Capitulo 25. ¿Te arrepientes?

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- ¿Qué haces aquí?.- pregunté acercándome a la fila de asientos rojos acolchados donde él estaba sentado.

-Estaba en camino al entrenamiento, escuché la canción y no pude evitar entrar. Luego descubrí que eras tú, y pensé que podría ser muy divertido verte bailar, ya que siempre has tenido dos pies izquierdos.- Torció sus labios, casi riéndose.- Estaba esperando a que salgas del auditorio para asustarte. Pero no, ahora estoy tomando todo mi autocontrol para no ir donde ese idiota y romperle la cara.

-No es su culpa, Ari.- dije sentándome a su lado.

-Bubbles, el idiota está echándote la culpa de su sufrimiento.- reclamó.

-Y es la verdad, Ari.

Ari frunció el ceño y volteó a verme, encontrándose con mi mirada. 

-¿Te arrepientes de estar conmigo, bubbles? Sólo dímelo.- me dijo.

Solté una carcajada sarcástica, porque en realidad no podía creer que me había preguntado eso. Sonaba muy estúpido y era capaz de darle una bofetada a Ari, para que reaccione.

Me acerqué más a él, tomé su rostro con mis dos manos, cada palma en cada una de sus mejillas.

-Si me arrepiento de algo en esta vida, Ari, es de no haberme dado cuenta antes de que estaba enamorado de ti. De haber ignorado lo que sentía, de no admitir que me moría de celos cuando estabas con Liliana. Si me arrepintiera de estar contigo, no hubiera pasado lo que pasó la noche anterior, Aristóteles.- una sonrisa completa marcó sus labios.- Puedes estar muy seguro de eso.

-Podemos repetir lo que hicimos la noche anterior.- dijo coquetamente colocando su mano en mi muslo.- Los asientos se ven muy cómodos.

-Dime que estás bromeando.- dije riéndome.

-Tal vez...

-Te amo, Ari. No lo dudes nunca.

-Supongo que fueron celos, pero estoy aquí contigo. Bubbles, hay que escaparnos.- dijo apretando mi nariz con sus dedos.

-Tienes entrenamiento de futbol, ¿recuerdas?

-¿Y? No me importa. Sólo quiero estar contigo.- hizo un puchero con su labio inferior, y por poco acepto saltarme los dos últimos periodos. Dios, ¿qué persona normal no lo haría? Era algo difícil decirle no a Aristóteles Córcega. Este chico, me va a volver completamente loco.

Mi teléfono sonó, lo saqué de mi bolsillo derecho, no era ningún número que conociera. Deslicé mi dedo por la pantalla táctil para atender.

-¿Hola?.- pregunté.

-¿Temo¡.- respondió la pregunta una voz muy animada, y demasiado feliz para mi propio gusto.

-Si, ¿quién habla?

-Soy Sean, ¿te acuerdas de mi?

Cuando dijo su nombre, traté de buscar en la base de datos de mi cerebro, personas que conocía con ese nombre. Estaba a punto de decirle que no, cuando recordé a Jordan Watyger, mi padre, y luego a su fabuloso hermano Sean Watyger.

¿Cómo olvidar al chico que coqueteó conmigo enfrente de la cara de mi novio y milagrosamente salió caminando con dos piernas?

-Ah si, dime.

-No suenas muy emocionado de escucharme.

No es que lo esté, pensé.

-Cómo sea, esta noche vamos a tener una reunión familiar. Deberías venir. Es algo elegante, puedes venir con tu novio si quieres. Aunque preferiría que no, me gustaría pasar un tiempo a solas contigo, si sabes a que me refiero.

-Iré con él, puedes estar seguro.- Sean soltó una risa divertida.- ¿Jordan sabe que me estás invitando?

-Él me dijo que te invitara, él piensa que es una oportunidad perfecta para presentarte a la familia.- respondió.

-De acuerdo, ¿dónde es?

-Te pasaré la dirección por mensaje, no llegues tarde. Mi familia es muy divertida, nos vemos pronto.- dijo y cortó la llamada.

-¿Quién era?.- preguntó Ari mientras recostaba su cabeza sobre mis piernas.

-Sean Watyger, si lo recuerdas, ¿no?

Ari sonrió amargamente, entrelazando mis dedos con los suyos y jugando con ellos.

-No olvido a los chicos que tengo que cuidar de mi novio. ¿Qué demonios quería de todas maneras?

-Hay una cena familiar, dijo que puedes venir conmigo. Si vendrás, ¿verdad?.- pregunté.

-Crees que te dejaré regresar al mismo lugar solo, con el idiota que estuvo coqueteando contigo desde que te vio aparecer por la puerta del lugar? Pues no.- refruñó, sin soltar mi mano.

-Deberías confiar más en mi.- le reclamé.

-Confio en ti, no en los idiotas que quieren robarse a mi novio.

{...}

Me terminé de colocar el traje azul marino. Peiné mi cabello, me puse el reloj que me regaló Ari para mi cumpleaños hace  un año, combinaba perfecto, y ahora si, estaba listo.

-¿Listo?.- preguntó Ari entrando a la habitación terminando de colocarse la corbata, sin mirarme.

-Si, vamos.- le respondí, saliendo de la habitación.

No fue hasta que llegué a la puerta que Ari me vio, y lo sé porque cuando levantó la mirada, abrió los ojos como platos y se acercó a mí rápidamente.

-Te ves hermoso, incluso más que eso. Espero realmente, que ningun hombre, ni siquiera anciano, trate de coquetear contigo, al menos que quiera perder una de sus extremidades. Yo sólo digo.- dijo levantando sus hombros.

Robó un beso de mis labios antes de salir de nuestro hogar. 

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⏰ Last updated: Jun 29, 2020 ⏰

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Promesas de amor (Aristemo)Where stories live. Discover now