

El mesero nos trajo las cartas para ver que ordenariamos. La verdad no sé qué pedo, pero la pasta se ve bien buena.

El mesero anotó nuestra orden y se fue, no sin antes dejarnos un café.

- Bueno Yulissa, ¿Y porqué el motivo de esta cita?- habló Joaquín para romper el hielo.

Un tropiezo con el amor (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora