Capitulo I: 'Una historia para recordar...'

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NARRADOR OMNISCIENTE.

Aquella chica de ojos grandes, marrones con un tono tirando más bien a miel, con una mirada profunda y una sonrisa impactante.

Por una vez en su vida creía que había tenido suerte. Ella no creía en los finales felices, salvo en los libros que leía, pero la vida no es así. Su vida no era como las demás chicas, que andaban cada día con un chico, a Ainhoa le gustaba más la idea de algo bonito, limpio y no ser la aventura de una noche sino de una historia que no tuviera fecha de caducidad. Cada vez creía menos en eso, pero cuando el destino se lo propone creerás más de lo que crees.

Habían hecho unas pruebas para ir a un concurso de danza en Valencia, todo el verano, Ainhoa se presentó porque era una maravillosa bailarina . Después de semana santa dirían los elegidos.

CUALQUIER VIERNES DE PRIMAVERA...

Ainhoa estaba en el pueblo de su madre, y iba paseando con su familia.

Iba a entrar en la plaza del pueblo y de repente, lo vio, volvió a verlo después de tantos años, el chico del que se enamoró de niña, él que pensaba que era su alma gemela, su otro yo, él que la dejo plantada una tarde de domingo y no volvió más. Las tardes de domingo las pasaban jugando en el campo, pero un día ya no volvió, al domingo siguiente tampoco y así hasta que pasaron 9 años hasta aquel preciso momento, en aquella plaza. No podía disimular, no había cambiado nada, era igual, estaba más alto y mucho más guapo, él se dio cuenta de cómo lo miraba, no pudo evitar mirarla.

-Max, ¿sabes quién es aquella chica que me mira tanto?-preguntó Eric confundido.

-Es Ainhoa tío...¿no la recuerdas?-preguntó Max, su mejor amigo.

-No puede ser...-dijo Eric serio.

-¿Qué pasa?-preguntó Max sobresaltado.

-¿Esa es la niña con la que jugábamos los domingos?-dijo Eric.

-Exacto, por la que deseabas que llegaran las tardes de domingo...

-Como ha cambiado...Esta guapísima-dijo Eric sin dejar de mirarla.

-Sí, todos hemos cambiado, ¿por qué no vas a saludarla?-dijo Max animándolo.

- No, seguro que no se acuerda de mí...

-¿Has visto como te mira?-dijo Max sonriendo.

-Déjalo, vamos a buscar a los demás...-dijo Eric mirándola por última vez.

Ainhoa se quedo sorprendida. Aquella noche y las siguientes estuvieron llenas de recuerdos, de pesadillas y de esos temblores que le entraban en las piernas cuando no podía dormir, haciéndose la misma pregunta una y otra vez ¿lo volveré a ver?...

CONTINUARÁ...

La casualidad más bonita de mi vida. [EN REFORMAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora