De vuelta a la Ciudad de México.
Nos habíamos quedado el resto de la semana en Toluca, yo tratando de que mi cuerpo volviera a la normalidad y poder asimilar todo lo que estaba pasando. No parecía ser el mismo chico que había subido a ese avión hacia Toluca una semana atrás. Pero aquí estabamos. Ari pasó uno de sus brazos por mi cintura estrechándome a su cuerpo. Sonrió de oreja a oreja, haciéndome sonreír a mi de igual manera. Se acercó a mis labios, besándome. Probablemente todos en el campus exterior nos deben estar mirando en este mismo instante. Pero no es que me importara mucho tampoco.
-Vamos a llegar tarde.- susurré sobre sus labios.- ¿Está mal si eso no me importa? Desearía quedarme aquí, contigo. Besándote.- me robó un beso fugaz haciéndome reír.
-Creo que ya tuvimos suficiente de eso en Toluca. Es asqueroso.- comentó Adrián cuando se detuvo a nuestro lado.
-Cállate.- le respondió Ari abrazándome.
-Él tiene razón, tenemos suficiente romance para toda la vida.- dijo Bruno. Ari y yo nos reímos al mismo tiempo.
En Toluca nos habíamos pasado jugando muchos juegos de mesa en el hospital: Bruno hacía trampa el 40% del tiempo, Adrián se aburría antes de terminarlos y yo no me podía concentrar en otra cosa que no sea mi Aristóteles. Probablemente, suene como un completo enamorado, pero supongo que así es como se siente.
-Tengo que ir a clases, los veré luego. -dije dándole un beso en la mejilla a Ari.
-Falta media hora para que comience la primera clase,.- dijo Ari.
-Lo sé. Pero necesito hablar con Zack sobre muchas... cosas.
-Entonces debería ir contigo.- dijo tomando mi mano.- Me gustaría estar ahí.
-No. Ari, quiero terminar bien con él. Sin problemas. Prométeme que no estarás espiando por ahí.- dije señalándolo con mi dedo índice.
-No puedo prometerte eso.- dijo haciendo puchero.
-Prometelo.- insistí.
Dio un largo suspiro.
-Lo prometo.- respondió. Se acercó a mi y me dio un corto pero profundo beso en los labios.- Sólo por ti.
-Hola Zack.- dije haciendo que su mirada se detuviera en mi. La chica que lo acompañaba. Marissa, era un año menor que nosotros. Ella sólo me sonrió, le dijo algo a Zack y se fue, todo eso en menos de un segundo. Zack se levantó de la silla y en un paso lento se acercó a mi. Era raro tenerlo enfrente mío después de todo lo que había pasado en Toluca.
-Estás aquí.- unió mi mano con la suya pero la alejé rápidamente. No quería darle falsas esperanzas.- Siento no haberte llamado, estaba tan enojado. Fui un completo idiota, he estado contando los días para hoy. Ha pasado una semana entera desde la última vez que te vi, ¿estás bien?
-Una semana. En una semana pueden cambiar muchas cosas, Zack.- dije, evitando su mirada. ¿Por qué no le podía decir todo esto a los ojos?
-¿De qué hablas? ¿Paso algo en Toluca?- pude notar como su cuerpo se tensó rápidamente.
-Han pasado muchas cosas. Escucha...
-¿Vas a terminar conmigo, verdad?- preguntó, sorprendiéndome.
-Yo...- no tenía palabra alguna.
-¿Aristóteles y tú...
-Estamos... no sé que estamos haciendo, sólo sé que he estado enamorado de mi mejor amigo y nunca me había dado cuenta.
-¿Sentiste algo por mi?- Zack llevó su mano a su boca, mordiendo su pulgar, cosa que hacía cuando estaba nervioso.
-No te puedo mentir. Sentí algo por ti. Enamorarías a cualquier persona. Eres divertido, apuesto, y muy buena persona. Sería imposible que nadie notara eso. Nunca he confiado en nadie tan rápido como lo hice contigo, solo... sólo creo que no estamos hechos el uno para el otro.
-¿Eso es todo?.- Bajó la mirada unos segundos y volteó a verme.- Seguiré estando para ti, Temo.- dijo sosteniendo mi mano nuevamente, y dando un apretón.- Nunca olvides. Puedes estar con cualquier hombre, pero parte de ti, siempre será mio.
{...}
-¿En serio te dijo eso? Oh mierda. Espera a que Ari se entere. Este hombre era celoso cuando sólo eran amigos, ahora que eres su novio, es otra historia.- Kendall cubrió sus labios con sus manos.
Metí mis manos a mis bolsillos, era un día helado en la ciudad. Había tenido el sol de Toluca una semana entera, pero aquí estamos de nuevo, en la fría ciudad de México.
-Creo que omitiremos esa parte, yo realmente no quiero que exista ningún tipo de rivalidad entre Zack y él.- dije y le di un largo sorbo a mi chocolate caliente.
-Asi que, ¿no piensas decirle a tu novio que tu ex novio te dijo que serías siempre de él? Buen chico, yo también haría lo mismo.
Sonaba raro saliendo de los labios de Kendall. "Novio", "Aristóteles mi novio". Definitivamente una semana no había sido suficiente para asimilarlo. Ari entró a la cafetería de la escuela, buscó con la mirada alrededor y sus ojos se encontraron con los míos, y el sonrió. Con una de esas sonrisas que podían derretir a cualquiera. Caminó hacía nuestra mesa, y depositó un profundo beso en mis labios.
-Hola para ti también, Aristóteles.- dijo Kendall.
-Hola Kendall, ¿cómo estás?.- dijo con una enorme sonrisa, sus manos pasaron por mi cintura cuando se sentó a mi lado. El calor de su cuerpo era abrigador.
-Bien, por ahora. ¿A qué se debe esa enorme sonrisa en tu rostro, niño bonito?.- Kendall río.
-Porque, tengo al novio más hermoso del mundo.- dijo besando mi cuello.
Mi punto débil. Cosa que él había descubierto en la semana que pasamos en Toluca, un beso ahí y me hacía mantequilla derretida.
-Los gemelos tenían razón cuando dijeron que estaban demasiado cursis. Los dejo solos chicos. Por favor, no hagan una escena del porno enfrente de todos.- susurró la última parte parte sólo para nosotros.
-¡Kendall!.- exclamé haciendo que se riera mientras salía de la cafetería.
-Sabes que yo no tendría ningún problema con eso.- dijo Ari, recibiendo un golpe en su brazo.
-¡Auch!.- dijo abrazándome más fuerte.
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Promesas de amor (Aristemo)
RomanceSegunda temporada de "Red de mentiras" "¿Eres lo suficientemente fuerte para soportar la verdad?" Temo acaba de descubrir que su vida ha estado llena de mentiras desde antes de haber nacido. No todos los días te enteras que tu supuesto verdadero pad...