¡En problemas! (Otra vez) [MSHYY #2]

Capítulo 22: Huye

Capítulo 22: Huye

(Dedicado a HemilyHermosho) [Dedicaciones escogidas al azar, dejen su comentario si quieren una]

-¿¡ATACAR A LA HIJA DEL JEFE DE POLICÍA!? ¿¡EN QUÉ MIERDA PENSABAS, EMILY!?-exclamó Seth.
Me encogí en mi asiento ante los gritos del rubio.
-¡Esa boca!-exclamó Mercedes.
-¡Oh, váyase al diablo!-replicó el otro.
La mujer abrió la boca furiosa, pero fue interrumpida por Damen.
-Esta vez si te pasaste, Emmy.-me miró serio.
-Lo lamento.-susurré con la cabeza caída.
Los chicos nunca se habían enojado tanto conmigo, en especial Jace. Él era el que siempre me protegía y me perdonaba y ahora ni siquiera me miraba.
Esta vez sí que me había metido en un grave problema.

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Mi cara estaba aplastada contra la almohada, mientras observaba a mi gato perseguir el láser verde que se movía por el suelo. Los chicos me habían castigado, así que ahora estaba encerrada en mi cuarto sin teléfono, tablet, televisión, videojuegos ni amigos. Ni siquiera me dejaban comer lo que quisiera y ellos traían una bandeja con un sándwich y jugo de arándano cada tres horas.
Era horrible.
Ninguno de ellos me dirigía la palabra y tampoco dejaban que Mauricio y Jacob entraran a mi cuarto. Mi única compañía era Patches, quien ronroneaba en la alfombra, mordisqueando una pantufla.
De repente, Trent entró sin mirarme y cargó al minino.
-No puedes tener al gato aquí.-dijo y se lo llevó, cerrando la puerta tras de sí.
Ok, ahora ni siquiera tenía a mi mascota.
Bufé y dejé caer mi cabeza sobre el colchón de agua que me había obsequiado mi tío Jeremy.
Sola y sin ninguna distracción, comencé a divagar. Pensé en lo mal que me sentía por haber hecho enojar tanto a los chicos, por haber bebido más alcohol de lo que me habían permitido y de haber lastimado a aquella chica. Había actuado como una maldita niña mimada y rica que buscaba las excusas más estúpidad para armar una pelea. Solté algunas lágrimas silenciosas cuando recordé los rostros decepcionados de mis hermanos cuando habían ido a recogerme a la estación de policía.
De repente, escuché un leve zumbidito. Me quedé quieta, cuando sonó otro. Fruncí el ceño y tomé mi chamarra, de donde provenía el ruido. Metí la mano en el bolsillo y saqué un celular.
Era el móvil de Tyler y había recibido un mensaje de Alix. Desbloqueé su teléfono y cuando leí el mensaje, se me cayó el aparato de las manos.
Los sollozos comenzaron a salir sin que yo pudiera controlarlos, seguidos por lágrimas cálidas que rodaron por mis mejillas. En la pantalla había una foto de Tyler besando a una chica morena.
"Maldito imbécil. O le dices a tu novia que la engañaste o le digo yo" era lo que le había escrito mi amiga. Recordé que había guardado el teléfono de Tyler en mi chaqueta cuando él había ido al baño y había olvidado devolvérselo.
Necesitaba a los chicos. No importaba que estuviesen furiosos conmigo, yo necesitaba su consuelo. Con ayuda de una horquilla logré abrir la cerradura. Me dirigí a las escaleras y comencé a bajar, pero me detuve al escuchar voces.
-...sí, ya no podemos hacer nada con ella. Siempre está causando líos y nosotros tenemos que pagar.
Me quedé helada al darme cuenta de que quien había hablado había sido Damen.
-Lo mejor es que se vaya pronto.-dijo Jace.
-Y lo más lejos posible.-terció Seth.
No podía creer lo que acababa de escuchar. Regresé corriendo a mi habitación, con un torrente de lágrimas saliendo de mis ojos. Sin pensarlo, guardé algo de ropa en una mochila y salí por el balcón de mi habitación. Si los chicos ya no me querían en la casa, los satisfacería. Huí de la mansión a través del agujero en el seto y me subí al primer autobús que pasó.
Ya dentro, me senté junto a la ventana y me apoyé contra el cristal. Cerré los ojos, dejando escapar las últimas gotas saladas y me quedé dormida.

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Narra Caleb:

-Y lo más lejos posible.
-¿¡Qué!?-reaccioné indignado.-¿¡Es en serio!? ¡Están hablando de Emmy Lou, nuestra hermana pequeña!
Seth sonrió con amargura y Damen soltó una carcajada sin humor.
-¿Pequeña? ¡Estaba borracha y peleando como una zorra cualquiera!-exclamó Jace, con la rabia y la decepción en su voz.
Trent se adelantó y le dio un puñetazo.
-¡Es tu hermana, Jason!-gritó, llamándolo por su nombre completo.
El rubio se limpió el hilillo de sangre que bajaba por su boca y se quedó callado.
Todos nos miraban con odio a Trent y a mí.
-Escúchenme.-pedí.-Sé que Emily ha hecho muchas locuras y ha estado en la cárcel varias veces, pero así es ella. Es rebelde, no le gustan las reglas. Es una buena chica, sólo hay que ponerle límites.
Nadie pareció reaccionar con mis palabras, pues siguieron con el ceño fruncido y la mandíbula apretada. Suspiré y entonces habló Trent.
-¿Recuerdan cómo éramos antes de que Emmy llegara? Yo sí. Nos la pasábamos haciendo desastres, de fiesta en fiesta y siendo unos idiotas inmaduros. Cuando ella pisó esta casa, nos vimos obligados a tener reglas, poner límites y hacernos más responsables. Es cierto, seguimos siendo inmaduros, pero ella lo es con nosotros.