Capítulo 3-Una idea no tan buena

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-No quiero hacer esto así...-dije con la cara hundida en mis manos.

-No te preocupes enana...no te forzare a hacer algo que no quieres...yo te quiero y estoy dispuesto a esperarte el tiempo que sea necesario...

-Gracias...gracias...te quiero -le dije y lo besé.

-Te dejo, para que descanses. -Me abrazó. Nos quedamos asi por algunos minutos y me dió un beso antes de salir de mi habitación.

Tenía que salir a tomar aire a algún lado...me sentía asfixiada con la oleada de sentimientos encontrados que había experimentado aquel día.

Me quité el pijama para enfundarme unos jeans Abercrombie, una playera polo con una chamarra delgada (el fresco del otoño comenzaba a sentirse) y mis vans negros con blanco. De mi cajón saqué unos 15 billetes de 100 dólares y los metí en la bolsa de la chamarra (por si acaso).

Pasé por la sala deliberadamente con las llaves de mi Audi R8 Spyder plateado.

-¿Isabella? -escuche a mi papá. Solté un suspiro de frustración mientras cerraba los ojos con fuerza, ya que esperaba no tener que enfrentarme a nadie.

-¿Si?

-¿A dónde vas? -preguntó cuidadosamente.

-Necesito estar sola...tomar aire.

-Es tarde princesa...

-Papá...por favor. En verdad lo necesito. Todo lo que ha pasado hoy ha sido verdaderamente increíble...por favor. -supliqué. No quería quedarme ahí...tenía que salir y estar sola y llorar en paz. El dudó un momento y suspiró.

-Cuando regreses avísame, Porfavor.

-Claro...Adiós -me despedí antes de que pudiera cambiar de opinión y corrí hacia mi coche.

El motor encendió con un rugido y salí a toda velocidad del garaje. No tenía destino, solo conduciría hasta cansarme y quedarme dormida en un estacionamiento o algo asi.

Sin darme cuenta llegué a un lugar de la ciudad que no sabía que existía. Era bastante tétrico y lo único que iluminaba eran las lámparas públicas con un tenue parpadeo.

Escuchaba música a lo lejos y gritos de gente totalmente extasiados. La curiosidad invadió mi pequeño cuerpo así que decidí seguir el ruido...ya vería hacia donde me dirigía. Pasé por una esquina donde varias mujeres con faldas cortas, escotes demasiado pronunciados, exceso de maquillaje y tacones de 18cm se vendían...si...eran prostitutas. Dios...había llegado a los bajos mundos de Malibú...alguien podría robarme el coche o peor aún....Violarme y matarme para luego dejar mis restos en descomposición en una zanja...¡Santo Dios!...seguí conduciendo hasta llegar al punto de reunión con contaminación auditiva al extremo.

La música sonaba a todo volumen y el rugido de los coches se hacía notar; al instante, tratando de pasar desapercibida una cegadora luz blanca me apuntó. Giré mi cabeza instintivamente y le luz desapareció.

El montón de chicos me veían fijamente acercándose con lentitud hacia el coche. Claro...solo a mi se me ocurría venir a los bajos mundos en un llamativo Audi. Si Isa...claro que conseguirías pasar desapercibida. En estos rumbos conducir un Audi es como montar un elefante púrpura que pudiera volar.

Me armé de valor y bajé del coche... Una chica con una mini falda negra de hule, top dorado y tacones demasiado altos para mi gusto sonrió con desdén al verme.

-Miren a quien tenemos aqui...A la niña de papi O'Learie. -Dijo en voz alta. Un reflector alumbró su rostro.

Tenía el cabello quebrado de un lado y del otro estaba a rapa. ¿Quien demonios le dijo a esta chica que eso estaba a la moda?...

Y ahora que te amo...¿Qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora