¡En problemas! (Otra vez) [MSHYY #2]

Capítulo 19: Anaconda

Capítulo 19: Anaconda
(Dedicado a PibasForrasLove)

El día estaba nublado pero aún así los chicos se encontraban en el patio trasero, en la piscina. Mike, Damen y Mauricio estaban haciendo competencias de aguantar la respiración, Seth y Jace charlaban en la orilla y, como siempre, Trent, Ashton, Calum, Scott y Caleb hacían de las suyas. Esta vez, habían atado un barquito de papel a la cola de Lucy y la animaban a nadar y llevar el barquito hasta el otro lado.
-¿Qué hacen?-inquirí. Entonces noté los otros tres patos.-¿Y de dónde sacaron a ésos?
Dios, ocurrían cosas cada vez más extrañas en esta casa.
-Estaban en el lago y los trajimos para que conocieran a Lucy.-respondió Scott.
Rodé los ojos.
-¿Y Luke?
Nadie respondió, todos estaban absortos en sus conversaciones. Bufé y regresé a la casa. Estaba por entrar a mi habitació cuando escuché ruidos en la sala de cine así que subí.
-Luke.
Estaba sentado en un puff, jugando videojuegos y, al escuchar su nombre, volteó a mi dirección.
-Oh, Emmy.-apagó la consola y se levantó rápidamente.-Yo ya me iba.
Intentó pasar por mi lado y bajar las escaleras, pero lo detuve.
-No, Luke. Tenemos que hablar.
Suspiró y nos sentamos en el sillón.
-Escucha Emmy, lo que pasó estuvo mal, no tuvo que haber pasado.-dijo él con la mirada en el piso.
Me quedé observándolo. Su cabello rubio estaba peinado hacia arriba, como siempre y sus largas y rizadas pestañas enmarcaban sus profundos ojos azules. Sus dientes mordían su suave labio inferior, jugando con el aro negro en él. Era guapo, muy guapo, pero él no era mi novio y lo que habíamos hecho había sido incorrecto. Tyler no se merecía ésto.
-Lo sé, Luke. Lo lamento.-asentí.
-¿Amigos?
Sonreí mientras asentía y lo abracé.
Luke era asombroso.
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Me quejé por quinta vez.
-Estoy aburridaaaaaa.-alargué.
Tomé una palomita que estaba debajo del sillón y se la lancé a Patches, mi gato. El felino la atrapó en el aire y se la tragó.
-Odio a la maldita compañía eléctrica que decidió cortar la luz.-gruñó Caleb desde el sillón.
Exacto, no había luz y por ende tampoco televisión, Xbox ni internet. Estábamos en el salón de juegos del segundo piso, tirados en el suelo y los sillones, muriendo de aburrimiento. Seth estaba arreglando el asunto con la compañía de luz en la cocina, gritando al teléfono con enfado.
-¡Ya le dije que sí pagué el mes!
Jace no se encontraba en casa, pues estaba con Taylah en el colegio parque de diversones, en compañía de Damen y su novia Ally. El resto de nosotros éramos unos forever alone que se quedaban en casa a comer palomitas mientras observábamos el techo blanco.
-Ya, no puedo más.-me levanté del piso.
Caminé hasta la ventana abierta y sin pensarlo, me subí al alféizar y salté.

Narra Caleb:
Miraba el Nokia de Emmy que Seth le había comprado como castigo por el tercer iPhone que descomponía. Sí, Emmy Lou había metido su celular al horno mientras horneaba un pastel y lo había quemado por completo. Apreté las teclas mientras jugaba el juego de la serpiente.
-Ya, no puedo más.
No presté atención hasta que Trent me rompió el tímpano con su grito.
-¡LA PUTA MADRE, EMILIA SE LANZÓ POR LA VENTANA!
Levanté la vista.
-¿Qué?-Scott despertó, desorientado.
-¡QUE LA NIÑA SE SUICIDÓ, IMBÉCIL!
El chico, alarmado, corrió hasta la ventana y se asomó. Nos colocamos a su lado y miramos hacia abajo, encontrándonos con el pasto verde recién cortado.
-Amigo, creo que estás drogado.-Ashton le dio una palmada en el hombro.
-¡ES EN SERIO, LA ENANA SE AVENTÓ! ¡YO LA VI!
Negamos con la cabeza.
-Trent, vete a dormir.
-¿Qué hacen?

Narra Emmy:
Cuando regresé, los chico miraban por la ventana.
-Trent, vete a dormir.-dijo Mike.
-¿Qué hacen?-pregunté con el ceño fruncido.
Se voltearon y al verme, Trent corrió hasta mí.
-¿¡QUÉ DEMONIOS ESTÁ MAL CONTIGO, EMILY!?-me zarandeó con violencia.
-¡Ay! ¿¡De qué hablas, Trenton!?-me quejé.
-¡TÚ SABES DE QUÉ HABLO, HIJA DEL DEMONIO!
De tanto escándalo, Seth subió furioso.
-¿¡Qué está pasando aquí!? ¡Estoy intentando arreglar ésto con el idiota al teléfono y ustedes gritando acá arriba como cotorritos en celo!
-¡QUE EMILY LOUISE SE TIRÓ POR LA VENTANA!-exclamó el gemelo.
Todos me voltearon a ver y se quedaron en silencio.
-¿Eso hiciste?-preguntó el mayor.
-Sí, ¿por?
Y juro por mi vida que se desató la Tercera Guerra Mundial.
-¿¡ESTÁS LOCA!?
-¿¡QUÉ CARAMBOLAS TE PASA!?
-¡PUDISTE HABER MUERTO!
-¿¡CREES QUE ERES DE CHICLE O QUÉ!?
-¡CASI CAES SOBRE MI AUTO!
Ok, ése definitivamente había sido Michael.
-Siento haberlos asustado, pero estoy bien. Ya lo he hecho antes.
-¡Estás loca!
Comenzaron a gritar de nuevo.
-¡Chicos!-los callé.-Fui a clases de gimnasia desde pequeña y sé cómo caer para no lastimarme. Además fue en el pasto, no está tan duro.
A pesar de mi explicación, Seth me prohibió hacer eso de nuevo.
Qué aburridos.
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OH MAI YISUS CRAIST.
-¡3312! ¡TENEMOS UN PINCHE 3312 EN EL PASILLO 2 PUERTA 5!-grité a todo pulmón.
Inmediatamente Mauricio, Caleb y Jace estaban frente a mí con un arma cada uno.
-Caleb, ¿de dónde sacaste un palo de golf? Jace, esa espada inflable está desinflándose y Mauricio... lad cucharas no sirven contra un 3312.
Me fulminaron con la mirada.
La música seguía retumbando en mi habitación cerrada.
"My anaconda don't, my anaconda don't want none unless you got buns, hun"
Los tres chicos fruncieron el ceño.
-Por ésto los llamé.-abrí la puerta.
-¡OH POR DIOS!-gimió Caleb con horror.
La Bigotuda, con poca ropa, se encontraba bailando al ritmo del hit de Nicki Minaj mientras una enorme serpiente reptaba por el suelo de la habitación. A lado de la mujer había una botella de jugo de naranja vacía.
-Oh-oh.-me cubrí la cara con las manos.
-¿Qué?-preguntó Jace.
Mauricio se había adentrado en el cuarto y se dedicaba a olfatear el envase de jugo.
-Huele a vodka.
Los tres me miraron con el ceño fruncido.
-Eh...-inenté pensar en una excusa.-¿Puerta?-mostré mis dientes en una sonrisa inocente.
-Estás castigada.-sentenció Jace.
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-¡HOY INICIAN LAS CLASES, ENANA!-Jacob irrumpió en mi habitación con su megáfono, interrumpiendo mi sueño.
-¡Cállate, güey! ¡Por tu culpa Cameron Dallas no me besó, pendejo!-grité en español al tiempo que me cubría la cabeza con las colchas.
-No entendí eso, pero estoy seguro de que fue un insulto.
Gruñí cuando se sentó sobre mi trasero y me golpeó con la almohada.
-Vamos, Emms.
-No iré a la escuela, le pedí permiso a Jeremy para que me dejara salirme de la escuela con la condición de que me portara bien y consiguiera un trabajo.
Escuché cómo se atragantaba con su saliva y le daba un ataque de tos.
-¿¡QUÉ!?-exclamó cuando se recuperó.
-Lo que escuchaste, rubio. Emmy Lou nunca más pisará esa asquerosa pocilga hasta que tú y Mau se gradúen. Ahora vete porque quiero seguir durmiendo.
-De hecho,-Damen entró en mi cuartoy me sacó las mantas-tú también tienes que levantarte para buscar trabajo, así que arriba.
-Ash.-farfullé y me metí al baño.

Quince minutos después, salí limpia y vestida, lista para desayunar.
-¡Apúrate, tarada!-reclamó Mauricio en cuanto entré al comedor y me lanzó un plátano a la cabeza.
-¡Mauricio!
Él ignoró la llamada de atención de Mercedes y me sacó la lengua.
Negué con la cabeza y me senté para servirme huevo revuelto y un trozo de tocino. Mientras masticaba el delicioso pedazo de gloria, tomé el iPad de Mike y revisé mi Twitter. Fue entonces cuando vi su foto.
-Creo que acabo de encontrar el trabajo perfecto.-anuncié.-Vamos a Target.
-No.
-Pero...
-No.
-¡Pero mira!-le mostré la foto.-¡Es perfecto!
Mike se me quedó viendo, negó con la cabeza y me quitó su iPad.
-Ni se te ocurra, Greene. No te llevaré a Target para que busques al pobre #AlexFromTarget.-sentenció Seth.
-Por fis.
-No.
Demonios.

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-¿Vamos a Target?
-No.
-Ojalá te coma un oso mientras estés en el baño.-farfullé.
-Feliz Hanukah.-sonrió Calum.
Dios, a veces me recordaba al hermanito de Gibby. Acabábamos de salir del instituto luego de haber dejado a Mau y Jake.
-¿Podemos ir a desayunar? Muero de hambre.-se quejó Trent.
Cruzamos las puertas de McDonalds y ocupamos un lugar en la fila.
-Buenos días, ¿qué desea?-el chico más sexy del mundo estaba sonriendo detrás del mostrador.
-Un balde para su baba.-pidió Scott.
El moreno rió y me miró.
Dios, creo que me he enamorado por quinta vez en la semana.
Tienes novio, tonta.
Ve y chinga a tu madre, conciencia de porquería.
-Yo quisiera ordenar una ensalada, por favor.-habló La Bigotuda.
-¿Qué?-la miré.-Pedir una ensalada en McDonalds es como tener a Zac Efron delante y darle un abrazo en lugar de violarlo.-dije.
Todos excpeto ella rieron.
-Iré al baño.-sonreí al ver cómo me fulminaba con la mirada.

Cuando volví, la comida ya estaba en la mesa y en mi puesto había un cuarto de libra con papas fritas y té helado. Oh, cuánto me conocía Luke. A pesar de que acababa de desayunar, logré comerme todo.

-Muy bien, Emmu.-Ash me palmeó la espalda cuando terminamos.-Es hora de conseguir trabajo.

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Los quiero,

Azul xx