Capítulo 18: La Bigotuda

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Capítulo 18: La Bigotuda
(Dedicado a ItsMadisonC)

Aquel día iba a ser una pesadilla para todos nosotros, pues Jeremy había decidido enviar una niñera. ¿La razón? Le habían mandado una carta del estado de California, alegando que éramos unos adolescentes alocados y descontrolados. Sip, nos habían vuelto a arrestar. Pero vamos, ¿quién iba a saber que pasear un zorrillo por el centro comercial era motivo para ser detenido por la policía? Ni que fuera una bomba.
En la mañana, nos levantamos condenadente temprano gracias a un agudo chillido.
-¿¡Pero qué clase de animal es éste!?
Los gritos siguieron y poco a poco todos fuimos saliendo de nuestras habitaciones, en pijama o, en el caso de los chicos, en bóxers.
Con cara de zombie, bajamos las escaleras y seguimos la dirección de los gritos hasta la cocina. Al entrar, nos hallamos con una mujer de unos 40 años, con piel morena, torso grueso, maquillaje exagerado y un estirado chongo en lo alto de la cabeza. Miraba el suelo con terror, donde estaba tirada Lucy, la pata de Ashton y Luke.
-Es un pato, señora.-contestó Caleb.
Se giró hacia nosotros, notando nuestra presencia y cuando vio a los 12 chicos semidesnudos, gritó de nuevo.
-¡MADRE SANTÍSIMA ¿PERO QUÉ HACEN ASÍ?!-se tapó la cara con horror.-¡SALGAN AHORA MISMO Y VÍSTANSE, POR EL AMOR DE DIOS!
Nos miramos confundidos al tiempo que ella caminaba entre nosotros con los ojos cerrados y salía hacia la sala.
-¿¡Y ÉSTO!?-levantó un brassiere negro del sillón.
-¡MICHAEL!-gritamos y lo miramos con asco.
-¡Ay, eso es mío!-corrió y lo tomó. La mujer lo miró con los ojos desorbitados y enseguida él agregó.-Es de mi novia, señora, tranquilícese.
En vez de arreglarlo, lo empeoró.
-¿¡TU NOVIA!? ¿¡CUÁNTOS AÑOS TIENES!? ¡NADA DE NOCHES ASÍ EN ESTA CASA!
-Señora mire, puedo follar a quien quiera, cuando quiera y donde quiera.-contestó Michael.
Ella parecía a punto de tener un paro cardiáco, así que golpearon a Mike y lo mandaron callar.
-Disculpe, ¿quién es usted?-habló Seth, educadamente.
Ella arregló los lentes cuadrados sobre la punta de la nariz y contestó con solemnidad:
-Soy la señorita Mercedes Kirch y el señor Butler me envió a California a cuidarlos y supervisar a su sobrina Emily Louise, que al parecer es la más problemática junto con...-revisó un papel que llevaba.-Trenton, Ashton y Calum.
-¡Eso no es cierto!-me defendí.-¡La última vez nos arrestaron por culpa de Lucas!
Al igual que a Mike, me taparon la boca.
-En fin, de hoy en adelante van a haber algunas reglas en esta casa, empezando por la vestimenta. No pueden pasearse en paños menores con una niña presente.
-¡Niña mis nalgas! ¡Tengo 16 años y...!-no terminé de hablar porque Jace me pegó salvajemente con una almohada.
-Ahora, vístanse y lo primero que harán será limpiar éste caos y dejar la casa impecable.
A regañadientes, hicimos lo que ella quería pues nos amenazó con cocinar a Lucy.
-¡ÉSTO ES ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA Y SOY UN CIUDADANO INFORMADO DE SUS DERECHOS Y SÉ QUE ÉSTO ES ILEGAL!
Bueno, todos menos Trent.
-¿Lo matamos?-miré a Jacob y Mauricio.
-Lo matamos.-asintieron.
Caminamos hasta el lugar donde el castaño estaba manifestándose y lo cargamos entre los tres. Haciendo caso omiso a sus quejas, nos preparamos para lanzarlo a la alberca cuando la señora nos detuvo.
-¿¡Qué creen que hacen!?
-Nada, es que se estaba cayendo al agua y nosotros lo salvamos-sonreí inocentemente.
-Exacto, lo agarramos para detenerlo y que no se mojara.-corroboró Mau.
Ella nos fulminó con la mirada, cosa que nos hizo soltar a Trent y correr al interior de la casa. Este día iba a ser muy largo.

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Me subí al refrigerador y me encogí.
-¡Caleb, Jennifer Lopez está twerkeando en la televisión!-grité y esperé.
Escuché sus pasos apresurados acercándose y preparé la cámara.
-¿¡DÓNDE!?-la puerta se abrió de golpe y cuando él entró, salió volando por encima de la barra.
Comencé a tener un ataque de risa tan fuerte que casi me caigo del refrigerador mientras enfocaba la cámara en Caleb en el suelo.
-¿¡Pero qué mierda pasó!?-se quejó el castaño mientras se sobaba la cabeza adolorida.
-Rocié mantequilla en spray por el suelo.-respondí a duras penas por las carcajadas.
-¡Esta vez no te salvas, hija del demonio!-se levantó de un brinco e intentó bajarme del refri.
-¡No! ¡Ayuda! ¡Ayuda!-grité como si me estuvieran apuñalando.
Cuando estaba a punto de alcanzarme, la puerta se volvió a abrir y ésta vez Mercedes fue quién voló por los aires por encima de la mesa.
Ambos nos quedamos congelados. Por suerte, el celular aún seguía grabando. Éste sería un buen material de extorsión.
La pesada mujer se paró con dificultad, con los lentes torcidos y el peinado deshecho.
-¿¡QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ!?-vociferó.-¡AHORA SÉ PORQUE EL SEÑOR BUTLER ME ENVIÓ! ¡TODO ES UN DESASTRE!
Apagué el móvil antes de que lo viera y me lo quitara.
-¡Bájate de ahí en este momento y limpia el suelo! ¡Estarás castigada por una semana!
Abrí la boca y solté una palabrota al tiempo que saltaba del refri, pero salí huyendo hacia el patio de servicio, evitando así otro regaño por parte de la mujer. Tomé un trapeador, lo humedecí y me puse a frotar la entrada de la cocina para retirar la mantequilla. Al término de ésto, salí rápidamente por la puerta principal de la casa y caminé hasta la casa de Tyler.
Hacía dos semanas que habíamos regresado del campamento y aún no le había contado nada acerca del beso con Luke, aunque tampoco había hablado con el australiano sobre éso.
Toqué el timbre y en cuanto lo vi, me lancé a sus brazos.
-¡Wow!-exclamó él y me abrazó de vuelta.
Cuando estuvimos sentados en su habitación me puse a contarle sobre la niñera que había traído mi tío.
-Dios, Emmu, ¿qué voy a hacer contigo?-se cubrió la cara y negó con la cabeza cuando le mencioné la mantequilla en el suelo.
-Amarme, cuidarme y alimentarme.-sonreí y le di un beso.
Nos acostamos en la cama y nos quedamos ahí por un largo rato, mirando películas y haciéndonos mimos. Cuando el quinto filme de Harry Potter llegaba a su fin y nuestros ojos comenzaban a cerrarse, mi celular sonó.
-Mmm...-gruñí mientras me espabilaba y estiraba mi brazo para alcanzarlo.
Apenas deslicé la barra para contestar escuché un grito:
-¡EMILY LOUISE GREENE BENETT! ¡VUELVE A CASA AHORA MISMO, SEÑORITA!-me ordenó Mercedes por el auricular.
-No me jodas, estoy con mi novio.-mascullé de mala gana.
-¡YA O LE DIRÉ AL SEÑOR BUTLER QUE NO ME HACES CASO!
Bufé y colgué con enfado.
-Me tengo que ir.-me levanté y arreglé mi cabello para después girarme hacia el rubio.-Te amo.
-Yo también, Emmu.
Nos besamos por última vez y salí de su casa.

¡En problemas! (Otra vez) [MSHYY #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora